LA DISCUSIÓN EN EL CONGRESO

Unión por la Patria se resigna a que Milei tenga su “ómnibus” pero en una versión moderada

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El peronismo, que tácticamente Javier Milei unifica bajo la categoría de “kirchnerismo”, terminó de digerir esta semana que salvo que se produzca un milagro político, no podrá hacer nada para evitar que el Gobierno logre, antes de que termine enero, la aprobación de la ley ómnibus. Eso, al menos, en la Cámara de Diputados, donde luego de tres días de intensas reuniones de comisión en los que terminó de perfilarse una hoja de ruta que deja una señal política específica: la soledad, casi extrema, de Unión por la Patria (UxP).

“Somos una mancha venenosa”, admite un diputado de buen diálogo con la oposición. “No hay forma que aparezcamos abrazados a ustedes”, le trasmitió un legislador radical a una par peronista. Es el karma: con 102 diputados, el bloque más numeroso, UxP se convirtió en una oposición casi simbólica porque perdió, per se, su poder de bloque sino que en la práctica le resulta muy difícil, casi imposible, construir alianzas con otros armados opositores.

Puede, según apuestan en el bloque que preside Germán Martínez y en cuya mesa chica están la camporista Paula Penacca y la massista Cecilia Moreau, que en algunos renglones de la megaley se pueda construir una mayoría amplia pero lo que parece complicado es que esa mayoría se base en UxP. Traducción: si hubiese un megaacuerdo ocasional, para algo muy específico, podría funcionar pero sistémico y ajustado no.

Un ejemplo: el capítulo de reformas en materia de Seguridad, que fue a defender Patricia Bullrich, tendría respaldo de casi todos los espacios, quizá con algunas reservas de la Coalición Cívica, menos de UxC y la izquierda. Pero esa sumatoria se reduce a 107 votos. Ante una sugerencia del PRO, la ministra, y excandidata presidencial, anunció en su visita al Congreso que sacarán de la ley la extravagante propuesta para imponer que reuniones de más de 3 personas en la vía pública deban ser informadas a las fuerzas de Seguridad.

No se terminan de entender esas iniciativas: si responden a una lógica de llevar todo al extremo para luego ceder algo y que otras propuestas no parezcan tan alocadas o se trata, simplemente, de ideas reales más allá de que a simple vista resulta insólita la sola posibilidad de enunciarlas. Por lo pronto, Bullrich entró en razones y aniticipó que aceptarán que se retire ese artículo pero casi no habrá modificaciones en el resto de las disposiciones que, según el peronismo, “criminanlizan la protesta social”.

Ese capítulo es interesante porque UxP solo tiene como aliado al FIT mientras que otros sectores, un sector de la UCR y algunos provinciales que podrían estar cerca en otros puntos, no están dispuesto a aparecer como aliados del PJ en ese tema porque, a grandes rasgos, comparten las propuestas de Bullrich o entienden, al menos, que tiene algún nivel de adhesión social. Por caso, el peronismo cree que puede sumar apoyos de radicales con terminales en Gerardo Morales pero no en este tema que, justamente, el exgobernador de Jujuy respalda de punta a punta.

Dilemas

Ante el karma de no poder sumar socios para bloquear la ley o rechazar el DNU, UxP se prepara para digerir una potencial derrota legislativa donde, de todos modos, la decisión es tener una postura de rechazo explícito y en todos los frentes. Una teoría, simple y de manual, es aparecer como una oposición abierta y clara para dejar testimonio del rechazo a las medidas de Milei y, en paralelo, visibilizar que otros espacios opositores funcionan como colaboradores de la Casa Rosada.

En cierto modo, la posición pública de UxC debería servir de manera lateral para fortalecer la posición de otros espacios opositores que rechazan distintos segmentos de la ley ómnibus. En el peronismo ven que La Libertad Avanza (LLA), logró cierto acuerdo y se encamina a lograr la aprobación de la ley aunque no está claro el nivel de reforma que aceptará la Casa Rosada y, por el otro lado, qué está dispuesto a ceder el mega bloque opositor que conforman radicales, provinciales, ex PRO y cordobeses, que son la puerta para lograr el número a la alianza entre LLA y el PRO que ronda los 80 votos.

En el peronismo se preparan para que avance una ley donde a Milei le volteen la eliminación de la fórmula de actualización jubilatoria, el tramo de reforma de la ley de Pesca, le reduzcan a 1 año a renovar por el Congreso la cesión de facultades legislativas y le pongan condiciones al plan privatizador de empresas públicas, con rechazo a que venga YPF y el Banco Nación, y un mayor protagonismo del Congreso en los trámites de licitación, armado de pliegos y venta. “No podemos repetir lo de los '90 que estuvo mal hecho y dio lugar a operaciones turbias”, explicó a elDiarioAr un diputado opositor que no es de UxP.

También caería el tramo de reforma Electoral -que piden que pase a sesiones ordinarias-, las modificaciones en el régimen de biodiesel y seguramente le corrijan, hacia abajo y unificado, el capítulo referido a retenciones a las exportaciones. Para el peronismo no hay una ley “posible” que permita un acuerdo con LLA pero teme, en paralelo, que pueda sufrir algunas fugas. La reunión de hace una semana del gobernador tucumano Osvaldo Jaldo y la de esta de Raul Jalil (Catamarca) con el ministro del Interior Guillermo Francos, pusieron en alerta a los diputados sobre eventuales fugas.

PI/JJD