Con la presencia de Sergio Massa dentro del recinto de la Cámara de Diputados, pasadas las 5 de la mañana de este miércoles y después de 14 horas de debate, el Frente de Todos consiguió la media sanción del Presupuesto 2023. El oficialismo logró una holgada mayoría: 180 votos a favor, sobre 22 en contra y 49 abstenciones.
El proyecto de Ley de Leyes ahora pasa al Senado, donde el FdT encabezado por la vicepresidenta Cristina Kirchner buscará aprobarlo antes del fin de las sesiones ordinarias del congreso, el 30 de noviembre.
Pese al avance en el texto general que consiguió, el FdT no pudo imponer su voluntad en dos artículos claves que buscaba incorporar al Presupuesto: la potestad para que el Ejecutivo aumente las retenciones al agro y la disposición para que todos los funcionarios del Poder Judicial paguen el impuesto a las Ganancias.
El Presupuesto, a grandes rasgos, prevé un crecimiento de la economía del 2% en 2023, un dólar promedio de 219 pesos, un descenso del déficit fiscal del 1,9% y una inflación del 60% –muy por debajo del 95% estimado para este año–. En total, el gasto público será de casi $ 29 billones, con una recaudación aproximada de $ 22,5 billones y un déficit primario de $ 6,3 billones. Marcado por las metas del FMI, es un estimado de gastos austero y, en algunas carteras, con ajuste.
Para Massa se trató de “un logro político”, según dejó trascender el ministro durante su visita de madrugada al recinto. El tigrense quería asegurarse que no fracasara el proyecto de ley como sucedió el año pasado. “Este Presupuesto incluye un orden muy fuerte en las cuentas públicas”, confiaron a elDiarioAR en el entorno del funcionario y aprovecharon para cuestionar a su antecesor: “El comienzo del fin de Martín Guzmán fue el Presupuesto”.
La iniciativa massista fue aprobada en general a las 5.13 con el respaldo del Frente de Todos, Provincias Unidas, Interbloque Federal, y los bloques de JxC Evolución Radical, UCR y Encuentro Federal, mientras que fue rechazo por la Coalición Civica, la izquierda y los libertarios. El PRO se abstuvo.
La pelea por Ganancias de los jueces
En total el debate por el Presupuesto se extendió por más de 17 horas -la sesión comenzó el martes a las 14-, en su mayoría marcadas por la polémica que abrió el oficialismo al incorporar a último momento un artículo que exigía a todos los funcionarios del Poder Judicial pagar el impuesto a las Ganancias. En la oposición entendieron que la jugada le permitió al FdT esquivar las acusaciones de que el estimado de gastos se trató de “un ajuste”, según recogió este medio de fuentes parlamentarias.
Ese artículo finalmente salió en contra para el oficialismo al borde de las 7 de la mañana: la oposición consiguió voltearlo con 134 votos en contra; hubo 116 a favor.
El momento de la votación en particular fue el que más tensión generó en el recinto, con fuertes cruces entre el oficialismo y la oposición. Incluso en el FdT había habido una interna nueva, con la diputada Vanesa Siley rechazando el artículo porque es líder del gremio de los trabajadores judiciales, que serían alcanzados por el tributo.
“Ganancias no está ni cerca de hacer justicia. Quisieron construir un conflicto: los trabajadores del poder judicial declararon una huelga”, cuestionó desde el recinto la diputada Graciela Camaño, figura del Interbloque Federal, que jugó en tándem con JxC para voltearlo. La legisladora marcó la “inconstitucionalidad” del artículo, porque según la ley de Administración Financiera el Presupuesto solo debe legislar por el plazo de 12 meses.
Antes de votar la modificación de Ganancias, el oficialismo tuvo otro traspié: decidió retirar el artículo que habilitaba al Ejecutivo a aumentar las retenciones, por no tener los votos necesarios para aprobarlo por su cuenta. “No hay voluntad de subir las retenciones el año próximo”, dejó trascender ayer Massa, buscando restarle significativo político a la marcha atrás del kirchnerismo.
Otro de los artículos que generaron debate era el que eximía de pagar Ganancias a los camioneros, que lo tributan por comidas, viáticos, premios y otros complementos del sueldo. Finalmente se aprobó por 129 votos a favor y 120 en contra -principalmente de JxC-. Había sido un acuerdo logrado entre el Gobierno y Pablo Moyano para destrabar la paritaria del sector, actualmente sin punto de acuerdo con las empresas de transporte.
También se permitirá que se puedan deducir de Ganancias algunos conceptos de educación, como son las cuotas de colegios privados.
Cláusula gatillo por inflación
Uno de los acuerdos más significativos logrados entre el FdT y la oposición fue la inclusión de una cláusula “gatillo” por inflación, por la cual si aumenta la recaudación o el índice de precios prevista del 60% en 2023, se deberá implementar una corrección en el Presupuesto, a fin de establecer cómo se redistribuirá ese excedente de los recursos. Será una batalla política marcada por las elecciones, porque esa discusión tendrá que darse entre las primarias de agosto y las generales de octubre.
En otras claves, el texto del Presupuesto contiene reformas impositivas ya que se contempla aumentos en las cuotas de obra social para las categorías más altas del monotributo, incremento de impuestos internos y de aranceles de productos electrónicos -se modifica el régimen especial en Tierra del Fuego-, y un impuesto sobre los pasajes de avión. También se destaca la financiación de hasta 96 cuotas para el pago de la deuda que las provincias tienen con CAMMESA, la distribuidora nacional de energía.
Además se aprobó un blanqueo de capitales, con la posibilidad de que se usen fondos no declarados para adquirir propiedades si es que se destinan a uso hogareño, ya sea de la propia familia o para alquilársela a otra. Se podrá invertir en inmuebles de hasta US$ 400.000. También se suma el sinceramiento de divisas en negro de empresarios que requieren comprar en el extranjero lo necesario para producir.
“No estamos de acuerdo con la naturaleza del ajuste del gasto”, manifestó sobre el Presupuesto en general el diputado Luciano Laspina, referente económico del macrismo. “Estamos en un final de ciclo. Recibimos el primer presupuesto del kirchnerismo en 20 años en el cual se ejecuta un recorte del gasto público”, planteó durante el debate.
“No es cierto que este sea un Presupuesto de ajuste”, contentó a su turno Carlos Heller, la espada económica del kirchnerismo y quien estuvo a cargo durante el último mes de la defensa del proyecto presentado por Massa. El presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda consideró que con la cantidad de cambios incorporados en los últimos días, la iniciativa “es una versión mejorada de la enviada por el Poder Ejecutivo”.
Para morigerar el ajuste que establecía el texto original, el Gobierno definió también en los últimos días incrementar distintas partidas sociales y educativas por más de 320 mil millones: para políticas alimentarias: $101.890 millones; prestaciones sociales y asignaciones familiares: $90.830 millones; becas de educación: $59.542 millones; Fondo Nacional de Incentivo Docente: $31.175 millones; Fondo de Integración Socio-Urbana: $19.700 millones; comedores escolares: $12.969 millones; infraestructura y equipamiento en educación: $4.149 millones; y programas que garantizan derechos de niños y niñas: $400 millones de pesos.
MC