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La trama entre profesionales de la salud y feministas para garantizar abortos en Neuquén

Una ginecóloga golpea la puerta. “Está de seis, para tratamiento”, dice. Acaba de confirmarlo con la ecografía. El médico que le abre promete ver a la paciente. Es martes y en un centro de salud de una provincia patagónica una mujer abortará en condiciones seguras. 

Villa María es uno de los 48 barrios que tiene la ciudad de Neuquén. Ubicado al sur, entre la Ruta Nacional 22 y el río Limay, cuya leyenda indica: “quien prueba sus aguas nunca más se va, y si se va, vuelve más temprano que tarde”. Este supo ser un sector de chacras, que sufría las inundaciones con las crecidas. Hoy es una zona de casas bajas obreras. En la esquina de avenida Olascoaga y Dorrego está la salita.

Según los datos oficiales del ministerio de Salud de Neuquén, de enero a septiembre de 2023 se hicieron 1.122 interrupciones voluntarias (IVE) y legales (ILE) del embarazo en toda la provincia: 413 en el primer trimestre del año, 343 en el segundo y 366 en el tercero. En 2022 fueron 1.634 y representaron el 1,7% del total de los abortos reportados en el país.

¿Cómo se hace efectivo un derecho garantizado por ley?, ¿Quiénes participan de la trama que lo hace posible?, ¿Cuál es la encarnadura real y cotidiana del aborto?

“En 2018 apareció en toda la Argentina un movimiento masivo y feminista que se llamó ”la marea verde“. Para nosotras la marea ya existía, pero en las napas subterráneas”. Este fragmento es parte de la introducción al libro “Lila y el aborto”, una investigación ficcionada sobre el diálogo entre socorristas, activistas que brindan información y acompañan a quienes deciden interrumpir un embarazo, y profesionales de la salud de Neuquén.

Según datos oficiales, entre enero y septiembre de 2023 se hicieron 1.122 interrupciones voluntarias (IVE) y legales (ILE) del embarazo en toda la provincia

Guido Ojeda trabaja en el consultorio IVE de la salita de Villa María. Belén Grosso, docente y socorrista feminista en La Revuelta, lo describió como un “compañero médico clave” dentro del sistema público de salud de la provincia desde antes de la sanción de la ley 27.610, en 2020. “Cuando estaba de guardia podíamos llamarlo, hacerle consultas, siempre estuvo a disposición”, afirmó.

El consultorio comenzó a funcionar hace cuatro meses aproximadamente. El objetivo fue organizar mejor la demanda y concentrarla en un día y horario: martes de 13 a 15.30. Así no se superponía con otros pacientes de medicina general y podían destinarle tiempo de calidad. Guido contó que se capacitó al personal sobre los alcances de la ley y sus responsabilidades, lo que se conoce como “tareas de sensibilización”.

¿Por qué es importante que una administrativa sea “sensibilizada”?

–Porque es la primera cara del centro de salud. Si la administrativa o incluso el de seguridad no le dan una buena respuesta, la persona se va. Es una barrera en la accesibilidad importante.

Este año el equipo del consultorio acompañó entre 60 y 70 situaciones de IVE. Guido señaló que la demanda mutó con la regulación del aborto. “Hoy por suerte llegan muchas mujeres jóvenes ya con una decisión bastante tomada”, precisó. Siempre con amigas u organizaciones, rara vez con algún integrante de su familia o pareja.

En los centros de salud de Neuquén se practican interrupciones voluntarias hasta la semana 12 de gestación, pasado ese plazo la práctica es ambulatoria pero en un hospital.

Primero se hace una consulta de asesoramiento, explicación de cómo es el procedimiento y la solicitud de los estudios: ecografía y laboratorio. En el segundo encuentro se entrega la medicación y se le pregunta a la persona quién la va a acompañar, si prefiere que ese día la llamen para saber cómo va. La última visita es la del control.

En los centros de salud de Neuquén se practican interrupciones voluntarias hasta la semana 12 de gestación, pasado ese plazo la práctica es ambulatoria pero en un hospital.

Conozco a un grupo de personas que resuelven problemas

Cuando las mujeres y personas gestantes no tienen red de contención alguna Guido recomienda a La Revuelta, la colectiva feminista de Neuquén nacida el 8 de marzo de 2001 y fundadora del socorrismo en el país. Ese ida y vuelta afianzó el vínculo.

“Una fundación nos donó un ecógrafo a las revueltas por todo nuestro trabajo con el aborto y lo pusimos a disposición del sistema público. Lo ofrecimos al centro de salud de Villa María y ahí Guido y Nico se ocuparon de hablar con el director”, aseguró Belén.

Así fue como desde julio de 2023 hay una ginecóloga con el ecógrafo en la salita, en el mismo horario del consultorio IVE, para atender sin turno y por orden de llegada. Realiza tanto los diagnósticos como el post-aborto. Esto no sólo allana el camino, la localización del centro de salud se puede apuntar como otra ventaja: está sobre el corredor que une el centro de la ciudad con la costanera.

Nico es Nicolás Guilarducci, otra pieza fundamental del equipo. Vendrá en unos minutos junto a la enfermera Elineth Angarita. Todavía hay pacientes que esperan. En el consultorio IVE siempre se atiende en dupla, y nunca dos varones juntos.

Guido destacó que la relación con La Revuelta ha permitido brindar intervenciones más oportunas.

La ley se apoya todavía en redes militantes como las socorristas que dan información sobre aborto a mujeres y personas gestantes.

“El promedio nacional dice que el primer contacto con el sistema de salud es entre las 8 y 9 semanas de gestación. Nosotros con La Revuelta, 6 o 7 semanas. Cambia muchísimo en cómo es el procedimiento. Captar situaciones tan precoces y tener referencias de profesionales hace que sea más sencillo. Si fuese por salud pública no sucede eso. Tener un teléfono las 24 horas del día es un montón”, subrayó.

El teléfono al que se refiere Guido son las líneas socorristas: mujeres y personas gestantes de todo el país llaman para pedir información sobre aborto. En el caso de Neuquén, de lunes a viernes de 10 a 20 hs y los sábados de 10 a 15 hs. El 78% de las que se comunicaron en 2022 tenían entre 3 y 8 semanas de gestación.

La Colectiva además publicita los “¡martes de eco!” en sus redes sociales. “¿Necesitás una ecografía antes y/ o después de tu aborto? Acercate al centro de salud de Villa María”, invita el flyer.

“Yo como médico general tengo una visión más comunitaria. No solamente para esto, sino para cualquier abordaje, para cualquier problemática en salud. Yo trabajo con consumos, lo mismo, necesito apoyarme en las redes comunitarias que ya existen, porque si no es pensar que las respuestas sólo las tiene el médico o salud, eso es quedarse con una respuesta muy parcializada de la realidad”, agregó.

¿Qué cambió con la sanción de la ley? “La medicación. Nunca más faltó desde 2020 para acá. No hubo nunca más que discutir o justificar una receta de misoprostol. Eso fue inmediato y fue tener todos los argumentos a la hora de ir a discutir con el programa de salud sexual”, planteó rápidamente Guido.

Terminó el horario de atención del consultorio y se sumó a la entrevista Nicolás, también médico clínico. Nacido en Trenque Lauquen, estudió en la Universidad de Buenos Aires y vino a la provincia a hacer la residencia. En su formación de grado nunca vio nada sobre acceso al aborto. Tampoco Elineth que se egresó como enfermera en Argentina y es migrante venezolana. ¿Cómo trabajan con sus propias ideas acerca de lo que el aborto es o representa? Ella contestó: “cuando hice mi tesis en la licenciatura la aboqué sobre el tema de una deconstrucción como persona para poder atender mucho mejor a la paciente que tengo al lado. No utilizar lo que es mi cultura o lo que yo conozco para hacerlo parte de esa persona. Eso es mío y no tengo porque atenderte con mi forma de ver la vida”.

Yo pensé que iba a tardar dos o tres meses hasta que empiecen a llegar usuarias y ya el primer día llegaron dos porque lo vieron en redes sociales.

Para Nicolás la ley fue bisagra y modificó la forma en cómo llegan las usuarias al sistema. “Antes cuando una mujer entraba en un proceso de aborto era en voz baja, cabeza gacha”, recordó. 

Abrir una ventana

En diciembre de 2019 la entonces concejala de Neuquén por la Democracia Cristiana, Nadia Márquez, actual diputada nacional electa por la Libertad Avanza compartió en sus redes sociales un mural pintado en el hospital Bouquet Roldán (HBR) de la ciudad con el lema: “Salvemos las 2 vidas”.

La imagen era la de una mujer embarazada, sin rostro, apenas una línea que simulaba un ojo cerrado. En su panza había un corazón rojo y enfrente de ella un gran bebé flotando. El fondo era de un celeste intenso y abajo se leía: “HBR provida, comunidad y trabajadores”.

“Podemos discutir creencias, podemos discutir filosofías, pero la ciencia es muy difícil de discutir, porque es lo que es, y la naturaleza es así y nos dio la capacidad de poder engendrar y llevar una vida en nuestro vientre, pero siempre es una vida totalmente individual e independiente con un ADN propio”, manifestó Márquez en el video que posteó con el mural detrás. Es pastora de la iglesia “Jesús es Rey”.

Cuatro años después, el hospital cuenta con un consultorio IVE que atiende los viernes. “Nosotros trabajamos haciendo guardia en el Bouquet Roldán y veíamos que había una demanda que por ahí no estaba bien canalizada. Había voluntades individuales, profesionales que sí acompañaban, pero cuando no está institucionalizado, cuando no hay un espacio no genera mayor accesibilidad”, contó Guido.

Aclaró que fue una iniciativa de trabajadores y trabajadoras. La dirección no se opuso a que existiera, pero tampoco lo promovió.

“Arrancó funcionando, eso fue llamativo, yo pensé que iba a tardar dos o tres meses hasta que empiecen a llegar usuarias, que empiece a girar, y ya el primer día hubo dos situaciones y las dos llegaron porque lo vieron en redes sociales”, enfatizó Guido.

Nicolás, que forma parte también de este consultorio, apuntó: “Es un hospital que en algún momento de la historia ofrecía bastante resistencia al aborto. Las médicas que garantizaban ahí lo hacían por guardia y no es el mejor momento ese para hacer una buena conserjería”.

Hubo que “sensibilizar” al personal para que cuando una mujer o persona gestante se presentara con el pedido de ecografía y laboratorio para una IVE no hubiera demoras. La experiencia tiene apenas dos meses.

En el libro “Lila y el aborto” hay una cita a la filósofa Carol Gilligan que dice que el cuidado es ni más ni menos que “escuchar, prestar atención, responder con integridad y respeto”. Esa es la malla sobre la que se sostiene este derecho, la que lo hace vivir.

LLB/MA

Una ginecóloga golpea la puerta. “Está de seis, para tratamiento”, dice. Acaba de confirmarlo con la ecografía. El médico que le abre promete ver a la paciente. Es martes y en un centro de salud de una provincia patagónica una mujer abortará en condiciones seguras. 

Villa María es uno de los 48 barrios que tiene la ciudad de Neuquén. Ubicado al sur, entre la Ruta Nacional 22 y el río Limay, cuya leyenda indica: “quien prueba sus aguas nunca más se va, y si se va, vuelve más temprano que tarde”. Este supo ser un sector de chacras, que sufría las inundaciones con las crecidas. Hoy es una zona de casas bajas obreras. En la esquina de avenida Olascoaga y Dorrego está la salita.