Asesinaron a la madre de un hijo de desaparecido en Córdoba y le dejaron una amenaza: “Ahora vamos por tus hijos”

elDiarioAR

4 de agosto de 2024 16:02 h

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Susana Beatriz Montoya, de 74 años, fue asesinada en su hogar en el barrio Ampliación Poeta Lugones, al norte de la ciudad de Córdoba. El crimen, que ha conmocionado a la comunidad, muestra claros signos de violencia: la víctima sufrió un fuerte golpe en la cabeza y un corte fatal.

Susana Montoya era la madre de Fernando Albareda, un conocido militante de la agrupación Hijos, que lucha por la memoria y justicia de las víctimas de la dictadura militar en Argentina. Fernando es hijo del subcomisario Ricardo Fermín Albareda, quien fue torturado y presuntamente asesinado durante la dictadura y cuyo cuerpo aún permanece desaparecido.

Junto al cuerpo de su madre, Fernando Albareda encontró un mensaje pintado en la pared de la casa que decía: “Los vamos a matar a todos. Ahora vamos por tus hijos. #Policía”, señala La Voz.

Hasta el momento, las autoridades no han confirmado que se tratara de un robo, ya que no se encontraron signos de que se hubiese forzado alguna entrada en la vivienda. Sin embargo, la casa presentaba un gran desorden, y el cuerpo de Montoya fue hallado en el patio.

El episodio generó una profunda preocupación entre los organismos de Derechos Humanos de la Provincia, quienes han manifestado su dolor y alarma por la violencia y amenazas dirigidas contra la familia Albareda.

Antecedentes de amenazas

Este no es un hecho aislado, informa el portal Cba24n. El 8 de diciembre del año pasado, Fernando Albareda recibió fuertes amenazas en su domicilio. Encontró carteles con esvásticas y seis proyectiles de armas de fuego junto a mensajes intimidatorios que decían: “Sos hijo de Terrorista. Se te terminaron los amigos de la Policía. No vayas más a la EZC (escuela) ni a la Jefatura. Va a morir. Te vamos a juntar con tu papito”.

Ricardo Fermín Albareda, padre de Fernando, fue subcomisario en la División Comunicaciones de la Policía local y militante del ERP. El 25 de septiembre de 1979, fue secuestrado por una patota del D2 y llevado al centro clandestino conocido como “Embudo” o “La Casa de Hidráulica”. Allí, fue brutalmente golpeado, torturado y castrado, según testimonios, murió desangrado. Su cuerpo nunca fue encontrado.

AB