Desde las 11

Posse brindó su primer informe de gestión ante el Senado en un clima de incertidumbre por la ley Bases

Más de cinco meses pasaron de la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada y un dato no dejaba de llamar la atención por su rareza: el silencio de su jefe de Gabinete, Nicolás Posseuna figura clave en el organigrama del oficialismo. Pero el misterio terminó y el exgerente de Aeropuerto Argentina 2000 tuvo su debut público este miércoles, con la presentación de su primer informe de gestión ante el Senado. A lo largo de más de seis horas, uno de de los funcionarios más importantes del Gobierno respondió algunas de las 1.286 consultas hechas por los legisladores de la oposición. Pese a que había enviado sus respuestas por escrito, varios senadores expresaron su disconformidad y ahondaron en sus preguntas durante la sesión informativa que comenzó a las 11 y se extendió hasta bien entrada la tarde.

“¿Con qué nos encontramos al tomar la administración? En el área económica, como en otras áreas también, encontramos un largo proceso de parches sobre parches y medidas que a veces se contradecían entre sí, y que habían llevado al país a una situación de gran inestabilidad”, fue lo primero que dijo el jefe de Gabinete al momento de comenzar su exposición en el recinto de la Cámara Alta. En su exposición inicial, que duró más de 40 minutos, Posse se limitó a hacer un recorrido por las medidas llevadas adelante hasta el momento por La Libertad Avanza, con varios argumentos que ya fueran repetidos en distintas oportunidades por el propio Milei. “Evitamos, como dijo el Presidente, una crisis que probablemente podría haber sido la peor de la historia argentina, ya que combinaba lo peor del Rodrigazo, de la inflación de 1989 y de la crisis de los años 2001 y 2002”, indicó en uno de los pasajes de su discurso.

El jefe de Gabinete defendió algunos de los principales puntos de la ley Bases, cuya letra es debatida por estas horas en las comisiones del Senado. “Son reformas de largo plazo, no van a resolver la macro de corto, en eso ya estamos trabajando, pero sí van a acelerar el proceso de recuperación y van a ser a hacer mucho más confiable a la Argentina para recibir inversiones”, argumentó. Y sobre el polémico Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), señaló: “Permite inversiones de gran volumen que requieren de seguridad jurídica. Este sistema está apuntado a empresas que deben invertir entre 3 y 4 años grandes volúmenes de dinero, para poder llegar recién a un esquema de facturación”.

Además, Posse criticó abiertamente a la Confederación General del Trabajo (CGT) por las medidas de fuerza de los últimos meses. “La CGT tomó una actitud bastante agresiva, muy distinta a la que había tenido con la gestión anterior”, apuntó el funcionario, quien recordó que el Gobierno “ya fue confrontado con dos paros generales” de la principal central obrera del país y mencionó que el primero fue “a los 44 días de estar en gestión”.

Por otro lado, el jefe de Gabinete también se refirió a la denuncia contra organizaciones sociales por supuesta "extorsión" que realizó el Ministerio de Seguridad y acusó a los dirigentes de armar un “esquema de esclavitud moderno”. “En muchos planes encontramos irregularidades, lo que había sido diagnosticado por Javier Milei en la campaña, un sistema de estructura piramidal, autoritario, donde un primer nivel era la lista de espera, gente que no tenía acceso a comedores”, detalló el funcionario ante los senadores, para después añadir que el extinto programa Potenciar Trabajo “no potenció ningún trabajo” ya que “solo 1,3%” de sus beneficiarios “había conseguido un trabajo en el sistema formal”.

Despidos en el Estado y obra pública

Como había adelantado elDiarioAR a partir de acceder al texto del informe de más de 1.000 páginas, Posse es interrogado este miércoles acerca del DNU 70/2023, la política energética y las ejecuciones presupuestarias llevadas adelante por el gobierno de La Libertad Avanza. Otras preguntas realizadas por los senadores giraron en torno a las posibles privatizaciones de empresas públicas y temas vinculados a las distintas jurisdicciones del país, además de la situación de los despidos en el Estado.

“Una preocupación que tengo es por muchas denuncias que estoy recibiendo de trabajadores públicos. Todos estamos de acuerdo con barrer a los ‘ñoquis’, de todos los organismos. Pero muchos me dicen que se están dejando a los ‘ñoquis’ y se está sacando a gente que realmente labura”, expresó, a su turno, la senadora de la UCR por la provincia de Santa Fe, Carolina Losada. A lo que Posse respondió que “el criterio es mantener a la gente que trabaja y trabaja bien”. Y añadió: “Cuando recibimos la administración, había una enorme cantidad de contratos que tenían vencimiento al 31 de diciembre y muy poca claridad de qué tarea realizaba esa gente. Esto se está poniendo en orden lo más rápido posible de manera gradual, tratando de tener el foco puesto en la gente que hace su trabajo y da un servicio y no cometiendo injusticias”.

Por otro lado, también se le consultó a Posse por el estado de las obras públicas ya licitadas a lo largo y a lo ancho del país. “Gran cantidad de las obras están paralizadas por las demoras en pagos y actualización de precios. Todo el sistema está en revisión de prioridades, con los interlocutores de cada provincia”, respondió el jefe de Gabinete a una de las preguntas hechas por la senadora nacional por Juntos Somos Río Negro, Mónica Silva. Y agregó: “Va a haber obras que se van a rescindir, otras que están en conversación para transferirse a las jurisdicciones provinciales o municipales. Y el resto se encuentra en un proceso de reinicio o de neutralización”.

Sin embargo, fueron las intervenciones de los senadores de Unión por la Patria las que calentaron el clima de la primera aparición pública de Posse. Tras un cuarto intermedio que duró más de media hora, el neuquino Oscar Parrilli criticó fuertemente las facilidades que le otorgaría el RIGI a las empresas extranjeras que inviertan en la Argentina, como los nulos derechos de exportación a pagar y la libre disponibilidad para disponer de sus divisas. Y ponderó, en cambio, el proyecto de ley de promoción del Gas Natural Licuado (GNL), que cuenta con media sanción de Diputados. “Es absolutamente favorable a la inversión extranjera, concretamente para industrializar los recursos naturales y generar trabajo”, sostuvo Parrilli, quien protagonizó un cruce con el presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala, debido al tiempo disponible que tenía para hablar.

A su turno, la senadora fueguina Cristina López trató a Milei de “mentiroso” por sus declaraciones acerca de la base naval integrada a instalarse eventualmente en Ushuaia. Es que Posse negó que se haya firmado un acuerdo con la generala norteamericana Laura Richardson y dio a entender que los Estados Unidos simplemente se mostraron “interesados”. “Entonces nos queda muy en claro, en esta cámara y ante todo el pueblo argentino, que el único mentiroso es el presidente Javier Milei”, lanzó la legisladora del kirchnerismo. En una parte de su escrito, el jefe de Gabinete había contestado que “la utilización de la base por parte de las FFAA de EEUU y de otros países es únicamente a modo de 'escala'”.

Posse había llegado al Congreso poco antes de las 11, acompañado de unas 15 personas, entre las que se encontraba, además de integrantes del bloque de La Libertad Avanza, la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel, y su mano derecha, José “Cochi” Rolandi. A él se refirió, sin nombrarlo, el senador Eduardo “Wado” de Pedro, quien le preguntó al jefe de Gabinete acerca del supuesto “conflicto de intereses” de funcionarios que hasta diciembre fueron empleados de grandes empresas. “Usted, antes de ser funcionario, era empleado de un grupo económico con intereses en Vaca Muerta. El vicejefe de Gabinete era empleado, directivo de una empresa con intereses en Vaca Muerta. El presidente de YPF, que técnicamente puede ser muy bueno, era empleado de una empresa con intereses en Vaca Muerta”, planteó el exministro.

Pese a que no concurrió al Parlamento ni en marzo ni en abril como la ley se lo exigía, Posse estuvo lejos de encontrarse en falta si se lo compara con otros jefes de Gabinete. Según un relevamiento oficial, mientras que Santiago Cafiero, pandemia mediante, demoró seis meses y ocho días en rendir cuentas ante los legisladores, Marcos Peña se presentó por primera vez en el Congreso cuatro meses y 17 después de la asunción de Mauricio Macri como presidente. Distinto es el caso, por ejemplo, de Juan Manzur, quien pospuso más de ocho meses su primera visita al Congreso. O el de Aníbal Fernández, que durante todo el 2015 no dio cuenta del rumbo de la gestión de Cristina Fernández de Kirchner, desoyendo esa disposición constitucional.

PL/DTC