En Diputados

¿Rompen el pacto de silencio? Llaman a dar una explicación oficial a los libertarios que visitaron a los genocidas

¿Romperán el pacto de silencio los diputados que organizaron la visita a genocidas en la cárcel de Ezeiza? La pregunta quedó en el aire este martes tras una nueva reunión de comisión en la Cámara baja donde se decidió “invitar” a exponer la semana que viene por escrito o de manera presencial a los legisladores de Javier Milei que se encontraron con represores condenados por delitos de lesa humanidad.

Esa medida tomó la macrista Silvia Lospennato al frente del plenario de las comisiones de Reglamento, Peticiones y Poderes y de Asuntos Constitucionales. Buscó así descomprimir la tensión que existe entre las bancas ante la falta de un acuerdo político sobre si hay que investigar o no, y eventualmente sancionar, a los libertarios que se entrevistaron con Alfredo Astiz y otros genocidas de la última dictadura.

Los diputados Beltrán Benedit, Guillermo Montenegro, Alida Ferreyra y María Fernanda Arauja tienen ahora una posibilidad “amable” para explicar por qué fueron hasta Ezeiza el 11 de julio pasado. Son los únicos del grupo que no hablaron en el ámbito de la Cámara baja ni en ante los medios de comunicación, como sí hicieron Lourdes Arrieta y Rocío Bonacci, que aseguraron haber sido “engañadas” para participar del viaje y acusaron al resto de sus pares sobre todo a Benedit como el principal organizador de la visita.

“Es una invitación para que personalmente o por escrito puedan hacer su descargo”, explicó Lospennato este martes al cierre de la reunión de comisiones que terminó sin una definición sobre qué hacer a futuro. La referente del PRO insistió varias veces en que no es el plenario el que debe investigar a los oficialistas, sino que tiene que haber un despacho de las comisiones que tiene que ser aprobado por una mayoría en el hemiciclo

El partido amarillo está abroquelado con La Libertad Avanza (LLA) para evitar que la polémica pase a mayores, mientras el kirchnerismo y la izquierda exigen que además de una puntillosa investigación también haya una sanción disciplinatoria. La sospecha principal de los opositores es que la visita a Ezeiza correspondía a “un plan de impunidad” para sacar a los represores de las cárceles, a partir de la conexión de Benedit y otros libertarios con el cura Javier Olivera Ravasi, quien preparó el encuentro en el penal y aparece en los chats hacienda referencia a un proyecto de ley de amnistía.

La sospecha principal de los opositores es que la visita a Ezeiza correspondía a “un plan de impunidad” para sacar a los represores de las cárceles, a partir de la conexión de Benedit y otros libertarios con el cura Javier Olivera Ravasi, quien preparó el encuentro en el penal y aparece en los chats hacienda referencia a un proyecto de ley de amnistía

La oposición más dura también reclama interpelar a la ministra Patricia Bullrich como responsable del Servicio Penitenciario Federal, ya que su director, Fernando Martínez, es mencionado en los chats filtrados como quien le permitió a los libertarios entrar a Ezeiza sin ningún tipo de control y hasta con teléfonos celulares. De ahí provino la foto en la que se ve a cinco de los seis legisladores con el nutrido grupo de condenados por delitos de lesa humanidad. En esa imagen, además de Astiz, quien se infiltró en las Madres de Plaza de Mayo y secuestró a las monjas francesas, también se los ve a Raúl Guglielminetti (exagente de inteligencia del Batallón 601) o Carlos Guillermo Suárez Mason Jr. (exmarino responsable de delitos de lesa humanidad en la ESMA), entre otros.

El debate en el plenario de comisiones de este martes estuvo marcado por el cruce de acusaciones entre los legisladores. “Quieren un repudio light”, acusó el jefe de la bancada de Unión por la Patria, Germán Martínez. “Lo único que han hecho durante la jornada fue provocar, nada que ver lo que se está discutiendo. Ustedes son el partido del menemismo que sancionó el indulto”, le espetó al santafesino Lospennato. “No hay delito ni deshonra”, señaló el macrista Alejandro Finnochiario.

El pacto de silencio

A casi dos meses después de que estallara el escándalo por la visita a genocidas en Ezeiza, las únicas voces que se conoce de los diputados que fueron a Ezeiza son las de Arrieta y Bonacci. En la propia Cámara baja y en los medios aseguraron haber sido engañadas. Arrieta de hecho generó un terremoto político porque llevó el caso a la Justicia, y luego renunció a la bancada oficialista ante una inminente expulsión. 

Pero el resto de los legisladores mantienen un pacto de silencio hasta ahora inquebrantable. Benedit sí habló en el grupo de WhatsApp libertario apenas se reveló el viaje a la cárcel. En su momento hizo una justificación que abona la idea que luego se confirmó con el resto de los chats revelados por Arrieta de que habría un plan oficialista para eximir de responsabilidades judiciales a los genocidas. “Fuimos a ver ex combatientes que libraron batallas contra la subversión marxista por orden de un gobierno constitucional”, escribió en su momento el diputado por Entre Ríos. Rechazó enfáticamente el calificativo “represores”, dijo que denunciará a los jueces que los condenaron en el Consejo de la Magistratura e hizo alusión al propio Milei: “El presidente combate en la política a esta ideología terrorismomarxista”.

Apenas días después de que se conociera la polémica, elDiarioAR abordó a Benedit en el marco de la feria agrícola de La Rural de Palermo, pero el legislador se negó rotundamente a hacer declaraciones. Solo dijo que guardará silencio por un tiempo y negó que su visita a Ezeiza haya sido, al menos, polémica.

Cuando el tema llegó a Diputados a fin de julio, los libertarios esperaban que hubiera una declaración votada por el recinto para salir a hablar públicamente. Al menos así coincidieron Montenegro y Ferreyra ante la consulta de este medio. Pero como la Cámara baja se enfrascó en una discusión por el tono del repudio y no hubo acuerdo para votarla y tampoco para conformar una comisión investigadora, los diputados siguieron en silencio. 

Hace dos semanas, cuando el bloque de LLA erupcionó en una reunión con ribetes novelescos con gritos y llantos que terminó con la salida de Arrieta, desde la cúpula libertaria en Diputados –Martín Menem y Gabriel Bornoroni– reforzaron la orden de ya ningún libertario hable de la polémica. El titular del bloque siempre se mantuvo en la línea discursiva de que en el Gobierno no se impulsa una amnistía para los represores y que la visita a Ezeiza no fue ni siquiera una acción moralmente repudiable. Pero nunca hubo explicaciones oficiales de cómo se armó el viaje a Ezeiza y de por qué y para qué se entrevistaron con genocidas. ¿Qué dirán la semana que viene los protagonistas?

MC

MC/JJD