El contagio de más de un centenar de lobos marinos de un pelo con gripe aviar a partir del contacto con aves migratorias infectadas alertó a autoridades y especialistas. Advierten que “el riesgo de transmisión a humanos es bajo”, aunque “nunca antes se vio” una afectación de esta magnitud a esa especie, al tratarse de una variante del virus “altamente patógena”.
Se trata de los primeros casos registrados en Argentina, donde la gripe aviar se trasladó de aves a mamíferos, en particular a lobos marinos de un pelo (Otaria flavescens).
Desde mediados de este mes, más de un centenar de ejemplares fueron encontrados muertos en las provincias de Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut (Península Valdés), Río Negro y en las localidades bonaerenses de Mar del Plata, Necochea, Monte Hermoso, Villa Gesell y Coronel Rosales. Se investigan más casos en Villarino.
“Estamos ante una cepa muy agresiva, los animales se contagian rápidamente unos de otros y comienzan enseguida con los primeros síntomas, que son mayormente temblequeos que pueden pasar a convulsiones”, explicó Juan Lorenzani, presidente de la Fundación Fauna Argentina.
“Llevo muchos años trabajando con lobos marinos y nunca vi algo como esto. Da mucha lástima porque no se los puede aislar ni vacunar. Estamos ante un nuevo hecho de la naturaleza del que lamentablemente sólo queda aprender”, agregó el especialista.
Lorenzani detalló la presencia de gripe aviar en lobos marinos comenzó en febrero pasado en Perú y Chile, donde se emitió una “alerta sanitaria” por la gran cantidad de especímenes infectados. Como esta especie de mamíferos “carece de las defensas suficientes para este tipo de enfermedad”, el virus genera graves afectaciones musculares, neurológicas y respiratorias, que se advierten en “los movimientos convulsivos y desorientados que se registran en los ejemplares infectados”, añadió.
El virus A en su variante H5N1 presente en los lobos marinos es un subtipo de gripe aviar altamente patógeno, que tuvo sus primeros registros en Perú en aves silvestres a fines de 2022. En Argentina, los primeros casos en aves fueron en febrero de este año en el área natural Lagunas de Pozuelos, provincia de Jujuy.
“Por su gran versatilidad y capacidad adaptativa, la influenza adquirió muchos subtipos. La variante H5N1 fue detectada en aves en 1996 por primera vez y tuvo la particularidad de sostenerse mucho en el tiempo y empezar a incorporar cambios genéticos y diseminarse por el mundo a partir de grandes oleadas”, precisó el veterinario especialista en virus aviares Ariel Vagnozzi.
“Son virus que tienen la capacidad de dañar severamente a los animales, puede llegar a casi el 100% de mortalidad, lo que supone una amenaza muy grande para la producción agrícola”, sumó el experto también responsable del Laboratorio de Aves del Instituto de Virología del INTA.
Si bien la transmisión de aves a mamíferos supone un posible “mayor riesgo de contagio” para los humanos, los especialistas coincidieron en que es “infrecuente”. “El riesgo siempre existe pero la probabilidad no es alta, es infrecuente por las características de sus genes. Además, cuando el virus pasa de las aves a un humano, probablemente éste no se lo transmita a otro humano a menos que el virus sufra alguna adaptación”, explicó Vagnozzi.
Según reportó el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), el contagio en seres humanos se registró en “una cantidad relativamente baja de casos” en todo el mundo, los cuales correspondieron a personas que se encontraron en contacto estrecho y por tiempo prolongado con los animales enfermos.
Hasta el momento, no se registró ningún contagio de gripe aviar de persona a persona.
“No es fácil ni frecuente que pase de una especie a la otra, y cuando pasa es muy difícil que se adapte”, indicó Vagnozzi y añadió que “si se adapta ya es otro problema, que es lo que ha sucedido con los lobos marinos. Hoy el virus -indudablemente- está adaptado al lobo marino, y por eso estamos viendo este nivel de mortalidad”.
El virus H5N1 se transmite por vía oral y respiratoria y es eliminado por secreciones (saliva o mucosidad) y excreciones (orina, materia fecal). Puede sobrevivir en el ambiente un periodo corto de tiempo, el cual varía según las oscilaciones térmicas diarias, humedad, radiación solar y vientos.
“La única manera que puede haber un contagio en humanos es por contacto directo con el animal, por eso pedimos que las personas tomen en serio esto y tengan la responsabilidad de no acercarse a los animales que salen del mar, estén vivos o muertos”, enfatizaron desde el Servicio.
En este marco, las autoridades de todas las zonas costeras afectadas del país están pidiendo a la población que no concurran a las playas donde hayan aparecido lobos marinos sin vida, y que en especial no lo hagan con mascotas. Esto es para evitar, eventualmente, que alguno pueda tomar contacto con el virus a través de un lobo marino o ave infectada.
Además, desde el organismo recordaron a los productores, instituciones y público en general la importancia de notificar si se identifica elevada mortandad de especies susceptibles, signos nerviosos, digestivos y/o respiratorios en aves silvestres o aves domésticas comerciales o de traspatio.
Las notificaciones y denuncias pueden hacerse en la oficina del Senasa más próxima, llamando al teléfono (011) 5700 5704; a través de la App “Notificaciones Senasa”, disponible en Play Store; escribiendo al correo electrónico notificaciones@senasa.gob.ar, o por medio del apartado Avisá al Senasa, disponible en la página web del organismo.
LC con información de agencia Télam