Luz del Alba Rubio es soprano y fue una de las tres mujeres que se atrevió a dar a conocer su identidad luego de las denuncias por acoso sexual contra Plácido Domingo recolectadas por la agencia Associated Press (AP) en 2019. Desde ese momento, cuenta que no pudo trabajar más debido a las represalias. Cuando en abril de este año el tenor estuvo en Argentina y dio un concierto en el Teatro Colón (fecha de la que surgen las escuchas en la causa de la secta Escuela de Yoga Buenos Aires) ella alertó sobre los comportamientos del músico. Hoy, desde Uruguay, donde vive, considera que el tiempo le dio la razón y pide volver a cantar ópera.
Después de la investigación de AP, en la que inicialmente dieron testimonio 20 mujeres a las que se fueron sumando muchas otras, el American Guild of Musical Artists, el sindicato de artistas y productores de ópera de Estados Unidos ordenó una investigación que en 2020 confirmó los hechos. “La investigación ha concluido que el señor Domingo mantuvo conductas inapropiadas, las cuales van desde el coqueteo hasta las proposiciones sexuales, tanto dentro como fuera del contexto de trabajo”, indicó el comunicado. En el informe también se dio cuenta sobre el miedo de las víctimas a exponer su situación: “Muchas de las testigos alegaron el temor a posibles represalias en la industria para justificar que no hubieran procedido con las acusaciones con anterioridad”.
Luz del Alba Rubio fue una de las únicas tres mujeres que dieron a conocer su identidad junto a Patricia Wulf y Angela Turner Wilson. Algo que le costó años de silencio y ausencia en los teatros, según explica.
¿Qué le genera leer las noticias sobre la vinculación de Plácido Domingo como presunto cliente de la secta investigada en Argentina?
La mayoría de la gente necesita ver para creer, y están viendo algo que no querían creer. Lo más fácil es decir, como dijeron, que somos mujeres frustradas que buscamos un minuto de fama. Yo tengo dificultades para trabajar porque tomé la decisión de mostrar mi cara, algo que las otras 121 personas no hicieron porque tienen miedo a la venganza. Lo importante es que con esto vean que lo que estábamos diciendo todas es real, es cierto. Este señor tiene problemas importantes con sus apetitos sexuales y con la falta de conducta que como figura pública tiene que llevar. El problema es cuando hay abuso de poder, y vidas y trabajos quedan por el camino.
En España ningún pianista me va a acompañar porque tienen miedo
¿Cómo fue su vida después de dar su testimonio?
Di mi identidad cuando, desde Europa, Plácido estaba convenciendo de que éramos todos fantasmas y que esas declaraciones no eran justas porque no tenían caras. Sobre todo, cuando nos enteramos que había intentado cubrir el resultado de las investigaciones del sindicato de artistas de Estados Unidos [cuya investigación llevó a la comisión a decidir que el cantante ya no podía formar parte del sindicato ni trabajar más en el territorio americano]. No buscábamos una recompensa económica, no estábamos detrás del dinero sino detrás de que cesaran estos abusos de poder y mostrar que las voces que tenían algo para denunciar eran escuchadas. Son hechos que pasaron hace muchos años, o no tantos, y que han mutilado carreras y han afectado a muchas vidas. Gente que tiene mucho poder juega con las vidas de las personas que tiene por debajo y las destruye.
Yo no accedí a las repetitivas invitaciones y acosos y le decía: 'Maestro, yo valgo más, tengo una voz y un talento'. Cuando se cansó de probar, se acabó el trabajo en su círculo
¿Cómo fue en su caso?
Yo no accedí a las repetitivas invitaciones y acosos y le decía: “Maestro, yo valgo más, tengo una voz y un talento”. Cuando se cansó de probar, se acabó el trabajo en su círculo, pero después yo continué con mi carrera. No soy una perdedora, soy una mujer fuerte que ahora pide que le den la posibilidad de demostrar que valgo. Soy una defensora del derecho a decir la verdad. Ahora estoy pidiendo que me dejen mostrar que Luz del Alba tiene talento, que puede cantar y ganarse su pan con lo que se ha preparado. En España ningún pianista me va a acompañar porque tienen miedo; me pasó el año pasado. La gente tiene miedo. Quizás no fue una medida inteligente la mía, pero no puedo actuar de diferente modo. Somos idealistas que queremos y tenemos la esperanza de que algo cambie, de que algo haya valido toda la lucha que se ha realizado en tantos años.
Usted estuvo en Argentina en abril, cuando Plácido Domingo cantó en el Teatro Colón después de 24 años. Allí buscó visibilizar lo que había pasado. Fue justo en esa fecha cuando se hicieron las escuchas que lo vinculan con la secta.
Me causó mucho desconcierto y tristeza que no fueran escuchadas las voces de tantas mujeres. Se venía diciendo hace mucho, pero nadie escuchó. Yo estaba en Uruguay y colegas me pidieron por favor que hablase en Argentina, donde comenzó el movimiento Ni Una Menos. Yo había dado la cara y me había jugado. A él lo recibieron como un héroe. Eso fue brutal para mí. Hablé en nombre de gente que me pidió ayuda, de mujeres que también han pasado por lo que pasé yo pero que no tienen la fuerza o no pueden hablar, porque cuando lo haces se te cortan los caminos. Se olvidó o se ocultó la noticia y el 7 de abril estaba Plácido cantando en el Colón y recibido con los máximos honores.
¿Qué espera después de las últimas noticias?
Ojalá que logre pronto cantar públicamente. Quizás soy solo una idealista que busca dejarle a mi niño un mundo mejor. Pero hay que tener valor. Ahora voy a intentar volver a cantar, espero que en España y en Argentina me reciban nuevamente, yo quiero creer que sí.
CDB/MG