Máximo Thomsen (23), uno de los ocho condenados por la muerte de Fenando Báez Sosa, fue el único que habló ante los jueces de la Sala II de la Cámara de Casación Penal bonaerense Mario Kohan, Fernando Mancini Hebeca y María Florencia Budiño. Entre sollozos aseguró que no tuvieron intención de asesinar a Báez Sosa en la madrugada del 18 de enero de 2020 frente al boliche Le Brique, tal como hizo durante el juicio realizado el último verano ante el Tribunal Oral Criminal (TOC) 1 de Dolores. Reiteró, además, los cuestionamientos a las actuaciones judiciales, especialmente en las primeras horas de la investigación. Casación tiene tiempo hasta marzo para expedirse.
En la sala de audiencias, que fue acondicionada para esta convocatoria técnica, se reencontraron los condenados en primera instancia y los padres de la víctima y sus abogados -Fernando Burlando y Facundo y Fabián Améndola. También estuvo presente la fiscal ante el tribunal, María Laura D´Gregorio. La idea de la jornada es que respaldaran de manera oral los recursos de apelación presentados en marzo, unas semanas después de que el Tribunal de Dolores emitiera el fallo que condenó a prisión perpetua a cinco de los acusados y a 15 años de cárcel al resto.
A lo largo de dos tramos de media hora, tanto la fiscal y los abogados que representan a los padres de Báez Sosa, reclamaron que se confirmen las cinco prisiones perpetuas dictadas por los jueces María Claudia Castro, Emiliano Lázzari y Christian Rabaia, y que los jóvenes que recibieron una pena de 15 años como “partícipes secundarios”, también reciban la pena máxima.
Hugo Tomei, abogado de los jóvenes condenados, estuvo presente en la sala pero no tomó la palabra. Lo hizo su socio, Horacio Henricot durante una hora. En línea con el recurso de apelación, planteó la nulidad del proceso. Cuestionó la actuación de Verónica Zamboni, fiscal de instrucción, y de los jueces de la Cámara de Apelaciones de Dolores. La defensa de los acusados pidió que se aplique la figura del “homicidio en riña” para los casos de Thomsen, Comelli, Benicelli, y Luciano y Ciro Pertossi, sentenciados a perpetua, y la absolución para Cinalli, Viollaz y Lucas Pertossi. Un cambio del delito que se les imputa rebajaría las condenas que los jóvenes recibieron en enero.
La audiencia fue a sala cerrada, a diferencia del juicio en Dolores en la que se permitió el ingreso y permanencia de la prensa en todas las jornadas. Al finalizar la audiencia, Burlando se mostró confiado en que la condena a perpetua “será a los ocho”. Dijo a los medios: “Creo que el tribunal va a dictaminar lo que corresponda, vemos en la sentencia algunas fallas en los razonamientos y de hecho tanto la fiscalía como la defensa han esgrimido esos errores. Creo la condena será a los ocho y no lo contrario”, dijo.
Silvino Báez dijo que están “muy tranquilos”
Silvino Báez, padre del joven asesinado, dijo al salir de la sede judicial que estaban “muy tranquilos” y con “mucha confianza”, y que no vio que los condenados se mostraran “arrepentidos de lo que hicieron”. En cuanto a la declaración de Thomsen, Báez señaló que “hablaba sollozando”, y que “trata de zafar de esto pero están en un lugar muy complicado”.
Fernando Báez Sosa fue asesinado la madrugada del 18 de enero de 2020 a la salida del boliche Le Brique en pleno centro de la localidad balnearia de Villa Gesell, tras ser atacado a golpes por un grupo de jóvenes que habían sido expulsados de la disco. Horas después del homicidio, los ahora condenados fueron detenidos en la casa de veraneo que alquilaban a pocas cuadras de la escena del crimen, y quedaron alojados en la Alcaidía 3 de Melchor Romero, en La Plata.
VDM con información de Télam.