Uno. “¿O sea que hay que mentir?”, pregunta una de las oficiales ante una propuesta un poco barrosa de su jefe. Él no da vueltas, no hace una pausa, no deja lugar a dudas (imagino, como acá, en una especie de homenaje al recurso humorístico de las llamadas screwball comedies o comedias alocadas clásicas de Hollywood con sus diálogos ingeniosos y a la vez súper veloces, casi sin respiro). Entonces responde: “No hay que exagerar con la verdad”.
Dos. Alguien que me conoce bastante me dijo por estos días que uso –y escribo– mucho la palabra tironeo (en una búsqueda rápida confirmé por acá y por acá que es cierto). Me gusta, me lleva a algo no del todo definido ni quieto; a un gesto mínimo que implica tensión, pero también movimiento. Un vaivén que sostiene, que hace que las cosas no se vayan del todo ni para un lado ni para otro, que atempera. Vuelvo a ese diálogo: ni mentir, ni exagerar.
Tres. Las palabras de arriba pertenecen al segundo episodio de la serie argentina División Palermo, una comedia hermosa que por estos días lidera los ránkings –siempre insondables para una empresa que es opaca a la hora de revelar sus números– según señala Netflix en su plataforma.
Con Santiago Korovsky (creador, director y protagonista), Pilar Gamboa y Daniel Hendler en los papeles principales y un elenco destacadísimo (Valeria Lois como una ministra intermitente y genial, entre mis preferidas), la serie cuenta el origen y las peripecias de un equipo ¿parapolicial? al que llaman Guardia Urbana. Integrado por personas que, según los mismos encargados de armarlo, pertenecen a minorías (en sus filas hay, entre otros, una mujer en silla de ruedas, un hombre ciego, una joven trans y el protagonista a quien, sin saber en qué categoría ubicarlo, lo reclutan por ser judío) el grupo cumple tareas consideradas menores en el ambiente policial. Hasta que, a partir de un episodio trágico y muy cómico, todo cambia y la Guardia terminará enfrentándose a una banda criminal sin escrúpulos. O casi.
Cuatro. Por estos días se multiplicaron los comentarios y también los elogios súper merecidos para División Palermo. Se destacó su frescura y que trajera algo distinto al menú un poco estereotipado de las plataformas (en su mayoría, repletas de policiales con la fórmula trillada de crimen horrendo en un pueblo chico + investigador o investigadora traumados por una muerte trágica cercana en sus vidas + tomas cenitales de bosques). En División Palermo hay un caso a investigar, pero nada es lo que parece. Porque todo el tiempo hay sorpresas o malentendidos; porque la serie se permite abordar con seriedad –pero nunca con solemnidad– el absurdo. Es, de hecho, una serie de tironeos más que de rigores: el protagonista que no sabe bien qué hacer de su vida; los policías “verdaderos” (interpretados con gracia por Charo López y Martín Garabal) que se acercan y se alejan de estos guardias a los que ven como algo inferior, pero también como una amenaza; el jefe del grupo que tiene que cumplir órdenes de arriba y al mismo tiempo, con cariño, intenta hacer que la Guardia tenga algún tipo de misión genuina.
Cinco. En varios comentarios que salieron se celebró la supuesta incorrección de División Palermo, al incluir personajes con distintas discapacidades que forman parte de su universo humorístico (el célebre reírse con, en lugar de reírse de). Me costó ver la serie en esa clave, que encuentro esquemática para una historia donde prima lo inestable, la cáscara de banana en el piso dispuesta en el lugar exacto que invita al desliz, una liviandad desbordada. Es que en División Palermo, en todo caso, no hay división: no pueden aparecer incorrecciones si no se avizoran marcos, si en su propio planteo no hay lugares correctos. Hablar de incorrección en este caso es como ponerse a buscar pistas en un mapa que se desintegra a medida que el dedo lo recorre. La comedia es siempre un barrio que centellea. Que más que iluminar con certezas, titila.
Seis. “Si hay una verdad en el chiste, no se encuentra en lo que se dice, sino en la enunciación. Y es ahí, en esa enunciación, que una verdad pasa. Pasa como pasa por una aduana algo de contrabando; una verdad traficada, colada, sorteando la censura, fisurándola un poco”, escribió Alexandra Kohan en la última edición de su newsletter Atención flotante (se lee por acá), dedicada al humor.
Siete. Mientras terminaba de ver el programa (nota: soy de otro siglo, así que mantendré esa palabra todo lo que aguante; somos las resistencias que podemos), volví a la escena del comienzo, a ese trencito entre mentira, exageración y esa verdad bagayeada, camuflada en un bolso: el humor irrumpe por ahí, en ese tironeo. Después le di play al último capítulo de División Palermo. Me reí mucho y me perdí un poco, me desorienté y ya no supe bien qué pensaba ni por qué. Tampoco es que andaba en nada muy serio. Como dice el oficial Miguel, ¿para qué exagerar, no?
Va una nueva edición de Mil lianas.
Pasen.
1. Sobre lo natural, de Mónica Müller. En un mundo cada vez más prescriptivo, este libro pequeño (de paso: me quedé con ganas de seguir y seguir, ¿podrá tener, como las series, una nueva temporada?) es un oasis. Es que en las páginas de Sobre lo natural (Vinilo Editora, 2023), Mónica Müller posa su mirada sobre un mecanismo verdaderamente culpabilizante –diría que bordea lo policial en algunos gurúes y expertos del tema, siempre señalando, siempre con el dedo en alto– que se instaló en ciertos discursos alrededor de la alimentación y la salud. Y lo hace, justamente, para parar la pelota, para agudizar la mirada, para desarticular eso que se vende como una salvación. Como una tierra prometida en base a productos orgánicos o light –para la mayoría inaccesibles en un mundo cada vez más desigual– y dietas llenas de restricciones.
Escrito a partir de su experiencia personal –la autora creció en una casa naturista mucho antes de las corrientes actuales– y de su trayectoria como médica y homeópata, el texto ofrece entradas breves a pequeñas obsesiones: de cómo se alimentan los pollos a cómo se depositan expectativas desmesuradas en la naturaleza o cómo se construyen enemigos invisibles en ingredientes de lo más familiares. Lo hace con humor, con una textura diáfana y con buenas cuotas de ironía.
“Una buena papa bien frita en buen aceite es uno de los platos más saludables que existen, además de uno de los más nobles y ricos. Explico esto todos los días en mi consultorio y me encuentro cada vez con una mirada de sorpresa, cuando no de pánico franco. La palabra frito tiene connotaciones demoníacas; su sola enunciación suena amenazante para el hígado y para la moral”, apunta en uno de los capítulos.
Mónica Müller nació en Buenos Aires, en 1947. Es médica y escritora. Es autora de novelas, de relatos breves y de libros de ensayo.
El libro Sobre lo natural, de Mónica Müller, salió por Vinilo Editora.
2. The Thief, His Wife And The Canoe. En diciembre de 2007 John Darwin, un ex profesor y miembro retirado del servicio penitenciario del Reino Unido, llegaba a las portadas de los principales diarios con una historia asombrosa. Los tabloides británicos –los reyes del fondo rojo, la letra blanca, la tipografía catástrofe y el título impactante– lo resaltaron con perplejidad: se trataba de alguien que había desaparecido con su canoa cinco años atrás en un pueblo costero y ahora volvía de la muerte. Se habló de amnesia y de milagro. Él mismo le dijo a la policía que creía ser una persona perdida. Hasta que el relato de la muerte y la resurrección del llamado Hombre de la Canoa se convirtió en poco tiempo en un escándalo policial apasionante que mantuvo en vilo al país. Porque algo de lo que se contaba no había ocurrido exactamente así. Porque detrás de la amnesia se ocultaba una de las estafas más insólitas en ese país.
Tal vez porque el protagonista y su esposa Anne parecían personas más o menos comunes (la vecina de al lado que se asoma cada vez que abrimos la puerta, el tipo cercano y a la vez distante que todos los días levanta una mano para saludarnos desde la vereda de enfrente), la historia de Darwin, su matrimonio y el juicio que debió enfrentar sigue siendo revisitada. A lo largo de estos años no faltaron series, películas, documentales, podcasts y novelas que retoman el caso y yo misma lo incluí en la saga de Impostores que escribo todos los meses y que pueden leer por acá.
Entre las producciones más recientes, se encuentra la notable miniserie The Thief, His Wife And The Canoe, que produjo la señal británica ITV en 2022, y que en algunos países, como la Argentina, llegó durante estos días al catálogo de la plataforma Paramount +.
Contada desde la perspectiva de la mujer de Darwin, en sus cuatro capítulos decide indagar en el vínculo entre ellos y de lo que Anne se veía obligada a hacer por la dominación que ejercía John sobre ella. En esta reconstrucción se destacan en especial las actuaciones: el Hombre de la Canoa es interpretado por Eddie Marsan (si vieron la serie y la siguen extrañando como yo, es el mismo actor que hace de Terry, uno de los hermanos de Ray Donovan) y en el rol de la esposa se luce Monica Dolan.
Los cuatro episodios de la miniserie The Thief, His Wife And The Canoe están disponibles en Paramount +. En este enlace, la entrega de la saga de Impostores dedicada a John Darwin.
3. Cine antártico. Como les conté varias veces, la Antártida es un lugar que me apasiona. Con mi amigo Tomás Balmaceda escribimos un libro (acá hay un fragmento si quieren pispear) sobre ese territorio y soñamos conocerlo algún día. Mientras tanto, seguimos juntando historias y no falta la gente que nos sigue enviando anécdotas, curiosidades sobre personajes que vivieron por allá y material de todo tipo. Como si se tratara de un viaje infinito, siempre estamos volviendo a ese espacio que, mucho antes de que cualquier explorador se lanzara a conquistarlo, había sido intuido en la Antigüedad; una tierra soñada antes que cualquier otra cosa.
Esta semana se celebró el Día de la Antártida argentina y el Museo del Cine de Buenos Aires (de paso: les dejo en este enlace sus coordenadas porque siempre están detrás de actividades y de iniciativas súper interesantes) compartió su selección de rescates de material fílmico registrado en esas tierras. Como siempre, volví a quedarme pegada a las imágenes antárticas que ofrecen de todo: hay grabaciones de Sucesos argentinos de 1939 en las Orcadas ; el documental Pampa Blanca, de 1954; imágenes de la primera expedición terrestre de Argentina al Polo Sur, en 1965, entre muchos otros registros que se pueden ver en YouTube.
La mayoría de estos rescates fueron llevados adelante desde 2018 por un proyecto de colaboración entre el Museo y el Instituto Antártico argentino, que tiene como objetivo la preservación y la divulgación de materiales audiovisuales filmados en la Antártida Argentina a lo largo del siglo XX.
Toda la selección de cine antártico realizada por el Museo del Cine de Buenos Aires se puede ver por acá.
Banda sonora. Distintas noticias de estos días nos llevan a sumar canciones a esta playlist mutante. Por un lado, después de horas de rumores, se confirmó la unión entre los Rolling Stones y Paul McCartney para grabar juntos una canción. El ex Beatle, al parecer, aparecerá tocando el bajo en un tema que formará parte de un nuevo disco de la banda. Un medio especializado también llegó a especular con la aparición de Ringo Starr en el proyecto, aunque eso no está confirmado.
En cualquier caso, por ahora se sabe que el disco podría salir a fin de año y que tendrá material grabado por el grupo con registros que incluyen la participación del baterista Charlie Watts, que fueron realizados antes de su muerte, en agosto de 2021. Aprovechamos la ocasión para sumar varias canciones a nuestra lista compartida.
Por estos días se confirmó también un regreso atípico: la mítica discoteca porteña Paladium reabrirá sus puertas por una noche. Se trata, en realidad, de una fiesta que recreará el ambiente de ese espacio en el marco de la grabación del documental Una noche en Paladium, del cineasta argentino Francisco Novick. Con DJ’s, sonidos de la época, performances y artistas que formaron parte de la historia de ese local por el que solía circular buena parte del underground porteño a mediados de los '80 (de Riff a los Redondos, de Moura a Fito Páez), se llevará a cabo una fiesta el próximo 18 de marzo. Por acá, más detalles. Y, en nuestra banda sonora, algo de la música que probablemente suene esa noche.
Por último, estuve escuchando mucho esta playlist divina que armó el sello indie español Elefant a propósito del lanzamiento de la serie de Netflix Todas las veces que nos enamoramos, que tiene canciones de varios artistas de su catálogo. Hice una selección y también las sumé a nuestra lista compartida.
Bonus track. A partir de hoy y hasta el 5 de marzo tiene lugar uno de los encuentros culturales porteños más efervescentes: el Festival Internacional de Buenos Aires, más conocido como FIBA. Con el foco en las artes escénicas en toda su diversidad, el festival, una vez más, incluye teatro, música, danza, artes visuales, espectáculos inmersivos, talleres y charlas.
Fiba 2023 promete obras internacionales y también una selección de proyectos locales. Por acá pueden leer un poco más de la programación y sobre cómo se consiguen las entradas, que para la mayoría de las actividades son gratuitas.
¡Hasta la próxima!
AL
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