El Gobierno sabe que quedan pocas vacunas, por eso forzó una negociación con el Fondo Ruso de Inversión Directa. Entonces, en la madrugada de este jueves, a la 01.05 ,despegará desde Ezeiza un vuelo de Aerolíneas rumbo a Moscú para cargar más dosis de Sputnik V que el viernes llegarán a Buenos Aires.
Ese embarque extraordinario de vacunas es una respuesta acotada a la demanda que existe en todo el país cuando se aproxima el otoño y es muy probable que la segunda ola de la pandemia ejecute su faena entre los grupos de riesgo que aún no fueron inoculados contra el Covid-19.
La Sputnik V se convirtió en las últimas semanas en un bien fundamental para la vacunación de las personas mayores de 60 años ya que hoy en día la Argentina no cuenta con otra vacuna que pueda aplicarse en este grupo etario. Los retrasos en la llegada de las dosis de AstraZeneca y Oxford hacen que el país dependa de los envíos de Moscú para inocularlos.
Es probable que arribe un cargamento de Oxford-Astrazeneca a comienzos de abril, pero todo dependerá de los niveles de producción mundial y de la capacidad de negociación del Gobierno para acceder a millones de dosis que son requeridas a nivel global.
Carla Vizzotti, ministra de Salud, y Cecilia Nicolini, asesora presidencial, ultimaron los detalles para lograr ese embarque extraordinario desde Moscú.
Horacio Rodríguez Larreta, jefe del Gobierno porteño, había revelado a los medios de comunicación que las vacunas para la Ciudad de Buenos Aires se agotarían hacia fin de semana.
El Gobierno nacional recibió hasta ahora 4.050.540 dosis de diversas vacunas contra el coronavirus, de las que ya repartió 3.823.465, es decir que solo resta distribuir el 5,61% de los sueros disponibles. Los datos, que se desprenden de la última actualización del Monitor Público de Vacunación, exponen que la Casa Rosada está a punto de quedarse sin componentes para inmunizar a su población y cerca de Alberto Fernández analizan opciones para intentar destrabar el arribo de nuevos lotes.
NB