En la primera semana del juicio por el homicidio de Tehuel de la Torre, el joven trans desaparecido hace tres años, los peritos de la Policía Bonaerense confirmaron que hallaron ropa de él en la casa de uno de los acusados, Luis Alberto Ramos, y que la última conexión del celular fue en ese lugar. También declararon la madre y la novia de Tehuel, que expusieron las dificultades que tenía para conseguir trabajo por ser un varón trans. Además, se sumaron testimonios que dan cuenta del desprecio del acusado hacia Tehuel por su identidad de género, a quién llamaba “el chico chica”.
Desde el lunes, el Tribunal en lo Criminal N° 2 de La Plata, integrado por Claudio Joaquín Bernard, Silvia Hoerr y Ramiro Fernández Lorenzo, lleva adelante las audiencias por el “homicidio agravado por odio de género” contra Luis Alberto Ramos, el hombre al que Tehuel fue a visitar el 11 de marzo de 2021 en Alejandro Korn, provincia de Buenos Aires, tras una oferta laboral para trabajar como mozo por una noche. Una de las audiencias relevantes fue la del jueves, en la que investigadores de la Policía Bonaerense confirmaron una gran cantidad de pruebas contra Ramos. El perito policial Federico Di Luca analizó la geolocalización de los teléfonos y confirmó que el último lugar en que se registró actividad en el celular de Tehuel fue en la casa del acusado, en la calle Mansilla.
Otros policías de la Departamental de Investigaciones (DDI) contaron que reconocieron retazos de la campera azul de Tehuel, que estaba quemada, en el mismo lugar. Además, encontraron su celular, que si bien estaba destruído, se pudo recuperar el código IMEI y acceder a las últimas llamadas, en las que figuran conversaciones con Ramos el día de su desaparición. También corroboraron que encontraron manchas de sangre en la pared y en un colchón del detenido. “Hay pruebas muy contundentes para demostrar el homicidio”, le dijo a elDiarioAR Cristián Ariel González, abogado que representa a la mamá de Tehuel, Norma Nahuelcurá. Tanto la querella como la fiscalía a cargo de Juan Pablo Caniggia sostienen la hipótesis del homicidio aunque no se puede determinar qué hicieron con el cuerpo del joven. El padre de Tehuel, Andrés de la Torre, no participa del proceso porque sigue buscando a su hijo con vida.
También declararon familiares de Montes. Una de sus primas contó que los días posteriores a la desaparición, Ramos fue hasta su casa en Dock Sud y se quedó dos días. Además, explicó que la amenazó con una cuchilla cuando la policía lo fue a buscar al lugar. Por otra parte, la esposa del tío de Ramos declaró que le robó psicofármacos para consumo propio.
Además, fue citada a declarar una pareja de Ramos durante esos días, que fue detenida durante la audiencia por falso testimonio. Ella contó que no sabía nada sobre Tehuel, afirmaciones que se desmoronaron cuando la fiscalía presentó las desgrabaciones de las conversaciones de WhatsApp. Fue la mujer quién afirmó que Ramos se refería a Tehuel como “chico chica”. Algo que confirmaron otros testigos. “Entiendo que el tribunal tiene elementos suficientes como para determinar el odio. Todos los testigos dijeron que cuando hablaba de Tehuel, Ramos lo mencionaba como el ‘chico-chica’”, agregó González en referencia al agravante hacia el odio de género.
Otra expareja de Ramos afirmó que le tenía bronca. Ante la repregunta de la Fiscalía sostuvo que no lo toleraba, no solo a él sino a cualquier persona que no fuera hetero cis, no soportaba los vínculos entre el mismo sexo ni a identidades diversas. “Si fuera el caso de una mujer diríamos que son micromachismos, acá tenemos una micro transfobia. Le niega la identidad al llamarlo ‘chico-chica’ porque Tehuel es Tehuel. Se va perpetuando esto de que no es una masculinidad trans, es una chica chico para él, eso se lo decía a todas las personas”, agregó el abogado. Ramos también tiene una condena por homicidio, varias denuncias de acoso sexual y una de abuso sexual.
Durante la primera audiencia se escucharon los testimonios de la madre de Tehuel, Norma Nahuelcurá, y de la novia, Michelle, que pusieron en contexto la situación económica y laboral del joven de 21 años por su identidad de género. Era changarín y tenía trabajos informales: cortaba pasto, podaba árboles, o vendía mercadería o “bolitas” de masa frita en su barrio y en la Laguna de San Vicente. “Si no vendíamos, no comíamos. Era así. No lo querían tomar porque era un chico trans. Decían que se podía arrepentir y quedar embarazada”, expuso la novia en el juicio según consignó la Agencia Presentes.
La vulnerabilidad por ser una persona trans es uno de los ejes que la querella pide que el tribunal tome en cuenta. También que se consideren las falencias iniciales de la investigación. Recién al cuarto día Michelle pudo hacer la denuncia porque en la comisaría se lo impidieron por ser menor de edad, tenía 17 años. Y por otra parte, indicaron que no hay protocolos claros a nivel provincial sobre búsqueda de personas travestis y trans. Durante los primeros días, Tehuel fue buscado como una mujer.
La semana que viene continúan las audiencias con más testimoniales de vecinos y allegados de Tehuel y Ramos. El otro detenido, Oscar Montes, no participa de este proceso porque pidió ser juzgado por un tribunal popular y aún no hay fecha de inicio.
CDB/MG