El ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, señaló hoy que el 70% de los casos de dengue “son asintomáticos” y dio algunos detalles sobre la situación actual de la Ciudad en torno al brote histórico de la enfermedad y las guardias colapsadas en todo el país.
“Nos tenemos que adaptar a las estructuras físicas del tema. En este momento, para los casos de dengue, funcionan los mismos centros que se utilizaron para la pandemia de Covid-19”, detalló.
El funcionario también dio a conocer un dato poco conocido y es que “el 70% de los casos son asintomáticos”, por lo que las largas filas en los hospitales preocupan ante el número elevado de positivos.
“Lo más importante es detectar la gravedad. La enfermedad genera mucha fiebre y si no hay buena hidratación la situación puede empeorar, recién cuando este síntoma baja aparecen los otros síntomas que generan preocupación”, explicó.
Acerca de los testeos en Capital Federal, el ministro indicó que la certificación bioquímica no es indispensable ya que se puede obtener un diagnóstico por nexo epidemiológico a partir de los síntomas y lugar donde se confirmó el caso: “Igual hay análisis de sangre, PCR y a través de los anticuerpos en el plasma”.
“Es importante decir que es una enfermedad leve pero que cuando aparecen los síntomas genera molestia hasta en la cama. Hay que llevar tranquilidad de que la segunda vez que tenés dengue está documentado que aumenta la gravedad pero siempre en los rangos menores al 1%”, esclareció.
De igual modo, el funcionario destacó que este año hay más cuadros de gravedad en la Ciudad por el incremento de casos: “Este 2024 está la circulación del serotipo D2”.
El ministro dijo además, en declaraciones al canal de noticias TN, que durante la semana pasada se reportaron más de 2 mil casos y “pensamos que va a seguir así las próximas dos o tres semanas que se vincula al fin del verano”.
Quirós también mencionó lo siguiente: “Debemos recordar que al Aedes se lo llama mascota porque no vive en la plaza, en el espacio público, en el lago de Palermo. Ese es otro. El que contagia la enfermedad es mascota, vive alrededor nuestro, en la casa, en el trabajo, en donde hay muchos seres humanos, mucho tiempo, en el día”.
Al referirse a la postura de la Ciudad sobre la aplicación de la vacuna contra el dengue, sostuvo: “Nosotros nos regimos por la opinión de los expertos de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNain) que son ellos. Ellos dijeron en diciembre que esa vacuna lleva apenas un año y ha sido testada en niños y jóvenes de 4 a 18 años, en donde se mostró con claridad su seguridad y eficacia por lo cual se ha aprobado en muchos lugares. Pero en mayores de 60 años no está documentado y todavía no se sabe si la OMS la recomienda para zonas endémicas como sería el norte argentino o zonas epidémicas como Buenos Aires”.
Y agregó: “Me parece muy importante, debido a este debate de la vacuna, que en estas semanas y meses se termine de recolectar información científica sobre los lugares en los que se ha aplicado y poder tener una posición bien clara para la Argentina para sobre todo prepararnos para el siguiente ciclo”.
Aún no se alcanzó el tope de la curva epidemiológica
En tanto, Hugo Pizzi, médico infectólogo y docente de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), habló de las ventajas de la aplicación de la vacuna. “Los cinco continentes están usando la vacuna, que llegó para ser una herramienta más en esta lucha denodada contra el dengue. Si se mira un planisferio, se verá que el mundo –que se ha calentado– tiene una expansión explosiva de la enfermedad”, dijo en declaraciones radiales.
Para Pizzi, “lo más triste es que si sacamos datos desde el primer brote (1997; inundación en Tartagal, Salta) hasta hoy, tendremos una cifra increíblemente elevada de personas que tuvieron dengue: entre 350 mil y 400 mil. Ese grupo de gente es el más frágil y el que debería estar vacunado para que en caso de que venga otro mosquito y le inocule un serotipo diferente al primero, se pueda evitar que haga un cuadro más grave o llegue al dengue hemorrágico del que tanto hablamos”.
El médico sostuvo además: “Las predicciones de la UNC indican que aún no llegamos a la cúspide de la curva epidemiológica. Ojalá me equivoque, pero creo que en abril todavía tendremos algún disgusto”.
CRM con información de la agencia NA