Parte 1
1999-2010: Introducción de la música electrónica en Argentina, crecimiento de los conductores y vaivenes empresariales.
“Nunca voy a olvidar ese fin de año en el que la tía Bea me despertó para ver llegar 1944. Nunca me he olvidado de ninguna de esas personas ni de ninguna de esas voces que solíamos escuchar en la radio. Aunque, a decir verdad, con el paso de cada año, aquellas voces parecen atenuarse cada vez más”.
Woody Allen, Días de radio (1987)
Ari Paluch
Conductor de El Exprimidor (1999-2002)
Tuve la suerte de crear la Metro. La radio se llamaba Metropolitana, estaba última en la tabla del rating y la pusimos primera. Yo estaba en Radio Uno, donde éramos número uno en rating y me decían que estaba loco por pasarme a una radio que estaba última. Pero bueno, pudimos tomar el desafío y lograrlo. Era una señal insignificante desde el punto de vista de la repercusión, no movía la aguja. Me tiré al agua porque tenía mucho público cautivo y tuve una oferta económica que me satisfizo.
En 1999 no solo hacía El Exprimidor a la mañana y a la tarde sino que también empecé a gerenciar la programación, escribir los separadores, y lo convoqué a Fernando Peña. Después me quedé con El Exprimidor y fue suficiente, pero esa fue la piedra ancla.
Diego Scott
Productor de El Parquímetro (1999-2002) y productor y columnista de El Parquímetro (2007-2009)
Ari tuvo mucho que ver con la llegada de Fernando a la Metro.
Ari Paluch
Fernando dudó muchísimo. No fue fácil convencerlo y por suerte lo hicimos, así que ya arrancamos con el pie derecho. Veníamos con El Exprimidor, después Fernando Peña con El Parquímetro y después de 18 a 20 la segunda edición de El Exprimidor. La radio arrancó muy bien y con nosotros y Peña se fue acomodando. Después llega Matías Martin en 2001 y se empieza a armar una programación muy piola.
Tuve la suerte de crear la Metro
Diego Scott
Yo me enteré de que Fernando era el que hacía los personajes de Milagritos y Porelorti trabajando enfrente en Radio América, que era de los mismos dueños, en el mismo horario en que Fernando estaba junto a Luis Pesiney en la Metro. Cuando me enteré, crucé y nunca más me fui porque me quedaba pegado junto al vidrio viéndolo trabajar y las cosas que hacía.
En el 99, tampoco era que Fernando cobraba mucho, vivía muy simplemente y muy liviano con la vida. Estaba empezando a cumplir un sueño. No había presión de rating, era una radio desconocida, tenía la oportunidad de estar en radio y hacer varios personajes al mismo tiempo. En el 2000 hubo un recambio de producción y se fue el dueño del programa, un poco por el protagonismo que había ido tomando Fernando. Entró Diego Ripoll como su compañero y se convirtieron en los dos conductores, con Wainraich y yo en la producción.
Sebastián Wainraich
Productor de El Parquímetro (1999-2002)
Conductor de Metro y Medio (2007-2020)
Mi vida personal y profesional está bastante marcada por la presencia de Fernando Peña. Y él marcó a Metro porque abrió la puerta, pero me parece que su estilo no tiene nada que ver con lo que hicimos después: nada de lo que hiciera él me parece comparable con lo que hicimos los otros seres humanos en la radio porque estaba en otra liga, jugaba en otro nivel.
Diego Scott
En la primera parte de El Parquímetro hacíamos cuatro horas de radio y no sabías prácticamente en qué país vivías a pesar de que se estaba cayendo todo a pedazos.
Quique Prosen
Director artístico de las radios del Grupo CIE (2000-2009)
Daniel Grinbank era el dueño de Rock and Pop. Nosotros teníamos una parte minoritaria, que éramos tres: Pablo Kohlhuber, Miguel Martínez y yo. Cuando él tiene la oportunidad de vender, nos junta a todos los socios y nos dicen: “Miren, hay un grupo que es Clarín, Canal 13, Mitre, La Cien. Hay otro grupo, que es Telefe, Continental, Editorial Atlántida y FM Hit. y en el medio estamos nosotros. ¿Ustedes quieren terminar de un lado o del otro? ¿De qué lado quieren terminar? Porque nos van a morfar. Y hay un grupo mexicano que está interesado en la productora de eventos y les podríamos vender la radio también. Así se gestó la historia de vender la productora de espectáculos y la radio al CIE y Grinbank pasó de ser el dueño de todo a ser un empleado. Nosotros trabajábamos con un grupo de amigos hippies y pasamos a ser parte de una corporación.
El CIE había comprado primero la Rock and Pop en el 98. Tener una radio asociada a una productora de eventos era un super negocio, se entusiasman y en el 2000 empiezan a comprar más radios. Compran las radios que tenía el grupo Eurnekian, que en ese momento eran Del Plata, Metro, que todavía era Metropolitana, Aspen y Radio América. Junto con Rock and Pop y Splendid formamos un grupo bastante grande de medios.
Agustín Espada
Becario doctoral e investigador (Conicet - Universidad de Quilmes)
La historia de la Metro es la de una radio que nació junto a otras radios. En su momento era la FM de Radio del Plata. Era parte del Grupo América de Eduardo Eurnekian hasta que en el nuevo milenio pasó a ser de los mexicanos del CIE (Corporación Interamericana de Entretenimiento) cuando ellos empiezan un fuerte proceso de adquisición de emisoras, entre las que estaba Del Plata, Splendid, América, Belgrano. Se quedan con la FM de Radio del Plata, que era la 95.1.
Quique Prosen
Empezamos a ver qué hacer con Metro y viendo la cantidad de eventos que había por delante se la pensó como una radio de música electrónica. El tema era que hacer una radio de música electrónica cool era un proceso que iba a llevar mucho tiempo para que la gente la entendiera y escuchara. Estaban negociando para traer el festival de Creamfields en Argentina y acá no era super popular esa música. Entonces, para acelerar un poco ese proceso, se decidió poner a un par de pibes en la radio, que se llamaban Matías Martin y Andy Kusnetzoff, con la idea de que la música electrónica se los morfe. El resultado es obvio: Andy y Matías se morfaron a la música electrónica y empezaron a tener cada vez más éxito.
Pusimos a Matías Martin y Andy Kusnetzoff con la idea de que la música electrónica se los morfe. El resultado es obvio: Andy y Matías se morfaron a la música electrónica
Pablo Lete
Director de Metro (2000-2016)
Empecé a trabajar en el año 1989 en la productora de espectáculos de Daniel Grinbank hasta el 98, Rock and Pop Internacional. Ahí pasé a la radio con Quique Prosen, haciendo radio de verano y en el 2000 me mandan a dirigir el grupo de radios. Fui a armar la radio, que era la Radio Metropolitana, y para el 2001 ya tenía preparada a la Metro. Quería que estuvieran Matías, Andy. Después de las 18 estaba Metrodance, que era el espacio de música electrónica, porque con la empresa hacíamos Moonpark, Creamfields y ese tipo de eventos. Con Metro me propuse generar otra cosa para la gente joven, con líderes de opinión como Andy y Matías, con otro estilo de música.
Matías Martin
Conductor de Basta de Todo (2001-2020)
Es difícil analizar el fenómeno cuando sos parte. El 19 de marzo de 2001 empezaron dos programas: uno que se llamaba Basta de Fútbol, en el que yo me quería desmarcar de que venía identificado con el fútbol y quería ir por otro lado, y las siguientes dos horas eran un programa de fútbol que hacíamos con Juan Pablo que se llamaba Todo Pasa. Cuando fue el cachengue de diciembre de 2001, Juan Pablo empezó a venir más temprano y se fusionaron las palabras Basta, de Basta de Fútbol, y la palabra Todo, de Todo Pasa, y se armó Basta de Todo. Ahí en vez de ser dos programas de dos horas cada uno pasó a ser un programa de cuatro horas.
Juan Pablo Varsky
Co-conductor de Basta de Todo (2001-2004)
Conductor de No Somos Nadie (2011-2018)
Yo en ese 2001 había dejado América, donde había laburado como comentarista y columnista de noticiero, pero no tenía ninguna experiencia en el periodismo general: la crisis de 2001 nos empujó a eso. No es que estábamos en ese camino, no. La crisis nos llevó a cambiar el foco del programa, a no segmentar toda la parte de fútbol y a partir de ahí se llamó Basta de Todo. Cambiamos la presentación y ahí empezamos a incursionar en esa rama del periodismo.
Matías Martin
Los primeros dos años deambulamos un poco hasta que en un momento empezamos a darle bola al oyente y nos agarramos un poco de la interacción. Ahí el programa dio un paso. Después me encontré con Diego Ripoll, que estuvo un par de años, y ahí creo que el programa creció en creatividad y se puso más fuerte, más robusto. Y cuando se fue Diego y Gaby Schultz se fue de la producción al aire creo que fue el momento del despegue. Ahí encontró su momento de más popularidad, con Gaby y con Cabito, en esos años.
Gabriel Schultz
Productor y co-conductor de Basta de Todo (2001-2011)
Co-conductor de Perros de la Calle (2012-2020)
La construcción de la identidad de Metro fue más lenta de lo que parece pero te diría que hasta el 2006, 2007 tuvimos que remarla muchísimo. Muchos de la Metro aparecimos con la cara en la tele en Arde Troya y eso le empezó a dar otra forma a la radio.
Nicolás “Harry” Salvarrey
Productor y co-conductor de Perros de la Calle (2004-2020)
Yo entré a Perros de la calle dos años después del comienzo del programa, a fines de 2004, semanas antes de Cromañón. Entré como asistente de producción y al principio pasaba que Andy se nutría mucho de los personajes alrededor, entonces el que pasaba cerca del micrófono hablaba y así fui entrando al aire.
Javier Bravo
Operador técnico (desde 1989, cuando la señal era la Z95)
En Perros de la Calle tuve que crear un estilo propio, que tuviera que ver con el de la radio pero fuera a la vez distinto. Se hacía cada vez más difícil seguir el ritmo del programa hasta que llegaron un par de años y llegó Pablo Zuca, con quien compartimos el laburo.
Nicolás “Harry” Salvarrey
Yo creo que el programa, por la forma en la que se fue armando tan poco planeada, fue encontrando un espectro tan amplio que terminó conformando una mesa con gente muy distinta. No sé si habríamos sido amigos si no fuera por el programa y todo eso pudo ser fusionado en un buen producto. Creo que logramos hablarle absolutamente a todo el mundo: al motoquero, al tachero, al del barrio cerrado en Pilar, al que vive en España, al que está en el hospital enfermo. Realmente logramos hablarle a todo el mundo y dudo que haya sido buscado.
Diego Scott
Peña volvió a la radio en 2006. En ese momento él también estaba contento de volver a una radio líder. Le habían cerrado las puertas porque las cosas que decía al aire estaban completamente fuera de las posibilidades del horario. Eran épocas de un COMFER mucho más vigilante que te mandaba multas cada vez que se decía una grosería o una mala palabra. Eso hizo que lo mandaran a la noche y cuando volvió en 2006 ya no pasaba eso, el panorama era otro, y él estaba contento de volver a la radio de la que se había ido y en la que había puesto los primeros ladrillos.
Matías Martin
En 2007 me tomé un remise que me dijo que en esa época si parabas el semáforo se escuchaba el eco de todos los autos escuchando nuestro programa. Ese momento de tanta aceptación, de que tanta gente se sintiera parte del programa, fue muy lindo.
En 2007 me tomé un remise que me dijo que en esa época si parabas el semáforo se escuchaba el eco de todos los autos escuchando nuestro programa.
Gabriel Schultz
Hubo gente que construyó su historia criticando a Metro, como nosotros tal vez construimos la propia criticando a la Rock and Pop en su momento. A nosotros nos subía el precio que la Rock and Pop nos criticara cuando recién empezábamos. O sea, yo hablo del mejor para que el mejor hable de mí, y ese es el mecanismo por el cual Metro fue apuntada.
Pablo Lete
A medida que la Metro fue creciendo, el vínculo con la Rock and Pop se hizo cada vez más tenso. De hecho, yo en un momento era director general de las dos radios, con lo que tenía que lidiar con los dos tándems. Había las cosas de competencia que hay en cualquier equipo, te diría, todo sano.
Nicolás “Harry” Salvarrey
Hay algo del tipo de masculinidades que conformaron Rock and Pop tipo “somos los más capos” en que yo creo que Metro estaba obligada a diferenciarse. Revirtió cierta lógica de la Rock and Pop de los porongas y el maltrato. Yo me acuerdo de escuchar Rock and Pop y no entender por qué la gente llamaba para que la maltrataran. Metro revirtió eso. Se permeó a la ética y la estética general. Giró mucho en torno al campo semántico de la amistad, de la unión, de estar todos juntos, de la unidad artística. Había mucho diálogo entre los programas. Creo que puede ser que era más de gente sensible, por eso teníamos mucha audiencia femenina, más allá de la falta de conductoras mujeres.
Juan Pablo Varsky
Metro es un proceso que arranca con Basta, cuando los dos programas se transforman en Basta de Todo en sintonía con el Que se vayan Todos de diciembre de 2001, la salida de De la Rúa y la sucesión de presidentes. Ya estaba Ari Paluch haciendo doblete de mañana y tarde. La radio empieza a consolidarse en 2001 y 2002 cuando llega Andy y termina de consolidarse con la llegada de Sebastián.
Sebastián Wainraich
El horario que agarramos nosotros con Metro y Medio era un horario virgen. Era Metrodance antes, y no competía en el rating en ese momento. Entramos a prueba y era un desafío poder armarnos una audiencia con una propuesta de humor. Nosotros veníamos de trabajar juntos con Julieta Pink en X4 y yo sabía que era ella, aunque no era tan conocida en ese momento. Y con Pablo Fábregas que nos conocíamos mucho también, entonces la base del equipo fue esa, más Peto Menahem. Y decidimos a hacer un programa típico: un magazine con nuestras secciones, gente hablando, una artística fuerte, con música, un típico programa de radio pero con nuestro discurso. Pero muy cuidado. Si bien muchas veces la sensación es que se abre el micrófono y nos ponemos a hablar siempre sabemos dónde arrancamos y hacia dónde vamos. Y en el medio podía estar la improvisación.
Julieta Pink
Co-conductora de Metro y Medio (2007-2020)
En 2007 no sé si había más mujeres al aire o si eran columnistas tal vez, pero no había muchas co-conductoras. Eso tiene que ver con que Seba me peleó en el pase de la X4 a Metro porque no me conocía nadie y sé que él me defendió ante autoridades que pedían nombres más conocidos, porque siempre fue Metro una radio que tenía nombres apoyados por patas televisivas. Yo sé que esa batalla debe haber sido dura pero les pudimos hacer frente.
Nicolás “Harry” Salvarrey
Yo entro en los estudios de Honduras y Bonpland, edificio de Eurnekian. De ahí nos mudamos a San Isidro Labrador un año, mientras se acondicionaban los estudios de Conde 935. Ese edificio quedaba en el lado opuesto de la manzana de Rock & Pop, que en ese momento era de los mismos dueños. Ambos edificios quedaban unidos por un patio que estaba en el medio de la manzana y que pertenecía al edificio de Freire 932, o sea, al de Rock & Pop. En 2012 se va Pergolini de Rock & Pop y la radio atraviesa una reestructuración profunda y una caída en mediciones que termina con su venta. Ahí las radios hacen un enroque. Metro se va al edificio de Freire 932, donde está hoy, y Rock & Pop se va al edificio de Conde, donde está hasta hoy. El edificio de Conde se vende, las radios ahora son de dueños distintos y se hace un muro en el patio para separarlos. Los estudios de Metro terminan siendo, después de ese enroque, los que Pergolini había construido en Freire para uso exclusivo suyo. El estudio de bandas, el Norberto Napolitano, pasa a ser el Estudio Cerati. Irónicamente para la historia de la pica entre las radios, “la casita” de Pergolini pasa a ser el Estudio Fernando Peña, desde donde se emiten todos los programas de la Metro.
Las direcciones de la Metro: mapa interactivo
El estudio que se había construído Pergolini para uso suyo cuando estaba en Rock & Pop pasó a ser el Estudio Fernando Peña, desde donde se emiten todos los programas de la Metro.
Pablo Lete
Como cualquier negocio que uno empieza a construir, la facturación fue mejorando con el tiempo. Los dos primeros años de Metro no fueron buenos, la verdad que costó muchísimo, pero a medida que fue creciendo todo creció. Es un producto que tiene un público ABC1, es muy bien apreciada por las marcas. Despegar, Heineken, Ford son algunas de las marcas que nos han acompañado. Hay muchas marcas que se han apalancado a través del medio para crecer, que han necesitado de la comunicación que tenía Metro para venderle sus productos a la audiencia.
La piedra angular de Metro se construye sobre Fernando Peña
Diego Scott
La piedra angular de todo lo que fue Metro hasta el ciclo que termina hoy se construye sobre Fernando, a pesar de que estaba Ari Paluch, que tenía un montón de público, era su época más fuerte. Pero creo que se construye sobre la relación y el juego entre Fernando y los oyentes. Fernando tenía bloques largos en los que abría el teléfono y proponía temas disruptivos, no todos vinculados con el sexo. Se mandaba con conversaciones no escuchadas en otro lado y no le chupaba las medias al oyente. Le podía decir a alguien “No, dijiste una boludez” y le cortaba. Cortarle a los oyentes fue algo que cambió la relación porque les daba a los oyentes un peso y una entidad de un ser pensante. Tenés que ser pensante para poder participar, si vas a entrar para decir boludeces, chau.
Javier Bravo
La Metro tenía un estilo propio de operación, que le sumaba muchísimo. Quien marcaba el ritmo real de la radio era el operador, que generaba o quebraba climas. Si me preguntás cuál fue el éxito de la Metro, te digo que la creatividad y la dinámica entre la producción, la conducción y la operación. Es una radio que rompió el modelo y que durante mucho tiempo les marcó el norte a los que querían hacer radio.
Agustín Espada
EL CIE vende porque en 2005 el COMFER entabla una negociación para que desinvierta porque tenía ocho radios en Buenos Aires y ahí empieza un proceso de desprendimiento. En 2006, Moneta había vendido su participación en Canal 9 a Daniel Hadad y antes había sido antes un empresario de medios muy importante en el menemismo. En 2010, entra a comprarles las radios a los mexicanos y en esa época empieza a forjarse una serie de multimedios muy cercanos al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Moneta tenía negocios con Enargas, de negocio de granos, era muy cercano a Vila-Manzano, a Cristóbal López. Era un empresario que estaba ahí en el mazo como por si se necesitaba una mano amiga para ganar las radios. Y a Matías Garfunkel lo estafaron; le hicieron poner 18 millones de dólares que nunca se los reconocieron. Le dijeron que las radios valían 20 y que estaba poniendo la mitad de lo que había que poner. Por eso después le venden dos radios, Rock and Pop y Splendid, y se quedan con Metro.
El éxito de la Metro fue la dinámica entre la producción, la conducción y la operación
Quique Prosen
Los mexicanos se querían ir. Después de la crisis de 2001, 2002, las cosas se fueron complicando. Grinbank desde afuera peleando haciendo eventos, los mexicanos estaban re calientes, no había buena onda ahí adentro y se fue desgastando. En 2007 quisieron vender todo: el Zoológico, el Teatro Opera, radios. La primera radio que venden a principios de 2009 fue Aspen.
Esos años era convivir con un grupo de gente buenísima, que había estado muchos años y que todos los días estaba preocupado porque no sabía si se iba a vender, si los iban a echar, si les iban a pagar el sueldo. Esos años pasaron muchos compradores: todos los días la compraba uno, la compraba otro. El último que estaba dando vueltas para comprarla era Moneta.
Me fui dos días antes de que llegara Moneta a la radio. No es que me hice el héroe y me fui porque estaba Moneta. Me fui porque tenía otra propuesta de laburo y no creía que lo que iba a venir fuera bueno. Sabía que el grupo que venía no le interesaba el medio ni nada por el estilo sino el negocio.
Continuará en la Parte 2