Los fiscales Guillermo Barry y Juan Carlos Castillo de la Unidad Fiscal de Goya hablaron esta tarde en conferencia de prensa para “contar un poquito lo que pasó con el caso Loan” y para explicar qué estuvieron haciendo hasta acá durante la investigación. Confirmaron que la principal hipótesis que manejan es que Loan fue secuestrado por una red de trata de personas y que el botín del nene hallado en el monte fue plantado. Además hicieron una crónica de su trabajo a través de la que repasaron que tomaron conocimiento de la desaparición del niño el jueves 13 de junio “a eso de las 18”, que a partir de la primera información sobre que el menor se había extraviado iniciaron la búsqueda en el monte y con una campaña de difusión en la localidad de 9 de Julio; que el viernes se difundió la imagen del menor y se activó la alerta Sofía. “Desde el día uno no descartamos ninguna hipótesis”, subrayaron.
“Se halló a una distancia de tres kilómetros de la casa de la abuela una zapatilla que luego fue reconocida como perteneciente (a Loan)”, dijeron los fiscales y aclararon que los perros que trabajaron en el terreno no encontraron “ningún rastro hacia ningún lado” que indicara que Loan había llegado hasta allí por lo que concluyeron que “la zapatilla fue colocada en ese lugar” y que “esto se relaciona en cierta medida, entre otras cosas, con una alteración clara de la escena del hecho y con el compromiso concreto y con la responsabilidad penal concreta” del “comisario de la localidad de 9 de Julio” sobre quien agregaron que algunos entrecruzamientos de llamadas arrojaron información importante para la causa, pero que todavía no puede ser develada.
Para los fiscales, la participación de los menores que estuvieron en el almuerzo del 13 de junio fue clave en la reconstrucción de los hechos para entender qué podría haber pasado con Loan. Por eso, luego de someterlos a una Cámara Gesell reconstruyeron el recorrido desde la mesa hasta el naranjal. “Tratamos de que sea en un ambiente que a ellos les resulte lo más tranquilo, apacible, con el acompañamiento de la asesoría de menores y de nuestro personal de la UNAVI (Unidad de Atención y Asistencia a la Víctima)”, explicaron los fiscales.
“Se hizo todo el recorrido, tratamos de que sea lo más espontáneo posible y eso fue, yo creo, bastante esclarecedor. ¿Por qué? Porque tuvimos un panorama mucho más claro cuando llevamos los niños al lugar del hecho. Nos contaron absolutamente todo el recorrido que hicieron desde la casa de la abuela hacia el naranjal y lo más importante para nosotros era determinar por dónde había sido perdido de vista Loan. Efectivamente con esas manifestaciones de los niños tuvimos un panorama claro del lugar. Todos coincidían en cuál era la dirección que el niño Loan había tomado”.
Esta prueba arrojó que la dirección que la víctima tomó fue en sentido de la casa de la abuela, no hacia el campo. “Con el aditamento que no sólo era hacia la casa de la abuela, sino también situándonos que hacia el lado izquierdo existía un alambrado, en sentido recto existía un monte (...) La lógica del sentido común indica que un niño de cinco años que nunca fue al campo difícilmente no se frene, grite, llore, vuelva, retroceda en sus pasos. Entiendo que esa fue una pauta esclarecedora en el sentido que empieza a debilitarse más todavía la hipótesis de la pérdida. Pero no sólo con esto sino con posterioridad también hicimos reconstrucción del hecho con los imputados, concretamente con el imputado Benítez y también con la imputada Millán”, agregaron.
Los perros que trabajaron en los rastrillajes fueron otra pieza clave para tejer la hipótesis vigente que sostiene que Loan fue víctima de una red de trata de personas. Según la fiscalía, “se mantuvieron en el rastro del hogar dentro de la zona comprendida entre la casa y los montes aledaños al naranjal”. Al respecto, explicaron: “Tengamos en cuenta que hay alrededor de 576 metros de la casa de la abuela al naranjal. Estamos hablando de 25 binomios de perros. Algún perro tuvo que haber seguido el rastro de Loan si es que él salió de esa zona. Evidentemente, no salió de esa zona”.
Sobre la prueba odorográfica, la que arrojó como resultado que había “olor a Loan” en la camioneta Ford Ranger y el Ford Ka de Victoria Caillava y Carlos Pérez, la exfuncionaria de 9 de Julio y su marido, un capitán de navío de la Armada retirado, aclararon que el hecho de que haya dado positivo en menor medida en la camioneta y en un 100% en el auto “se relaciona con el tiempo que permaneció Loan” adentro de los vehículos.
MM