Cuando en el año 2009 Luly Arias dejó Santa María-San José, pensó que al llegar a Buenos Aires dejaría de ser “el bicho raro” de un pueblo de 7000 habitantes, al oeste de la provincia de Catamarca, para encontrarse con un mundo de nuevas oportunidades. Pasaron menos horas que las del viaje para el choque con la realidad y, a los pocos días, estaba prostituyéndose en los Bosques de Palermo.
Después de muchos años de terapia, en el 2014, Natalia Zappacosta decidió dar el paso e iniciar la transformación para el cambio de género. “Tenía trabajo como guionista en una productora de televisión y un buen pasar económico”, dice. “Cuando mi aspecto físico empezó a cambiar me quedé sin trabajo, mucha gente dejó de atenderme el teléfono y terminé manejando un remís”.
Con historias muy diferentes, Luly y Natalia se encontraban con una vida a la deriva, hasta que fueron abrazadas por la Cooperativa de Artetrans. En ese espacio conocieron personas que estaban en situaciones similares a las de ellas. “Me sentí contenida, escuchada, me desarrollé artísticamente, hice un montón de amigxs y, al cabo de un tiempo, pude dejar la calle”, cuenta Luly que hoy es secretaria de la Cooperativa y tras haber estudiado la carrera de Enfermería en la UBA, dictó clases en el Bachillerato Popular Trans Mocha Celis y actualmente trabaja en el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires en el que realiza un seguimiento de los Consultorios Inclusivos.
Un espacio de inclusión
ArteTrans es la primera cooperativa de Latinoamérica que trabaja para la inclusión laboral de ese colectivo. La finalidad es alejar a las personas trans de la prostitución a través del teatro, performances, exposiciones de artes plásticas, charlas debate, cursos, talleres, festivales y shows musicales.
Esta cooperativa de arte, fundada en el año 2010, cuenta con 10 socixs, y en estos años han puesto en escena obras como: Boquitas pintadas, Hotel Golondrina, La casa de Bernarda Alba, Monólogos de las tetas con pene, Made in Lanús, entre otras.
Tras pasar la mayor parte de su existencia sin una sede fija, desde el 2018 la cooperativa funciona en el Centro Cultural Mercado de Avellaneda. Por la situación de pandemia las actividades de ArteTrans se realizan de manera virtual: clases de teatro y diversidad a través de zoom; por el canal de Youtube emiten los viernes, a las 21, el programa “Un buen plan” -con juegos de improvisación- a cargo de Natalia Zappacosta, los DiverSIcuentos (relatos y poesías para lxs infancias y la familia); en el mes de julio retomarán el ciclo de entrevistas “El mundo según ellas” y, a su vez, la emisión del programa radial “Arte en la Ciudad” por la FM 88.7 de Avellaneda.
“Cuando comenzamos a funcionar éramos una cooperativa exclusiva para personas trans. A medida que fue pasando el tiempo crecimos y aprendimos que era necesario abrir nuestro espacio a otres porque no queríamos ser un gueto sino un espacio inclusivo”, dice Emma Serna, presidenta y una de las fundadoras de la entidad.
Emma es actriz y una militante activa por los derechos de las personas trans. Nacida y criada en la ciudad bonaerense de 25 de Mayo se mudó a Buenos Aires, a los 18 años, para estudiar Diseño de Interiores. El año pasado fue protagonista de la película Bajo mi piel Morena, dirigida por José Celestino Campusano y, según la definición de Natalia, su compañera y socia de la cooperativa: “es una diva total”.
“Por esas cuestiones que exigen los estatutos me tocó ser la presidenta pero en nuestra cooperativa no hay jerarquía, somos todas iguales, estamos todas por lo mismo. La que quiere actuar, actúa, la que quiere ir sólo al curso va al curso, la que quiere estar en la producción está en la producción y no tenemos exigencias a la hora de tomar compañeros o compañeras para integrar la cooperativa”, cuenta Emma Serna.
Encuentro en la lucha
En febrero de 2018 Emma y Natalia se calzaron los tacos, maquillaje y sus mejores fragancias para atravesar la puerta de la Ex Esma. “Ahí donde secuestraron, torturaron y desaparecieron a miles de personas iban dos travas a hacerse oír”, recuerda Natalia. “Ese día marcó un antes y un después en mi vida porque fuimos en busca de una sala para hacer teatro y terminé consiguiendo trabajo en la Secretaría de Derechos Humanos. Ese trabajo que la sociedad me había negado por ser transexual me lo ofrecieron ese día”.
La cooperativa no está identificada con ningún partido político pero la militancia está presente en luchas como la aprobación de la ley por el cupo laboral trans a nivel nacional y dar solución a los problemas habitacionales del colectivo. ArteTrans integra el frente Florida, que está conformado por responsables de distintas organizaciones políticas y civiles, y el año pasado fundaron la Asociación Civil Cris Miró de Diversidad y Violencia de Género.
“La Asociación Civil nació con el sueño de hacer la vida de les chiques trans un poco más fácil, generando recursos alimentarios, institucionales y económicos en un tiempo muy complicado para la vida de todo el colectivo LGBTTIQ+”, explica la presidenta de la cooperativa. “Entendemos que la política es un instrumento para lograr un montón de cosas que tienen que estar a disposición de todes les ciudadanes y nosotres tenemos derecho a reclamar por leyes que nos beneficien, que nos incluyan”.
La historia de lucha de la cooperativa ArteTrans quedó reflejada en el documental Reina de Corazones que hoy se encuentra disponible en YouTube. Dirigido por Guillermo Bergandi se estrenó en 2016, participó en más de 30 festivales internacionales, ganó 5 premios y distintos reconocimientos.
“Al ser una cooperativa de trabajo tratamos de visibilizar el trabajo de las compañeras. Nosotras tenemos una postura más abolicionista no reglamentista. Muchas veces se trató de reglamentar la prostitución como un trabajo y si bien nosotras respetamos que haya compañeras que lo tomen como su trabajo, lo que queremos es que no sea el único trabajo a la cual una compañera se quiera dedicar, que puedan tener otra alternativa”, explica Emma.
La presidenta de ArteTrans resalta que en su caso tuvo “la suerte” de vivir con su familia y “con una situación social que me permitió no tocar la calle pero a la mayoría de mis compañeras sí. Entendí que muchas cuando tienen una oportunidad eligen una alternativa que sea mucho más beneficiosa para su integridad física porque sabemos que la prostitución es un trabajo en el cual se pone el cuerpo y donde hay muchos riesgos de violencia de maltratos, por eso tenemos la responsabilidad de instruir a las compañeras, de sacarla de un único circulo de trabajo que no sea solamente la prostitución”.
Luly es una de las socias de la cooperativa que con su historia de vida contagia a otras chicas a buscar una alternativa a la prostitución. En proceso de curar las heridas y sin poder aún volver a los Bosques de Palermo por el terror que le causa en el cuerpo dice que “es todo un proceso porque una piensa ¿quién me va a dar trabajo? y se autoconvence que ese es el único camino. Entre todas nos ayudamos para cambiar ese destino, como me lo cambió a mí la cooperativa, que me rescató.
Como dice Emma, la propuesta de Arte Trans “no es mostrar nuestras penas, es mostrarnos haciendo todo lo que podemos hacer. Porque nosotras podemos actuar, producir, dirigir, organizar lo técnico, lo escénico, el vestuario y luchar. Siempre luchar”.