SE ENCUENTRA EN SUIZA

Procesan por lavado a Néstor Ramos, el abogado que conecta los movimientos millonarios de Báez y Garbarino

El juez federal Sebastián Casanello procesó este jueves al abogado ítalo-argentino Néstor Marcelo Ramos como coautor del lavado de casi US$33 millones del empresario Lázaro Báez, exsocio de la familia Kirchner, según el fallo al que accedió elDiarioAR. Ramos fue el presidente y accionista de las sociedades suizas Helvetic Service Group y Swisser AG, también denunciadas por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) en otro expediente por sus nexos con los exaccionistas de Garbarino SA y otras nueve empresas argentinas. 

El procesamiento de Ramos en el caso Báez vuelve a poner bajo la lupa el rol de Helvetic y Swisser AG, ambas manejadas entre 2003 y 2013 por Ramos, y la verdadera finalidad de los servicios prestados por estas sociedades a empresas y empresarios argentinos, además de a Báez.

El dueño de Austral Construcciones fue condenado en febrero a 12 años de prisión por lavado agravado de activos, de acuerdo a la sentencia del Tribunal Oral Federal número 4, pero Casanello aún conserva un capítulo más del caso, enfocado en la pista suiza y el circuito de sociedades offshore y cuentas bancarias en el extranjero que sirvieron al patagónico para concretar la maniobra que le valió la condena.

El magistrado también embargó a Ramos por la suma $36.587 millones y ordenó trabar embargos sobre los bienes de Helvetic (por más de $33.567 millones) y de la sociedad uruguaya Wodson International SA (por más de $9.609 millones), también manejada entonces por Ramos y utilizada en el esquema de lavado de dinero orquestado por Báez y sus colaboradores, según el juez.

Ramos es abogado, recibido en la Universidad de Córdoba y especializado en derecho societario. Tiene 58 años y pasaporte italiano. Está radicado hace años en Lugano, Suiza, desde donde prestó servicios a sus clientes argentinos durante una década. Fue citado a indagatoria en abril de 2016 por el caso Báez pero el juez y el fiscal Guillermo Marijuan recién pudieron indagarlo este año, semanas antes de la feria judicial de invierno, ya que las autoridades suizas se negaron a extraditarlo durante los últimos cinco años. 

Ramos llegó a tener pedido de captura internacional por esta causa. En las últimas semanas, Suiza accedió a que sea indagado por la Justicia argentina por videoconferencia y desde el país helvético, donde se encuentra el acusado y atravesando un delicado estado de salud.

Casanello estableció que “el aporte efectuado por Ramos consistió en figurar -a través de las sociedades vehículos que detentaba- como dueño aparente de los negocios e inversiones desplegadas por el Grupo Báez” y que fue “una mera pantalla destinada a ocultar al verdadero dueño del dinero”. 

Conexiones en Comodoro Py

Ramos y sus sociedades suizas conectan los movimientos millonarios de Báez, Garbarino SA y otras nueve compañías argentinas, según la denuncia de la AFIP que reveló elDiarioAR en julio y que data de finales de 2017. 

En el caso de Garbarino, las sociedades Helvetic y Swisser AG fueron denunciadas por la AFIP por haberse llevado unos US$30 millones de la empresa argentina en 2013; y por haber movido acciones por otros US$13 millones de la cadena de electrodomésticos y otras nueve compañías (sólo por parte de Swisser AG, entre 2004 y 2015) de diversos rubros: construcción en la obra pública, bienes raíces, frigoríficos, agropecuaria, venta de electrodomésticos, fabricación de cuero y calzado. Se trata de Instrumentos Musicales SA (Promúsica), Decavial SA, Copelle SA, Adanti Solazzi y CIA, Frigorífico Gorrina SA, Río Rojo SA, DesDelSur SA, Estancias San Francisco SA, Maquinarias Zurich SA y Garbarino SA.

Ni accionistas ni ejecutivos de Garbarino o las otras nueve empresas han sido imputados ni citados por la denuncia. El fiscal del caso desestimó la denuncia del fisco, único acusador en la causa, que instruye el juez Julián Ercolini.

Una mera pantalla destinada a ocultar al verdadero dueño del dinero.

El fiduciario suizo

Durante su indagatoria, Ramos presentó un escrito y dijo que actuó como fiduciario, es decir, como administrador de dinero ajeno, lo que no implicaría la comisión de ilícitos. Sin embargo, Casanello sostuvo que no hay ningún tipo de documento que avale esa prestación de servicios, la creación de un fideicomiso o la admisión de que manejaban el patrimonio de Báez. Además, destacó que el propio empresario negó su vínculo con Helvetic durante la instrucción de la causa.

El abogado ítalo-argentino también había planteado en un descargo que el dinero que manejó provenía de actividades lícitas e identificables con los Baéz, por lo que no había existido un plan para ocultar la procedencia de los fondos que manejó en Suiza. En su fallo de este jueves, el juez afirmó que el dinero que circuló en las cuentas en el exterior no se encontraba bajo la titularidad de las empresas de la familia Báez, sino a nombre de “sociedades de cartón” panameñas administradas por asesores del empresario y la financiera SGI, información que fue corroborada por Suiza.

¿Qué servicios prestó Ramos a sus clientes argentinos? En el caso Báez, Casanello determinó que la participación de Ramos en el entramado financiero “consistió en ocultar al verdadero dueño del dinero” y “brindarle apariencia de licitud, simulando la inversión de una empresa extranjera”. Para la maniobra, se utilizó a Helvetic, que llegó a adquirir la financiera SGI, conocida como “la Rosadita”, con sede en Puerto Madero, desde la cual operaban los Báez. 

La AFIP sospechaba que esos servicios fueron para más de un empresario local y así lo sostuvo cuando denunció a los exaccionistas de Garbarino en 2017, según la denuncia que consta en la causa de Ercolini.

“Ramos era lo que se conoce como un facilitador profesional: un profesional que presta el servicio de diseñar estrategias, de forma intencionada y activa, para facilitar la comisión de delitos”, concluyó el juez Casanello en el escrito de procesamiento.

La suiza

Helvetic actuaba como una fiduciaria que intervenía en negocios diversos en nombre propio, pero por cuenta y orden de terceros, según el procesamiento de Ramos. “Su servicio principal consistía en operar como cara visible de titularidades societarias y operaciones bancarias realizadas por orden y en beneficio de sus clientes, quienes permanecían ocultos”, sostuvo el fallo.  

“También existen pruebas de que dicha firma habría sido utilizada por otras personas o grupos empresarios ajenos a los aquí investigados”, dijo Casanello, y citó al Grupo Garbarino, entre otros. También remarcó que su juzgado denunció el vínculo de la suiza con la cadena de electrodomésticos ante la Justicia en 2016. La causa fue cerrada. Un año y medio después, la AFIP volvió con nueva información sobre las suizas y sus nexos con Garbarino y otras nueves empresas, lo que originó una segunda causa.

Ramos era lo que se conoce como un facilitador profesional: un profesional que presta el servicio de diseñar estrategias, de forma intencionada y activa, para facilitar la comisión de delitos.

Al procesar a Ramos, Casanello sostuvo que está probado que millones en negro salieron del país “clandestinamente” y terminaron depositados en distintas instituciones bancarias suizas, “en cuentas de titularidad de compañías de acciones al portador radicadas en paraísos fiscales, propiedad de Báez y de sus familiares directos”.

Para la maniobra, se abrieron cuentas bancarias en Panamá y Suiza, en instituciones financieras como Unibank and Trust Inc., Balboa Bank & Trust Corp., FPB Bank Inc., Banco Trasatlántico (todos en Panamá) y PKB y Safra Sarasin (Suiza). 

Una vez repartido el dinero en las cuentas suizas, “se puso en operatividad el plan para reingresar esos fondos a la Argentina de una manera que tuviera apariencia de legalidad. Aquí es donde vuelve a ser funcional Néstor Marcelo Ramos y sus ‘empresas de cartón’”, explicó el magistrado.

También existen pruebas de que dicha firma habría sido utilizada por otras personas o grupos empresarios ajenos a los aquí investigados.

Desde Helvetic, manejó parte de las cuentas bancarias que movieron millones de dólares. Ramos actuó como “administrador”, registró la apertura de cuentas en Suiza, que tenían a los hijos de Báez como beneficiarios finales; y luego se encargó de blanquear esos fondos y reingresarlos en apariencia de legalidad a la Argentina.

Para ellos, desde las cuentas en Suiza, se llevó adelante una operación de compra de bonos soberanos que luego fueron liquidados en el Mercado de Valores de Rosario y su producido terminó depositado en la cuenta corriente de Austral Construcciones SA, en el Banco de la Nación Argentina, sucursal Plaza de Mayo, dice el fallo. El valor de los títulos una vez operado el vencimiento fue de US$32.800.000 que se depositaron en pesos.

Helvetic necesitó de la intermediación de un agente de bolsa, Financial Net Sociedad de Bolsa SA, que liquidó los bonos adquiridos en el exterior.

En todo este proceso, Ramos participó de esos trámites junto a colaboradores directos de Báez, ordenó transferencias, firmó documentos, autorizó movimientos de dinero y de bonos, y hasta viajó a Argentina para encargarse de las tratativas personalmente, según el fallo. También hizo lo necesario en Suiza: presentó ante las autoridades del banco Safra documentos que intentaban respaldar los movimientos millonarios en dinero que regresaron a Argentina entre diciembre de 2012 y abril de 2013, sostuvo el juez.

ED