El planeta lleva más de un año con una temperatura global por encima del tope calificado como de seguridad por los científicos. Tras terminarse el mayo más cálido registrado se estira la racha que en febrero pasado cerró el primer ciclo de 12 meses seguidos superando ese umbral.
De hecho, según los datos revelados este miércoles por el servicio Copernicus, entre junio de 2023 y mayo de 2024, la temperatura estuvo 1,63ºC más allá de los niveles de la era preindustrial cuando el objetivo del Acuerdo de París contra el Cambio Climático pide que el calor extra se contenga en +1,5ºC para finales del siglo XXI.
En junio de hace un año se midió “probablemente por primera vez en la época industrial” una temperatura media global más allá de ese umbral del +1,5ºC, decía el servicio. Y subrayaba: “Queda por comprobar por cuánto tiempo, por cuánto margen y con qué frecuencia se excede ese límite”. Desde entonces en 12 meses se comprobó una temperatura 1,5 ºC más elevada que su promedio antes de la era industrial.
Al llegar a febrero de este año, el termómetro mundial completó por primera vez un año entero con la temperatura media global de ese periodo superando por 1,52ºC el promedio anterior a la emisión masiva de CO2. Y la racha, según los datos de Copernicus, continúa al alza, al haberse llegado ahora a esos 1,63ºC.
A la vista de estos datos, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, comparó la acción destructiva de la humanidad sobre el planeta: “Así como el meteorito que extinguió a los dinosaurios, nosotros también estamos teniendo un impacto desmesurado. En el caso del clima, no somos los dinosaurios, somos el meteorito. No solo estamos en peligro. Somos el peligro”.
En el caso del clima, no somos los dinosaurios, somos el meteorito. No solo estamos en peligro. Somos el peligro
Rebasar el tope de 1,5ºC conlleva más fenómenos extremos, más elevación del nivel del mar, riesgos para los ecosistemas y la salud de las personas, como estableció un estudio específico sobre las diferencias que, en cuanto a impactos, implica atajar a final de siglo el calentamiento extra del planeta en 2ºC o 1,5ºC.
Rebasar el límite de 1,5ºC de calor extra durante algún mes “o incluso algún año” no significa que se vaya a fallar en el objetivo de temperatura máxima a largo plazo del Acuerdo de París, recuerda la Organización Meteorológica Mundial (OMM), sin embargo, “ese exceso es una señal clara de que nos acercamos peligrosamente a ese límite y sirve de llamada para incrementar la ambición y la acción climática durante esta década”.
“Es impactante, pero no sorprendente esta racha. La serie de meses con récord se romperá alguna vez; sin embargo la firma del cambio climático seguirá ahí y no se atisba un cambio de tendencia”, analizó el director de Cambio Climático de Copernicus Carlo Buontempo.
Previsión a medio plazo
Con todo, la misma OMM hace este miércoles pública su previsión a medio plazo –que mira la evolución para el periodo 2024-2028 y tiene en cuenta las fluctuaciones debidas a causas naturales como El Niño/La Niña o las erupciones volcánicas– por la que “es probable que al menos uno de los próximos cinco años sea el más caluroso registrado y supere a 2023”.
También este miércoles se conoció que el calentamiento global que las actividades humanas están añadiendo al planeta está acelerándose: avanzó a un ritmo de 0,26ºC grados extra por década lo supone el pico desde que hay mediciones, según calculó un equipo internacional de científicos liderados por la Universidad de Leeds (Gran Bretaña).
El trabajo, llamado Indicadores del cambio climático global, señala que entre 2014 y 2023 la influencia de los seres humanos provocó un aumento de la temperatura media planetaria de 1,19ºC debido, sobre todo, a la multiplicación del efecto invernadero –que atrapa la radiación del Sol que debería rebotar hacia el espacio exterior– provocada por gases como el CO2 , el metano o el óxido nitroso, emitidos por actividades humanas.
RR/CRM