Cannabis medicinal: Crean una mesa nacional para potenciar su desarrollo en el país

A tres meses de la promulgación de la Ley 27.669, se creó la Mesa Estratégica de Cannabis y Cáñamo Industrial para potenciar la producción en el sector que aún está en desarrollo. El encargado de regular el espacio será el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y va a articular con otros organismos y universidades públicas. 

La semana pasada, el Gobierno Nacional publicó en el Boletín Oficial la creación del organismo que se va a encargar de la fiscalización y el control sanitario de la producción del cannabis medicinal y el cáñamo industrial. “La producción hoy en Argentina todavía es bastante restringida. Es un sector que está en desarrollo y que manifiesta oportunidades para las distintas regiones del país y el Senasa entiende que en función de sus competencias tiene que poner un especial foco en esto”, afirmó el coordinador de la Mesa, Diego Ezequiel Peña, en diálogo con elDiarioAR.

El organismo controlorá las operaciones para evitar la venta de productos o sustancias prohibidas que afecten la salud de los consumidores. “El espíritu es estar cerca de la producción en todo el país y uno de los desafíos es interpretar la realidad del sector. Por eso, la principal función será la articulación interna de manera transversal con todas las áreas del Senasa. Ya estamos avanzando en cuestiones concretas, analizando y promoviendo la actualización de normativas y también promoviendo nuevas”, agregó el funcionario. También indicó que se abrieron consultas públicas para generar nuevas normativas.  “Buscamos herramientas que nos protejan, nos potencien y nos cuiden en el marco de la salud pública y de nuestro estatus sanitario. Pero que también nos permitan aprovechar las oportunidades que se están generando para la producción e industrialización nacional”, agregó.

La Mesa trabajará en conjunto con otros organismos, consejos y universidades vinculadas a este sector como el Instituto Nacional de Semillas (INASE), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). “Será muy importante el rol del Senasa como socio estratégico como un reaseguro de la calidad de la producción de cannabis medicinal y cáñamo industrial, así como de los productos obtenidos de ella”, agregó Peña. Además, destacó el rol del Registro Nacional Fitosanitario de Operadores de Material de Propagación, Micropropagación y/o Multiplicación Vegetal, en el que deben inscribirse los viveros, y el Registro Nacional de Terapéutica Vegetal, donde se registran los productos fitosanitarios.

La creación de esta Mesa tiene como trasfondo la ley sancionada en mayo de este año, que da el marco regulatorio para la inversión pública y privada en la cadena del cannabis medicinal y Cáñamo Industrial. Una norma que se complementa con la legislación que ya estaba vigente, la Ley 27.350, que autoriza el uso terapéutico y paliativo del cannabis.

La producción estatal de cannabis medicinal

En Argentina son pocos los laboratorios públicos que producen cannabis medicinal: Agrogenética Riojana en La Rioja,  Cannava en Jujuy  y el Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF) en Santa Fe. Son empresas estatales con distintos grados de desarrollo en este sector. 

En julio de este año, el LIF inauguró el Centro de Investigación y Desarrollo de Cannabis Medicinal de Santa FE, donde se plantaron 200 ejemplares de Cannabis Sativa para conseguir materias primas con grado farmacéutico (que hasta el momento se importa) para realizar la producción integral del Aceite de Cannabis de uso medicinal. Por ahora, el aceite a granel llega desde California y los cristales de CBD desde República Checa. “Esa materia prima IFA hoy no existe en Argentina. Esto es para que el día de mañana, podamos hacer lo que hoy estamos importando. Desde Santa Fe para el país y el mundo”, le dijo la directora del LIF, Elida Formente, a elDiarioAR.

“Para nosotros fue un gran paso tener el aceite propio del laboratorio público, pero no nos alcanzaba. Fuimos por la integración hacia atrás y trabajamos en un convenio con el INTA y el Ministerio de Producción, que resultó en el plan de trabajo que se visibiliza en el centro experimental”, agregó.

En octubre del 2021, el laboratorio santafesino sacó el primer lote con 926 frascos para epilepsia refractaria que se distribuyen gratis en el sistema público. “Tener esa materia prima nos va a demorar unos años porque hay que invertir en un equipamiento que no existe. Pero el valor agregado no es el objetivo final sino todo lo que vamos generando. Para ese centro, los proveedores locales tuvieron que adaptarse y cumplir con los requerimientos. Por ende, también estamos marcando un paso para el desarrollo de la industria para quien quiera desarrollarla. Para que puedan tener de referencia a nuestro centro, que es público y de transferencia constante. Si va un cultivador o una asociación civil, le hacemos la transferencia del know-how”, agregó Formente.

CDB/MG