Fernando Burlando, a cargo del equipo de abogados que representan a los padres de Fernando Báez Sosa, comenzó hoy su alegato final en el juicio que se lleva adelante en la ciudad de Dolores contra los ocho acusados de asesinar al joven a la salida de un boliche de Villa Gesell. “Prisión perpetua para todos los acusados”, dijo a poco de arrancar el pedido de penas de la querella.
“Todos, absolutamente todos, participaron. todos asesinaron a Fernando Báez Sosa”, dijo al comienzo de su alegato Burlando, quien no dudó incluso en señalar que el accionar de Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23) fue más violento que la pandilla que imaginó Anthony Burgess en libro que dio origen a la película La Naranja Mecánica.
“Nuestro reclamo de justicia antes lo que no dudamos en llamar el suplicio de Báez Sosa. La responsabilidad de quienes fueron sus ocho asesinos se resume en dos momentos de salvajismo y horror. dDs cuadros de este film imaginario en el que hemos asistido en estas jornada, no fue producto de nuestra imaginación sino de la suma de la pruebas”, agregó Burlando,
El abogado habló esta tarde luego del alegato de la fiscalía a cargo de Gustavo García y Juan Manuel Dávila, quienes pidieron que los ocho acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa sean condenados a prisión perpetua. Consideraron que todos ellos son coautores del delito de “homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas, en concurso ideal con lesiones”.
“Cada golpe era un disparo, cada patada un tiro, fue Fernando Báez Sosa fue fusilado”, sentenció Burlando quien señaló que Báez Sosa fue tratado como “una bolsa de papas” mientras que los acusados “elegían el momento oportuno para pegarle a mansalva”.
Durante su alegato, Burlando comenzó a describir cuál fue el rol de cada uno durante el ataque a Báez Sosa. Así, calificó a Thomsen de ser el “líder de la manada” y a Viollaz de dar la orden del ataque.
“¿Cabe alguna duda de si hubo o no intención de matar, se puede hablar de incidente o de accidente como hemos oido?”, se preguntó. “Todas estas preguntas han sido respondidas con las pruebas”, continuó. Para el abogado no quedan dudas de que el grupo actuó de manera de organizada y con el objetivo de matar a Fernando. “Ya conocían el protocolo y el manual de los demoledores”, dijo.
“La conquista era el trofeo, celebraron, se abrazaron, comieron hamburguesas”, continuó.
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