Leonardo es el padre de David, un adolescente de 14 años que murió asfixiado el 30 de diciembre de 2004 en el boliche de Once por la fatal combinación de sobreventa de entradas, emanación de gases tóxicos del techo en combustión y la puerta de emergencia cerrada durante un recital de Callejeros.
“Nosotros siempre habíamos pedido a la Justicia entrar para retirar las pertenencias de nuestros hijos - que para ellos quizás eran basura- pero nunca nos hicieron caso, por eso cuando me enteré que estaban haciendo obras, me agarró 'el raye' y salí de mi trabajo con una masa y un cortafierro”, contó. Y añadió: “Cuando empecé a abrir el boliche, vinieron varios patrulleros pero les expliqué que lo único que quería es recuperar las cosas dejadas por nuestros chicos en el último lugar donde estuvieron con vida, como celulares, documentos, banderas, remeras”.
Tras negociar con la autoridad policial, Chaparro pudo entrar custodiado por tres policías y dos empleados de seguridad del inmueble. “Al ingresar vimos que no había nada, ni el escenario, ni la barra, ni las banderas que todavía estaban en la pericia ocular de 2012. Habían limpiado con una hidrolavadora las marcas de manos en paredes y todas las pertenencias de los chicos ya no estaban. Después supimos que las habían tirado en dos volquetes, borrando la memoria de nuestros hijos”, aseguró sobre lo ocurrido a fines de marzo de 2019.
Cuando empecé a abrir el boliche, vinieron varios patrulleros pero les expliqué que lo único que quería es recuperar las cosas dejadas por nuestros chicos en el último lugar donde estuvieron con vida
Cinco meses antes de que Chaparro decidiera irrumpir en el lugar, el TOC 24 le había devuelto las llaves del inmueble a Rafael Levy, su propietario, que en 2012 fue condenado a cuatro años y medio de prisión por incendio culposo calificado, pena confirmada por la Cámara al año siguiente.
“Yo tenía la esperanza de traer las banderas y algunos objetos que habían quedado para que estén en el museo, para transformarlo en algo que sirva para la sociedad como prevención. A mi hijo lo encontré con una sola zapatilla, ni el short ni la remera. En algún rincón de Cromañón habrán quedado esas pertenencias y así le pasó a cientos de chicos”, dijo.
Del sitio de la memoria que se va a construir allí según dispone la ley de expropiación aprobada por el Congreso, Chaparro espera que sea “útil” y “nada lucrativo”.
Por el incendio de Cromañón el entonces jefe de gobierno porteño Aníbal Ibarra fue destituido en 2006 en el marco del juicio político que se le inició en la Legislatura, aunque no prosperaron las denuncias judiciales. En cambio, en 2009 la Justicia condenó al gerenciador del local Omar Chabán, al manager de la banda Diego Argañaraz y al subcomisario Carlos Díaz, al coordinador general del boliche Raúl Villarreal por los delitos de incendio doloso y cohecho. Fabiana Fiszbin y Ana María Fernández fueron encontradas culpables de incumplimiento de los deberes de funcionario público y los integrantes de Callejeros, el comisario Miguel Belay y el funcionario Gustavo Torres fueron absueltos.
En 2011 Casación atenuó las calificaciones de incendio doloso a culposo -y achacó esa misma figura a los integrantes de Callejeros- y de incumplimiento a omisión de los deberes de funcionario público.
NB con información de agencia Télam.