Asociaciones de cultivadores y usuarios participaron este sábado de la versión local de la 14° Marcha Mundial de la Marihuana, con una movilización desde Plaza de Mayo al Congreso para reclamar por la despenalización y que deje de haber personas presas por cultivar.
Al grito de “libertad, libertad, basta de presos por cultivar” avanzaron los manifestantes por Avenida de Mayo hasta el Congreso de la Nación.
Con remeras violetas y verdes, el grupo Talleres Batuka, hizo resonar los bombos, junto a una banda que tocaba la trompeta, mientras que la bandera que encabezaba la movilización “Basta de preses por marihuana, modificación de la ley de drogas 23.737” avanzaba lentamente, rodeada de cultivadores que sostenían macetas con plantas de cannabis, paraguas verdes, blancos y negros con dibujos de la hoja.
“Mi planta, mi medicina”, “libertad”, “plantate”, “crecer libre” podía leerse en las pancartas de los manifestantes al canto de “yo no soy un delincuente, yo no soy un criminal, yo cultivo marihuana, no más presos por plantar”, o “que la policía no diga nada, cuando vea mis plantas por la ventana”; a la vez que las bengalas color verde iluminaban el cielo.
Entre los reclamos estaban “el cese de la violencia institucional, allanamientos y detenciones por cannabis; la reforma de la Ley de Drogas 23.737; la capacitación de las fuerzas de Seguridad federales, provinciales, poderes judiciales y Ministerios públicos; la plena implementación de la Ley 27.350 de cannabis medicinal que incorpore definitivamente el módulo de las ONGs en el Reprocann y termine con los problemas de acceso y aprobación en la plataforma; y la reglamentación de la Ley 27.699 de desarrollo productivo de la industria del cannabis que atienda las necesidades de las organizaciones de los cannabicultores por una industria con perspectiva de género y diversidad”.
Como acompañante de su hija, que utiliza silla de ruedas por tener poca movilidad motriz, estaba Cristina Bistimuño, de Paraná, Entre Ríos. “Quiero que la planta de marihuana sea legal, porque es la medicina de mi hija. El aceite de cannabis le cambió la vida ella que tiene una hemiplejia y desde que toma camina mejor, tiene más movilidad y le han sacado algunos relajantes musculares, por eso quiero que sea legal y que no te persigan cuando uno plante”, expresó la mujer.
Con un tapado de pelo sintético color verde fluo, aretes verdes de hojas de cannabis, peluca naranja, tacos altos bailaba “la cogolla”, personaje de fantasía que acompañaba a las asociaciones de cultivadores.
“Me parece muy importante estar acá hoy porque todavía hay personas presas por plantar. Una planta que hoy en día la tiene todo el mundo, que se industrializa, que se reconocen los valores medicinales, y también recreativos. Pensemos que el tabaco y el alcohol matan muchas más personas por año, pero lo más importante es que tenemos que revisar profundamente a las personas que están encarceladas de manera injusta por tener una planta”, manifestó la joven cultivadora.
Camila Caballero, integrante de Mujeres Argentinas Cannábicas, señaló que “la ley medicinal no cubre la demanda real del uso del cannabis”, en la que “la ley penal sigue vigente” y convierte a los usuarios, que no tienen “ninguna dolencia física, en criminales”.
“No hay democracia real mientras el prohibicionismo encarcela a compañeres por cultivar o usar marihuana. En los últimos años hemos avanzado en leyes para ampliar derechos colectivos, pero es urgente que el Ministerio de Salud, Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal, Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social, Ministerio de Seguridad y todos los organismos nacionales, provinciales y municipales garanticen la aplicación y reglamentación de las leyes”, indicó el documento en sus primeros párrafos.
Con respecto a la salud, mencionaron que “es necesario seguir impulsando el desarrollo y la evidencia científica para transmitir confianza en tratamientos y desterrar antiguos mitos. La planta mejora la calidad de vida de millones de personas en el mundo, basta de criminalizarla en las currículas e ignorar sus propiedades terapéuticas”.
En cuanto al sector industrial y el uso del cáñamo exigieron su desarrollo en nuestro país. “En este cultivo y su correcto aprovechamiento radica la posibilidad de incorporar un sinfín de productos complementarios, suplementarios y sustentables que generen valor agregado y empleo de calidad”, señalaron.
MB con información de agencia de Télam