La tercera dosis aporta más anticuerpos y más defensas para neutralizar el coronavirus, sea cual sea su variante en las personas de más edad. También con ómicron. Es una de las principales conclusiones del nuevo estudio de seroprevalencia realizado por el Instituto de Salud Carlos III, ENE-COVID Senior, dirigido a medir cuánto dura la inmunidad inducida por las vacunas en mayores de 65 años y presentado por la ministra de Sanidad, Carolina Darias, y el director del organismo, Cristóbal Belda.
El estudio revela por primera vez en qué medida una dosis de refuerzo levanta los anticuerpos neutralizantes, es decir, los que funcionan para controlar la infección una vez entra en las células tras analizar el estado inmunitario de 1.200 personas procedente de residencias de mayores y también captadas en centros de Atención Primaria. Se han detectado 17 veces más frente a la variante delta y 10, en el caso de ómicron.
“Los anticuerpos de la tercera dosis, que además son eficaces, tienen funcionalidad frente a la variable ómicron, incrementando su eficacia hasta en 10 veces frente a su no administración”, ha explicado Belda en la rueda de prensa posterior al Consejo Interterritorial de Salud. Los anticuerpos generales crecen, en la misma línea, hasta 20 veces. Los resultados se han recogido en los últimos cuatro meses con la dificultad de los cambios que ha ido experimentando la pandemia.
El 38,8% de la población española tiene una dosis de refuerzo, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad. Su administración ya está aprobada para todos los mayores de edad, aunque las comunidades están abriendo las citas progresivamente, empezando por los treintañeros, como recomienda Sanidad.
El Ministerio lleva meses insistiendo en la importancia de que las personas mayores se vuelvan a vacunar y entre los ciudadanos de 70 en adelante ha tenido una muy buena adherencia: el 89% ya tiene la tercera dosis. “La eficacia es suficientemente relevante”, ha precisado Darias.
Los últimos datos del ENECovid-19 son de diciembre de 2020 y se referían entonces a la población general. La cuarta ronda apuntaba que una de cada diez personas en España habría sido infectada por el coronavirus desde el inicio de la pandemia.