ENTREVISTA

Pareja discriminada en televisión: “Como indios lo vivimos millones de veces”

“Yo nací como indio, lo que pasó en la televisión ya lo recibí millones de veces. Mi cuerpo entiende, comprende, pero no acepta la forma de las miradas, los gestos, las expresiones de las personas”. El que habla es Wari Rimachi, amauta y sanador ancestral de la cultura inka. La semana pasada, él y su esposa Kantuta Killa fueron ridiculizados en un móvil en vivo en el programa “Bien de mañana”, conducido por Fabián Doman, en Canal 13. Fueron entrevistados mientras viajaban en la Línea D del subte. Vestían la ropa de su comunidad Ayllu Mayu Wasi: pullover de lana de llama y sombreros. Durante casi tres minutos fueron burlados por la movilera Maggie Vigil, el conductor y otras panelistas. “¿Qué habrá querido decir? A ver, dígame una palabra en indio? ¿Vienen a traer paz?”, fueron algunas de las frases de la comunicadora mientras se reía de la pareja. 

Wari Hamachi y Kantuta Killa viven en Villa Martelli, provincia de Buenos Aires, y pertenecen a una comunidad quechua Ayllu Mayo Wasi, conformada por 15 personas. Su pueblo proviene de Tiahuanaco,  la parte Sur Qoyasuyu del Tawantinsuyu, una de las cuatro regiones del sol de la civilización inka. Viven y transitan la ciudad y la provincia de Buenos Aires de manera cotidiana. Y engloban lo que les pasó dentro de un contexto general de desconocimiento y discriminación a las culturas de los pueblos originarios.

“Siempre vamos con nuestra ropa porque somos indígenas originarios, es una ropa específica que tiene que ver con nuestro territorio. De ahí surge la diversidad de complejidades en la ciudad. La gente desconoce a los pueblos originarios y el trato es bastante complejo para poder entablar un diálogo saludable, que pueda ser recíproco. Es sentirse como que uno está siendo investigado por algo, como que tienen todo el derecho de decirte las cosas. Están usando tu cuerpo, tu mente, tu estructura para desvalorizar”, explica Wari Rimachi a elDiarioAR.

Esa desvalorización se vio en la televisión, en uno de los canales con mayor llegada a nivel nacional. “Para nosotros fue una sorpresa en ese momento, estábamos tranquilos con mi esposo yendo a una actividad y uno piensa en expresarse de la mejor manera que puede, con espontaneidad. Fuimos avasallados porque de la manera que nos hablaban, trataban de imponer sus ideas a través de sus gestos, de sus burlas, de sus palabras. No dejaba que uno se expresara bien”, explica Kantuta, que también es abogada. Ambos estaban en la Capital Federal para acompañar al Tercer Malón de la Paz que llegó desde Jujuy el 1 de agosto, el Día de la Pachamama, para rechazar la reforma de la Constitución de Jujuy que viola la normativa nacional e internacional al no realizar una consulta previa, libre e informada a los pueblos originarios.

“Los medios fomentan el racismo”, agrega Wari Hamachi. “El tema es cómo uno es tratado y maltratado a la vez por los medios de comunicación, que a la vez son millones de personas que miran. Se supone que son para dar conocimiento, para mostrar una Argentina en evolución, que cambia, que acepta a todos los que la formamos. Somos un montón de historias: el genocidio, la epoca de los desaparecidos, los pueblos originarios que constatemente llegan a la ciudad y sus reclamos no son visibles, son minimizados. Hay un montón de carga, no es una vez, son muchas veces que nos están pasando. Nosotros cada vez estamos siendo sometidos a esto. Es algo para pensar del otro lado: ¿Qué estamos haciendo como argentinos?, ¿estamos evolucionado?, ¿somos inteligentes?, ¿para qué somos inteligentes?, ¿para destruirnos entre nosotros o para cuidarnos y protegernos y crear salud? Ese es el punto”, se pregunta. 

El lunes por la mañana, Fabián Doman habló del episodio en el inicio del programa y se disculpó en 45 segundos. “A quienes se hayan sentido mal o incomunicados, quiero pedirles disculpas, hayan sido parte o no del móvil”, afirmó el conductor. Más allá de la comunicación pública, la pareja no fue contactada por ningún integrante de ese ciclo. Tampoco los comunicadores y comunicadoras hicieron una reflexión sobre el fondo de la cuestión ni de la responsabilidad que les cabe por ser formadores de opinión. “Vi el programa y es un espanto. Cómo puedes tomar a los pueblos originarios como si fueran humor. Si ese es un programa de humor que se mezcla con la cultura ancestral, es una zona que pasa de los límites. Hoy por hoy, los medios de comunicación no tienen límite, no tienen filtro, no saben ubicarse con la problemática social de las personas. Se ríen de una problemática económica, de salud, de una problemática que ellos mismos generan a través de sus miembros”, agrega el hombre. 

“Somos pueblos de cultura inka que tenemos de 5.000 a 10.000 años de historia. Estamos aquí llevando adelante lo que es un trabajo extra. Imagínese hacer comprender a millones de personas que no conocen de rituales como el de la Pachamama, el Inti Raymi, el Solsticio, todos nuestros ritos y costumbres que tenemos en la Ciudad de Buenos Aires. Para aprender uno del otro, hay que poder conversar y aclarar las cosas, cómo deberíamos identificarnos, ser tratados cada uno”, reflexiona Wari Hamachi.

Según información de la Defensoría del Público y el Instituto Nacional contra la Discriminación la Xenofobia y el Racismo (INADI), se recibieron alrededor de dos mil reclamos y denuncias por la situación que calificaron una “irrespetuosa, burlesca y ridiculizante”. Además, indicaron que el pedido de disculpas de Fabián Domán “no contiene ninguna revisión crítica” de lo ocurrido y “no repara el carácter lesivo” del diálogo emitido al aire, en el que se banalizó y despreció también la lengua y la cultura originaria. Sin embargo, la Defensoría no tiene una función sancionatoria. 

“Si vienen, te preguntan y le hablas en francés sos una persona avalada, pero si sos indígena… ese es el punto. Hay una educación, que viene de los medios de comunicación, que generan desorden dentro de una sociedad. Acá no hay orden. Nos pasaron por los medios y la gente reaccionó, pero son millones de personas las que están mirando todo este detalle que está pasando en Argentina. Es algo gravísimo”, agrega Wari.  “Es compleja la situación porque nos dicen si traemos paz (en referencia al Malón de la Paz). La paz es una práctica, los medios de comunicación tienen que estar muy bien entrenados para hablar de paz. Si vienen a avasallarte eso no es paz”, agrega.

Por su parte, Kantuta pide que se tenga en cuenta todas las diversidades. “No se trata solamente de la diversidad de género, que es lo que la intelectualidad de la Capital maneja más. Nuestro mensaje es llamar a todos los hermanos, hermanas, ciudadanos y ciudadanas a reflexionar sobre la diversidad. Es algo que se vive y se practica en todos lados, es en todos los aspectos. Somos diversidad étnica, de forma de pensar, de hablar y de vivir con nuestros códigos. Tenemos que trabajar en esto, lo que ocurrió va a servir para que trabajemos y reflexionemos sobre este tema”, cierra la mujer. 

CDB/DTC