La última decisión del Gobierno sobre la exploración petrolera en la Cuenca Atlántico Norte reavivó las críticas de un sector de científicos y ambientalistas frente al avance de la industria de hidrocarburos sobre el Mar Argentino, de acuerdo a los especialistas y documentos consultados por elDiarioAR.
La inédita búsqueda de petróleo y gas a unos 300 kilómetros de la costa de la provincia de Buenos Aires tendrá su primera perforación exploratoria este verano. Las nuevas críticas se basan en que se modificó la fecha de inicio y término, pero el conflicto de fondo sigue siendo el mismo: la empresa noruega Equinor, que realizará la perforación en alianza con YPF y Shell, admite que el impacto en todo lo que vive en el mar será igual de importante en primavera como en verano u otoño. El mar está en riesgo cualquiera sea la fecha.
La actividad estaba programada y aprobada sólo para esta primavera, entre octubre y diciembre, pero Equinor solicitó un cambio y extensión de fechas debido a la imposibilidad del buque que utilizará para arribar a tiempo al país, como informó el sitio de noticias sobre energía EconoJournal. El cambio de fechas puso en alerta a organizaciones ambientalistas mientras científicos que investigan y buscan conservar las especies marinas y sus aportes a la vida del Planeta reafirmaron sus reservas y críticas, ya que rechazan el avance de la frontera hidrocarburífera en el mar debido a los altos riesgos ambientales que implica.
Ante la consulta de elDiarioAR, el vocero de Equinos respondió que la compañía no hace declaraciones a los medios de comunicación por el momento.
Riesgos en profundidad
A través de los sonidos generados por los propulsores del buque de perforación; por la iluminación; las descargas de efluentes del buque; la posibilidad de colisión con mamíferos marinos; como la ballena franca austral; y la posibilidad de derrames de petróleo, accidentes, incendios. Todo eso modifica las condiciones de vida de lo que vive allí.
Luisina Vueso, coordinadora de la campaña Océanos de la organización Greenpeace, afirmó a elDiarioAR: “El pozo Argerich se ubica sobre el Frente Talud, el principal corredor biológico del Mar Argentino, zona sensible de reproducción y alimentación de especies claves. No sólo el Ministerio de Ambiente está ignorando esto, sino también a la ciudadanía, ya que tampoco ha realizado la consulta pública que correspondería”.
Argerich I será el primer pozo exploratorio del país para buscar hidrocarburos en aguas ultra profundas, explicó EconoJournal, ya que se hará a una profundidad de 1.527 metros. El pozo superará los 4.000 metros bajo el suelo.
“Los estudios preliminares realizados por YPF consideran que podría existir un yacimiento con capacidad de producir 200 mil barriles de petróleo al día, equivalente a casi el 40% de lo que hoy produce el país”, informó el medio especializado.
Biólogos especializados en fauna marina del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) han advertido sobre los riesgos de perforar a estas profundidades en el mar. Luciano Valenzuela es uno de ellos. “No estamos hablando de buscar gas y petróleo a 200, 300 o 400 metros. Ahora estamos hablando de exploración y explotación petroleras en áreas muy difíciles, en el Frente del Talud y en grandes profundidades, lo que normalmente se llama deep water, y eso es otra escala de peligrosidad y complejidad”, dijo a elDiarioAR en mayo último.
“Nunca nos tenemos que olvidar del accidente de Deepwater Horizon, en el Golfo de México. Fue uno de estos casos, fue un pozo de alta profundidad y no pudieron contenerlo. Fue uno de los desastres ambientales más grandes de las últimas décadas. Son impactos muy profundos a largo plazo y con consecuencias negativas para el ecosistema y las economías regionales”, resaltó Valenzuela, investigador del Conicet en el Laboratorio de Ecología Evolutiva Humana de la Facultad de Ciencias Sociales, en una subsede en Quequén de la Universidad Nacional del Centro de la provincia de Buenos Aires.
Guillermo Tamburini Beliveau, doctor en Ingeniería (Universidad Nacional de Rosario), es ingeniero en Cartografía y Geodesia por la Universidad Politécnica de Valencia y licenciado en Geografía por la Universidad Autónoma de Barcelona. Fue becario de investigación del CONICET entre 2012 y 2022 en glaciología andina y en conflictos territoriales y ambientales derivados del extractivismo. Acaba de finalizar un estudio sobre los recientes accidentes de la petrolera estatal Pemex (Petróleos Mexicanos) en el Golfo de México.
El 7 de julio último, una plataforma petrolera de la compañía mexicana se incendió en el mar. A unos 12 kilómetros del lugar del hecho, pocos días antes, un oleogasoducto de la misma petrolera generó una fuga de hidrocarburos en el fondo marino por una perforación o ruptura del caño.
¿Podría ocurrir algo así en la cuenca norte del Mar Argentino? “Más allá de los tecnicismos y diferencias en teconologías, no se puede tapar lo evidente: los accidentes son intrínsecos a la actividad hidrocarburífera en el mar. Pueden ser más graves o menos graves dependiendo de factores como la falta de control y mantenimiento, pero son intrínsecos a la actividad”, aseguró Tamburini Beliveau a elDiarioAR. El científico también criticó el argumento oficial y empresarial para justificar el avance petrolero y gasífero sobre el mar: “El beneficio social real es ínfimo, no hay transferencia de las ganancias de las petroleras a la sociedad ni a nivel laboral ni a nivel económico porque las ganancias se las quedan las compañías”.
Mariano Sironi, biólogo de la Universidad Nacional de Córdoba, director del departamento científico del ICB, coincide: “No existe una industria del petróleo en el mar que garantice el impacto cero. La industria petrolera, incluso funcionando en sus mejores condiciones, tiene un alto impacto en el mar. Y ni que hablar cuando algo sale mal, porque somos humanos y no somos perfectos, y las máquinas no son perfectas. Cuando en esta industria algo sale mal, sale muy mal”, aseguró a elDiarioAR en una entrevista.
¿Qué especies están en riesgo medio de verse afectadas desde su posibilidad de alimentarse, reproducirse hasta su vida? Todo lo que vive y transita en esa zona del mar, de acuerdo al Estudio de Impacto Ambiental presentado por la empresa Noruega ante las autoridades argentinas: desde los organismos vegetales y animales invertebrados como el fitoplancton y el zooplancton (alimento de los cetáceos, por ejemplo); todos los peces y sus larvas; bentos (166 especies), crustáceos y moluscos nadadores; hasta mamíferos marinos (ballenas jorobada, ballena franca austral, varios tipos de delfines, lobos marinos, elefantes marinos, marsopas), tortugas marinas y aves marinas.
Un estudio realizado por Valenzuela y otros expertos, determinó que un alto porcentaje de las ballenas francas australes que visita en Península Valdés y otras zonas del norte patagónico presenta señales químicas que sugieren que estos animales se alimentan en la misma zona donde realizarán la perforación. ¿Cuándo? Durante el verano y las primeras semanas del otoño, de acuerdo a la rita migratoria establecida por los expertos del ICB. Es cuando las ballenas francas australes se trasladan a esta zona del Atlántico. Vienen viajando desde Península Valdés, en la provincia de Chubut, donde las hembras dieron a luz durante el invierno y permanecieron durante la primavera.
Estudios
El área que será perforada por primera vez se denomina Argerich I, en el bloque 100 (CAN 100), en la Cuenca Atlántico Norte. En esta área marítima, la perforación comenzará a la altura de Bahía Blanca (un poco más al sur), según la información publicada por Equinor en su sitio web. El buque partirá de los puertos de Mar del Plata o de Bahía Blanca.
El ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, a cargo de Juan Cabandié, ya había aprobado la perforación. En marzo, Equinor realizó una nueva presentación, solicitando el cambio de fechas. Realizó un nuevo trámite y el Ejecutivo requirió una serie de informes de distintos organismos del Estado y de la propia compañía para evaluar si la nueva ventana temporal implicaba un impacto mayor en todo lo que vive en esa zona del Mar Argentino.
Los distintos organismos estatales dieron luz verde a las nuevas fechas y la secretaria de Cambio Climático, Cecilia Nicolini, autorizó a perforar entre el 15 de diciembre de 2023 y el 15 de junio de 2024. Se publicó en el Boletín Oficial el 30 de junio último.
¿Qué argumentó Equinor sobre el impacto que tendrá la perforación submarina en las nuevas fechas? La empresa noruega aseguró a las autoridades en una serie de documentos, publicados en la web del Gobierno, que el cambio de fecha no implicaría impactos mayores si la perforación se realizara en el verano y en el otoño. De estos documentos también se desprende que el impacto existirá y está catalogado como “medio”. Ni inexistente, ni bajo.
El riesgo
La empresa Equinor admite el “nivel de sensibilidad medio” de la actividad en la zona marítima concesionada. De la escala de 0 a 3, “la sensibilidad” del área afectada por la futura perforación exploratoria es de entre 1.6 y 1.7. Aún así, la exploración se aprobó a finales de 2022. Este nivel de “sensibilidad” es igual en cualquier estación del año, argumentó la compañía, en base a los estudios de la consultora ERM Argentina SA, contratada por la noruega para realizar el Estudio de Impacto Ambiental.
Cambia la estación del año, cambia el clima, especialmente en altamar. Aún así, ERM Argentina sostiene que “no se esperan condiciones que representen un reto o un riesgo para las actividades realizadas por un buque típico de perforación”, de acuerdo a la presentación de Equinor ante las autoridades argentinas.
¿Qué dijeron los organismos que avalaron este cambio y extensión de fechas? Las cuatro áreas intervinientes (Subsecretaría de Hidrocarburos, Dirección Nacional de Investigación del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero, Dirección Nacional de Gestión Ambiental del Agua y los Ecosistemas Acuáticos y Administración de Parques Nacionales, a través de la Dirección Nacional de Áreas Marinas Protegidas) no objetaron los cambios de fechas.
ED/MG