Todos los 7 de noviembre en Argentina se celebra el Día del Canillita, los vendedores ambulantes de diarios y revistas. La fecha conmemora el fallecimiento del autor y dramaturgo Florencio Sánchez creador de la obra “Canillita”, que trata sobre un niño que trabajaba vendiendo periódicos y revistas en la calle.
El término “canillita” proviene del latín canella, que significa caña. En lunfardo se conoce como canillita al hueso largo de las piernas. Por eso es que a las piernas delgadas se les decía canillas o canillitas.
El periodista notó que un joven vendedor ambulante que vendía diarios llevaba unos pantalones que le quedaban cortos y se le veían sus piernas flacas. Esa situación que no pasó desapercibida le sirvió como inspiración para bautizar a su reciente obra terminada “Canillita”. Desde ese día, se popularizó el término para los repartidores de diarios.
Día del canillita: cómo surgió el trabajo
En 1868, el diario La República en la ciudad de Buenos Aires implementó la costumbre neoyorquina de vender ejemplares a través de jóvenes que se situaran en las calles y en esquinas estratégicas de la ciudad. La estrategia les permitía a los dueños del diario pagar mucho menos dinero que al correo y acortar el tiempo de espera de los lectores.
El contexto era de mucha pobreza y desempleo en el país. Así los niños colaboraban con los ingresos de sus familias, por lo que la costumbre se hizo popular rápido.
Por qué no hay diarios el día del canillita
Cómo parte de la celebración del oficio, el 7 de noviembre, los canillitas se toman franco ese día y no trabajan. Para acompañar el festejo, los diarios no imprimen ejemplares de su edición.
MM