Silvia Lospennato, la última soldada PRO en un partido al borde de la implosión
Militante feminista en el PRO y arquitecta legislativa de la Ley Bases para Milei, la diputada defiende al Gobierno desde el partido que preside Mauricio Macri. Se resiste a la migración a las Fuerzas del Cielo y acompaña al expresidente de la Nación. Es la autora intelectual de la Ficha Limpia, que logró forzar al Gobierno a aprobar la ley.
Silvia Lospennato, diputada del PRO por la Provincia de Buenos Aires. Juan Vargas | NA
El mensaje del Presidente llegó unas horas después de que se cayera la segunda sesión de Ficha Limpia por falta de quórum. Nadie le había advertido a Silvia Lospennato lo que ocurriría: una retirada masiva del recinto, digitada desde Casa Rosada, para evitar el tratamiento de su proyecto insignia. Se quedó esperando, incrédula y traicionada, la media hora reglamentaria. Hasta que Martín Menem, que no la podía mirar a los ojos, anunció lo evidente y la diputada del PRO tomó la palabra para denunciar que, ese día, “los corruptos festejaban”. Milei se contactó después: le mandó un mensaje, conversaron, dio algunas excusas ý le prometió que impulsaría una nueva ley.
El mandatario cumplió: esta semana se aprobó en la Cámara de Diputados con 144 votos. Lospennato le reconoció el gesto humano de llamarla. Ella no es amiga del Presidente. No se junta a almorzar en Olivos como Cristian Ritondo ni chatea seguido como Damián Arabia, que al día siguiente de la aprobación de Ficha Limpia se reunió con Milei en Casa Rosada para celebrar. Fue Arabia, exarmador de Patricia Bullrich durante la campaña presidencial, quien fue a Casa de Gobierno, no Lospennato.
“Yo a veces le pregunto a Silvia. ‘¿Por qué haces todo esto? Nadie te pide tanto’. Pero Silvia es el deber ser, le gusta que la feliciten”, cuenta un dirigente larretista que le tiene cariño pero con quien ya casi no habla. Lospennato se distanció de muchos de sus excompañeros. Impulsora feroz de la campaña de Horacio Rodríguez Larreta en la interna con Patricia Bullrich, no se fue al Movimiento al Desarrollo (MAD, el think tank que armó Larreta tras perder las elecciones) junto a Pablo Avelluto, Guadalupe Tagliaferri o Emmanuel Ferrario.
Silvia Lospennato cuando se sumó al equipo de Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad, junto a Waldo Wolff y Martín Redrado NA
Tampoco se fue con Emilio Monzó, su padre político, la persona que la ingresó al mundillo PRO, cuando el operador todoterreno se peleó con Mauricio Macri y abandonó el espacio allá por 2019. En 2019 y 2023, después de las dos derrotas electorales, Lospennato decidió quedarse en el PRO. Y ahora, frente al éxodo de dirigentes amarillos a las fuerzas del cielo, decide quedarse de nuevo con Macri. Una de las últimas leales en un barco que se hunde.
Resistiendo con aguante
Fue Macri quien le pidió que ayudara a Milei apenas asumió. La Libertad Avanza acaba de llegar al poder, tenía una cuarentena de diputados, siete senadores, y casi ninguno había pisado antes el Congreso. Muchos menos tenía conocimiento de lo que era un dictamen o una orden del día. Lospennato recogió el guante.
Exsecretaria parlamentaria del partido, Lospennato fue la arquitecta del tratamiento legislativo de la Ley Bases. Se hizo cargo del andamiaje parlamentario y fue la responsable de que la propuesta refundacional de Milei —que le delegó facultades extraordinarias para disolver organismos, habilitó la privatización de empresas públicas y estableció un régimen de inversiones con beneficios millonarios para las multinacionales— se sancionara.
Detractores y aliados estaban sorprendidos. De referenta de “Las Sororas” —el grupo de legisladoras que impulsaron la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y la Ley Micaela— a asesora legislativa de Milei. De militante feminista en el PRO a defensora a ultranza en el recinto del gobierno libertario, que compara a los homosexuales con pedófilos y trabaja para eliminar la figura del femicidio. Sin embargo, ella separó la paja del trigo: tras el ofensivo discurso de Milei en Davos, que provocó la marcha antifascista organizada por el movimiento LGBTQ+, la diputada posteó en Twitter que seguirá “apoyando el programa económico” pero que a la vez va a “seguir defendiendo con la misma convicción la pluralidad de voces, el respeto irrestricto al proyecto de vida de cada persona, la libre elección de a quien amar y todos los tipos de familias, las políticas que traten iguales a los iguales y también las que disminuyan las desigualdades para que las circunstancias en que te tocó nacer no determinen el resto de tu vida”.
Lospennato defiende al gobierno desde el PRO. Se mantiene junto a Macri, integra su “mesa de trabajo” para negociar con La Libertad Avanza y se hará cargo de la Fundación Pensar cuando Vidal pase a trabajar como jefa de campaña de Jorge Macri en las elecciones porteñas. En un PRO cada vez más debilitado, Lospennato resiste.
La interna PRO
Patricia Bullrich fue la primera en pegar el portazo. Acordó con Milei a espaldas de Macri, se convirtió en su ministra de Seguridad y, tras consolidar su relación con Karina Milei, se encargó de romper al PRO allá donde pudo. Lo hizo en la Legislatura bonaerense, donde rompió el bloque junto a la senadora provincial Daniela Reich, quien es también la esposa de Diego Valenzuela. Lo hizo después en la Legislatura porteña, donde rompió el bloque junto a su mano derecha, el legislador Juan Pablo Arenaza.
A Bullrich le siguió el resto. Diego Kravetz, Valenzuela, Néstor Grindetti y, después, los que están sólo precalentando para seguirles los pasos, como Diego Santilli o Guillermo Montenegro. “El principal objetivo de Milei es hacer desaparecer al PRO. Patricia fue la primera que lo vio, y le pagaron su lealtad. Macri no quiso, dilató el tiempo y cada vez tiene menos poder”, explica un bullrichista.
Mauricio Macri y Soledad Martínez, vicepresidenta del PRO e intendenta de Vicente López NA
El macrismo —lo que queda de él— se divide, mientras tanto, en dos sectores. Los que presionan por cerrar un acuerdo con LLA y amenazan con abandonar el partido si Macri continúa resistiéndose. Y, por el otro lado, los que no le cierran la puerta a un acuerdo pero coquetean con la idea de ir por afuera. Estos últimos, que esperan a que el Presidente de una señal, constituyen un grupo cada vez más reducido: está Macri y su mesa chica, integrada por figuras como Darío Nieto, Guillermo Dietrich, Soledad Martínez o el santiagueño Facundo Pérez Carletti. Pero por fuera de ese grupo, una de las pocas que aún resiste es Lospennato.
Macri vs el resto
El otro grupo es mayoritario y cuenta con el poder territorial de la Provincia de Buenos Aires. Son Ritondo, Santilli, Montenegro y Alejandro Finnochiaro, que el próximo lunes se reunirán en San Telmo para ordenar y contener a la tropa de intendentes y referentes bonaerenses. Hay enojo con Macri: lo acusan de estar sólo interesado en conservar la Ciudad de Buenos Aires y de desentenderse del resto de los distritos.
“En el PRO tenés dos grupos: la patronal y los trabajadores. La patronal son los Macri. Y el resto somos trabajadores. Los trabajadores le estamos pidiendo acordar, pero Macri nos dilata”, grafica un dirigente bonaerense. El malhumor crece y amenaza con estallar en cualquier momento. Más de uno, incluso, está buscando la excusa, la casus belli que le permita romper el PRO sin “traicionar” a Macri.
Los Macri, Jorge y Mauricio, resisten a la fusión con LLA NA
La casus belli casi sucede el martes pasado, cuando Jorge Macri invitó a Ritondo, Vidal y varios dirigentes bonaerenses a una reunión del gabinete ampliado. El objetivo era mostrar músculo político frente a la guerra abierta que sostiene con Karina Milei por el control de la Ciudad. “Quería dejarnos marcados cuando puteara a Milei. Piensan que seguimos siendo sus empleados y que no nos vamos a levantar e ir. Se equivocan”, advierte un dirigente. A Jorge lo salvó la lluvia: el encuentro se suspendió y, así, el peligro de que una parte de sus invitados se levantara en cámara durante su discurso se evaporó.
El tiempo, sin embargo, se agota y las presiones internas son cada vez mayores. Los macristas que todavía respaldan a Macri se defienden argumentando que es el Gobierno quien no quiere negociar. Admiten, incluso, que sería un grave error no cerrar una alianza electoral en PBA, en donde la última vez que fueron separados -en 2023 Santilli fue por el PRO y Carolina Píparo por LLA- ganó el peronismo. Pero cada día que pasa, Macri se queda más solo. “Y un día va a quedar ahí solo Lospennato”, profetiza, irónico, un dirigente PRO.
MC/JJD
Te necesitamos para seguir
Hacete socio, hacete socia
Queremos seguir cubriendo noticias y contando historias que te permitan tomar decisiones informadas. Nos sostiene el aporte voluntario de nuestros socios y socias. Por eso, te pedimos que te sumes: el valor de una membresía es equivalente a un poco más que un café, pero su impacto en la continuidad de un periodismo libre es enorme. Sumate acá ahora.