La mujer de negro, un auto sospechoso, una extraña llamada: las pistas para encontrar a Guadalupe

Quienes investigan lo que pasó con Guadalupe Lucero, la nena de 5 años desaparecida el lunes pasado en un barrio de San Luis, despejan datos falsos y apuntan a las pistas más firmes en un caso en el que no sobran hipótesis desde las cuales avanzar. La imagen de una mujer vestida de negro, que iba acompañada de un menor, un auto que daba vueltas por la zona sin detenerse y al que ningún vecino pudo identificar, son las líneas sobre las que trabaja el juzgado. La aparición de un mensaje de WhatsApp y una llamada en las últimas horas les dio esperanzas a los padres pero fuentes de la causa son muy cautelosas, ya que encuentran varios elementos para dudar del origen de ese contacto. 

El lunes 14 de junio, Guadalupe estaba con primos y amigos del barrio 544 viviendas, en la zona sur de la capital. Era el cumpleaños de su tía y justo jugaba la Selección contra Chile. La última foto que hay de la nena se sacó a las 18.42, cuando todos los chicos tomaban la merienda. Argentina ganaba con gol de Messi y ellos estaban sentados en la mesa con galletitas y leche. La tía sacó la foto y los nenes salieron a jugar de nuevo a la calle. Pero un rato después, justo en el momento en que Chile empató, los chicos entraron porque había anochecido y tenían frío. Ese fue el momento en que Emma, la más chiquita de las primas, que tiene 3 años, alertó de la desaparición. Todos los mayores que estaban en la casa, con Yamila, la mamá de Guadalupe a la cabeza, salieron a buscarla. 

A las 18.57, unos 20 minutos antes de que se dieran cuenta de que Guadalupe no estaba, una cámara tomó a una mujer de pelo largo, con ropa negra acompañada de un menor. No es la cámara de un domo de seguridad sino de una escuela, que está a seis cuadras de donde desapareció ella. Dos cámaras más, una es al lado de un almacén, van siguiendo el recorrido de estas dos personas, que se alejan del lugar. Si bien las imágenes son tratadas por la Policía de Seguridad Aeroportuaria, la calidad de la imagen es baja y no hay muchos detalles para identificar a la mujer y el menor. Hay un testimonio de una vecina que se bajó de un colectivo a metros de la escuela, que asegura haber visto a esta mujer con una nena. 

En este momento, la Dirección Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado (DAJuDeCO), trabaja sobre los teléfonos que se movieron en esas cuadras del barrio. Al ver el recorrido filmado y poder seguir, al menos unas cuadras, hacia donde fueron, si la mujer tenía un celular con ella se puede identificar por su georeferenciación y, aunque lo haya apagado luego, el rastreo es posible. Si alguien salió del barrio con un aparato en un bolsillo la antena lo registra en esa celda. Juega a favor de este trabajo, que había poca gente en las calles producto de la pandemia, del frío y también porque todavía se jugaba el partido.   

Otra de las líneas de la investigación sigue los movimientos de un auto oscuro, que tres vecinos dijeron haber visto pasar varias veces. Como nadie divisó a una nena y a una mujer en las afueras del barrio, sospechan que pudo haber salido con un auto del lugar y por eso quieren identificar el vehículo sospechoso que giraba por el barrio sin detenerse. También se analizan las cámaras de los peajes más cercanos a la zona de la desaparición.

A las 2.15 de hoy, entró un mensaje al celular de Yamila, en el que le preguntaban si era la madre de Guadalupe y si la quería tener de nuevo con ella. Después del intercambio de mensajes, Yamila habló con quien le había escrito y dice que de fondo escuchó una voz que podría ser de su hija. También la madre dijo que le mencionaron dos fechas entre las cuales Guadalupe iba a aparecer. La conversación se inició desde un teléfono con número de México y desde Interpol señalan que es un número investigado por delitos extorsivos y no descartan que sea alguien que quiera aprovecharse de la vulnerabilidad de los familiares. “Yamila recibió un llamado, probablemente le hayan puesto la voz de Guadalupe, pero tampoco tenemos certezas, así que se está investigando”, detalló el abogado de Yamila, Santiago Olivera Aguirre. “No fue prueba de vida ni nada, solo había una vocecita de fondo”, agregó.

La información entregada por vecinos y que luego no prospera está ocupando bastante tiempo para los policías de San Luis. Primero fueron fotos y mensajes a los celulares de la familia. Incluso ayer una llamada al número 134 provocó un enorme despliegue policial. La denuncia decía que una nena de características similares a Guadalupe había sido vista en una camioneta gris, en a la entrada del barrio 544 Viviendas. Hoy por la tarde, en esa zona continuaban los rastrillajes, con colaboración de policías y brigadas caninas de rastreo de otras provincias. 

Otra de las pistas trabajadas en las últimas horas estaban relacionadas a tres personas con antecedentes de abusos a menores, en el propio barrio, pero luego de contactos y visitas a los domicilios, los investigadores también descartaron que alguno de los sospechosos tenga relación con el caso.  

La investigación arrancó pensando en una averiguación de paradero. Las primeras 48 horas se destinaron a rastrillajes pero no se hicieron otras medidas, como verificar las cámaras de seguridad, ante la posibilidad que un mayor se la hubiera llevado. Las declaraciones de los testigos en el expediente fueron algo escuetas. Por más que la mayoría eran menores, los datos entregados eran pocos y ahora se decidió pedir que se ampliaran esos testimonios.

Durante las primeras horas la investigación estuvo a cargo de un juzgado de Familia, recién al día siguiente pasó a la Justicia Penal, con la investigación delegada en la Policía de San Luis. Ante la repercusión del caso y de que pasaban las horas y no había novedades de Guadalupe, el Ministerio de Seguridad activó la Alerta Sofia, que difunde de manera inmediata la imagen y la información sobre nenes, nenas y adolescentes desaparecidos a través de dispositivos móviles y medios masivos. También se instrumentó la línea 134 como canal oficial para cualquier información de interés y se dispuso una recompensa por 2 millones de pesos para quien brinde datos.

Los operativos de búsqueda los integraban 400 policías policías provinciales, 120 bomberos voluntarios, coordinados por una decena de policías federales, 5 de Protección Civil de Nación, otra decena de San Luis solidario y miembros del sistema de Salud provincial. A ese equipo se incorporaron equipos de policías de otras provincias como Mendoza, Santiago del Estero y Santa Fe. Desde Buenos Aires también fue una comitiva por coordinadores y abogados del Sistema Federal de Búsqueda (Sifebu), de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex) y de las divisiones de Policía Federal y Gendarmería vinculadas a búsquedas de personas.  

AM