El cambio más trascendente del iPhone 14 no será su pantalla, ni su cámara, ni su batería, ni una nueva función añadida por Apple. El principal mensaje que manda el fabricante con el nuevo modelo que ha presentado este miércoles es que ya no confía en China como su única base de fabricación, lo que supone un hito en la producción de alta tecnología. Por primera vez un teléfono de Apple se hará fuera del gigante asiático, consolidando la tendencia de salida del país de las grandes tecnológicas de EEUU.
Compañías como Google, Microsoft o Amazon siguen la misma estrategia que la fundada por Steve Jobs. No se van muy lejos, puesto que Asia les sigue ofreciendo los salarios más bajos. Tras las repetidas subidas del salario mínimo en China, que se ha triplicado en la última década según los datos de su instituto oficial del estadística, un trabajador chino puede llegar a costarles más del doble que un empleado de una fábrica de la India o Vietnam.
“Por supuesto la cuestión de los salarios es la razón más profunda, el mundo se mueve por el dinero. Pero no es la única”, expone Claudio Feijoo, catedrático y experto en diplomacia tecnológica con amplia experiencia en China.
“China está pasando por lo que en Economía se denomina la trampa de los ingresos medios, que le ha pasado a muchos otros países. Tú creces porque eres barato: ¿por qué China es la fábrica del mundo? Porque fabrica con menos costes que otros. El problema es que según tienes éxito en ese proceso, dejas de ser barato precisamente porque tienes éxito”, continúa Feijoo, ingeniero y economista.
“El salario es la parte visible, pero también están todos los costes asociados. Por ejemplo, China no respetaba ninguna cuestión medioambiental. Ahora no es que sea el país más respetuoso, pero empieza a tener una serie de legislaciones y ya no vale hacer cualquier cosa. Antes también había cierta corrupción que también ha pasado a estar más controlada, lo que implica costes más altos”, señala.
Lo ocurrido con Apple y sus proveedores es un ejemplo de esta evolución. Hasta ahora la tendencia de relocalizar la industria hacia países más baratos no había afectado a la alta tecnología, donde China ha sido la líder indiscutible por su capacidad de poner a disposición de las empresas un gran número de trabajadores de alta cualificación a costes muy bajos. Ahora Apple, que a lo largo de 15 años ha construido una de las más complejas cadenas de suministro del mundo en su territorio con la ayuda de las autoridades, cambia el paso y se lleva una parte de la producción a la India, donde los costes son aún menores.
Junto a ella se muda Foxconn, una empresa a la que deriva parte de la producción de su reloj inteligente, el iPad o los Airpods. Esta acaba de firmar un nuevo acuerdo con Vietnam para construir una nueva factoría de 50 hectáreas para sus proyectos con Apple. Implicará la creación de unos 30.000 empleos, han informado los medios locales. Según The New York Times, Foxconn ha publicado ya unas 5.000 ofertas de empleo “urgentes”: ofrece un salario de 300 dólares mensuales, menos la mitad del que paga en sus instalaciones de China.
El mismo reportaje del citado medio desvela que Google también se llevará parte de la producción de su nuevo teléfono Pixel a Vietnam, al igual que Microsoft con sus consolas Xbox. A principios de 2021, Amazon deslocalizó la manufactura de su dispositivo Fire TV a Chennai, la misma provincia india donde se establecerá Apple.
Contactadas por elDiario.es, tanto Apple como Google y Amazon han rechazado hacer comentarios respecto a estos movimientos. Microsoft no ha contestado a las preguntas de este medio al cierre de esta información.
China, por su parte, reconoció la pasada semana que la actividad de sus fábricas se contrajo por segundo mes consecutivo en agosto. La cifra proviene de una encuesta de directivos de empresas del país que se sigue muy de cerca en la política china.
Coronavirus y geoestrategia
Fuentes no oficiales de Apple han filtrado a varios medios estadounidenses que la deslocalización se debe al gran mercado interno de la India así como a la política de tolerancia cero de Pekín con el coronavirus. Los cierres de fábricas y puertos del 2021 en el país complicaron la distribución del iPhone 13 e hicieron que ganara menos dinero del esperado.
Con todo, la empresa más valiosa del mundo generó ventas netas totales de 365.820 millones de dólares durante el ejercicio fiscal de 2021. La empresa ha cuadriplicado sus ingresos anuales durante la última década, según Statista. “Yo tengo la impresión de que [los problemas derivados de la política china de tolerancia cero con el coronavirus] es más una excusa que una realidad. El proceso de salida de China ya sucedía antes”, opina Feijoo.
El gigante asiático lleva varios años preparándose para afrontar esta salida de factorías, apunta el experto. Con el ejemplo de sus vecinos Japón o Corea del Sur, trabaja para reenfocarse hacia las partes de la cadena de producción con más valor añadido que la manufactura, como el diseño y conceptualización de esos dispositivos.
El coronavirus es solo un motivo más en el análisis de riesgos que les invita a hacerlo, en el que también aparecen las posibles restricciones derivadas de un aumento de la tensión con EEUU. El conflicto por la independencia de Taiwán y el papel de la isla en la producción de chips, que lidera a nivel mundial, se ha colocado en el centro de esa pugna. Aunque China acelera para ser capaz de autoabastecerse, perder el acceso al principal proveedor de este componente básico para las fábricas de tecnología podría suponer un golpe fatal.
Esas restricciones ya están llegando. La Casa Blanca ha limitado la exportación a China de las nuevas unidades de procesamiento gráfico de Nvidia, que se lanzarán próximamente. El bloqueo afectará a la investigación de los fabricantes de automóviles chinos. “La mala noticia es que esta restricción supondrá un reto para todas las plataformas de entrenamiento de algoritmos de conducción autónoma”, ha reconocido He Xiaopeng, presidente del fabricante de vehículos eléctricos Xpeng en su cuenta de WeChat.
“La buena noticia es que hemos comprado suficientes productos para satisfacer la demanda durante varios años”, presumía a continuación. Nvidia se desplomó en bolsa tras la decisión de EEUU.
“Las compañías como Apple están viendo la jugada y entienden que si su mercado depende demasiado de China pueden encontrarse con restricciones porque el escenario con EEUU se complique”, detalla Feijoo: “Es un análisis geoestratégico que también están haciendo las compañías chinas que dependen de suministradores de EEUU, que para ellos es un riesgo máximo. En un segundo nivel colocan a Europa, Japón y Corea del Sur. En un riesgo más limitado, a países 'neutrales'; mientras que las zonas bajo la influencia china son las que consideran más seguras”.
“Ahora mismo, si eres un responsable de la cadena de suministro, no puedes mirar para otro lado”, concluye el catedrático.