Una curiosa comunicación llamó la atención en los últimos días a los millones de usuarios de WhatsApp alrededor del mundo. En las pantallas de sus teléfonos celulares vieron que el sistema de mensajería, uno de los más populares del planeta, anunciaba un cambio en sus términos de uso y condiciones de servicio a partir del próximo 8 de febrero. Aunque las pequeñas modificaciones de las políticas de este tipo de sistemas son frecuentes, en esta ocasión fueron varios los que se indignaron y se dispararon las críticas: la empresa adelantaba que, desde esa fecha, quienes viven “fuera de la región europea” deberán aceptar que la app comparta sus datos con Facebook –propietaria de WhatsApp desde 2014– si quieren seguir utilizando el servicio.
El anuncio desató una ola de protestas. Por primera vez, desde que Facebook (también propietaria de Instagram) compró WhatsApp por 20.000 millones de dólares, se quebró una suerte de promesa tácita a los usuarios, quienes pensaban que las plataformas no iban a compartir jamás su información privada entre ellas.
“La política de privacidad y las actualizaciones de las condiciones son comunes en la industria y estamos avisando a los usuarios con una amplia anticipación para que revisen los cambios, que entrarán en vigor el 8 de febrero”, dijo un vocero de Facebook a la agencia de noticias francesa AFP.
“Todos los usuarios deben aceptar las nuevas condiciones de servicio si quieren seguir usando WhatsApp”, agregó y desde la empresa se descartó cualquier tipo de filtración de datos privados porque sostienen que seguirán trabajando bajo el sistema que ellos describen como encriptación “end-to-end”.
La empresa también especificó que los usuarios europeos quedan exentos de esta nueva disposición.
Desde entonces, los enojos en las redes sociales no paran de amplificarse. Y, además de los infaltables memes y burlas, también se multiplican las personas que deciden migrar a otras aplicaciones de mensajería y abandonar WhatsApp definitivamente.
“Lo que pasó es que a todos los usuarios les apareció una pantalla de términos y condiciones que cambiaron y que refieren a la privacidad. Por lo general la gente pone ‘aceptar’ sin leer. Pero claro, una cosa es poner ‘aceptar’ cuando instalás una aplicación por primera vez o un programa y otra cosa es cuando te salta a la mitad de algo que usás todos los días sin ni siquiera pensar. Uno tiene de alguna manera incorporado como que el WhatsApp viene en el teléfono”, explica a elDiarioAR Guillermo Catalano, experto argentino en tecnología y fundador del proyecto Decidilo.
A la hora de dar detalles sobre esa novedad anunciada por WhatsApp, Catalano resalta: “Básicamente el cambio tiene que ver con que ya no podés optar por mantenerte fuera de la recolección de datos que hacen. Según dicen ellos, supuestamente no leen tus mensajes sino que lo que leen es la metadata. Pero la metadata principalmente es donde estás, en qué ciudad, en qué calle, con qué gente te hablás, de dónde es esa gente, etc. No saben el nombre precisamente, pero sí todo el resto. Y, como ya nos enseñó Snowden, eso de por sí es mucho peor de lo que parece”.
Por lo general la gente pone ‘aceptar’ sin leer. Pero una cosa es poner ‘aceptar’ cuando instalás una aplicación por primera vez y otra cosa es cuando te salta a la mitad de algo que usás todos los días
“Cuándo hablamos de compartir los datos me refiero a compartirlo con Facebook y las empresas del grupo y la posibilidad de vender esa información. Si decís que no, después de febrero no podrás seguir usando la aplicación”, señala.
Migración y después
A partir de los anuncios, fueron varios los usuarios que adelantaron en las últimas horas una migración a otros sistemas de mensajería.
“Básicamente la migración es a Telegram y a Signal. Telegram a mí me parece muy interesante en tanto siempre tiene funciones nuevas y constantes mejoras. Por ejemplo, los grupos en Telegram pueden tener 200.000 integrantes. Además hay grupos con conversación de audio en tiempo real todo el tiempo (full duplex, es decir, sin cortar)”, apunta.
Otra de las ventajas, según el experto, es que se pueden enviar archivos de peso. “Se pueden pasar archivos grandes (más grandes que en el 90% de los webmails)”, destaca.
“A mi modo de ver, en términos de calidad Telegram es infinitamente mejor, pero el tema es que si tu círculo laboral o social usa WhatsApp estás un poco preso. En Asia, por ejemplo son mucho mas populares WeChat y Line, casi nadie usa WhatsApp”, asegura Catalano.
Desde Telegram, en tanto, se refirieron a las controversias con un mensaje del propio CEO de la empresa, el empresario ruso Pavél Duróv.
“Escuché que Facebook tiene un departamento completo dedicado a descubrir por qué Telegram es tan popular. Imagínese a decenas de empleados trabajando en eso a tiempo completo. Estoy feliz de ahorrar a Facebook decenas de millones de dólares y regalar nuestro secreto gratis: respetar a tus usuarios”, escribió Duróv en un mensaje a los usuarios.
Más de 100 mil usuarios descargaron Signal de las tiendas de Apple y Google en los últimos dos días, mientras que Telegram acumuló casi 2.2 millones de descargas, según datos de la empresa de análisis privada Sensor Tower.
“Millones de personas están indignadas por el último cambio en los Términos de WhatsApp, que ahora estableció que los usuarios deben enviar todos sus datos privados al motor de anuncios de Facebook. No es de extrañar que se haya acelerado el vuelo de usuarios de WhatsApp a Telegram, que ya lleva unos años en marcha. Con aproximadamente 500 millones de usuarios y creciendo, Telegram se ha convertido en un problema importante para la corporación Facebook”, disparó.
Signal, otra de las alternativas también muy comentadas por estos días, llegó a ser mencionada la última semana por el mismísimo Elon Musk ante el enojo generalizado contra las empresas propiedad de Mark Zuckerberg.
Musk, el empresario detrás de Tesla y SpaceX, desde hace poco señalada como la persona más rica del planeta, posteó un mensaje sencillo en su cuenta de Twitter: “Usen Signal”.
“Signal tiene como foco la privacidad y la encriptación. Durante mucho tiempo fue el modo de comunicarse de modo instantáneo que elegía la gente más preocupada por su privacidad, como periodistas, activistas o empresarios”, explica Catalano.
Los números
Pese a la gran repercusión que tuvieron los anuncios de WhatsApp en las redes sociales, todavía no hay cifras oficiales que den cuenta de números concretos de la migración a otros sistemas.
Más de 100 mil usuarios descargaron Signal de las tiendas de Apple y Google en los últimos dos días, mientras que Telegram acumuló casi 2,2 millones de descargas, según datos de la empresa de análisis privada Sensor Tower.
La misma firma de estudios y análisis reveló en las últimas horas que las nuevas descargas de WhatsApp cayeron 11% en los primeros días de 2021, si se compara con la semana previa.
“Es un número que debería proveer Facebook y obviamente va contra sus intereses”, detalla Catalano y, celebrando la diversidad de propuestas, agrega: “La posibilidad de usar y crear bots en Telegram (pequeños programas de automatización de tareas) hace que el ecosistema sea mucho más amplio y variopinto. Por otra parte, todo apunta a que tarde o temprano WhatsApp, Facebook e Instagram queden intercomunicados de manera transparente (es decir poder comunicarse de una app a la otra)”.
AL