Argentina tendría acceso a unos 4.700 millones de dólares una vez que el Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) termine de aprobar el acuerdo anunciado este miércoles por el personal técnico del organismo y el Gobierno argentino. De todos modos, el grueso de ese dinero será para pagar los 1.950 millones de dólares que vencen a fin de mes.
En una conferencia de prensa el ministro de Economía, Luis Caputo, se ocupó en aclarar que “no es un acuerdo nuevo y no son fondos nuevos”.
Según aclaró el organismo en un comunicado, el acuerdo pudo alcanzarse luego de que los representantes del FMI y el del ministerio llegaron a “entendimientos sobre un conjunto reforzado de políticas para restaurar la estabilidad macroeconómica y volver a encarrilar el programa actual, ya que los objetivos clave del programa no se alcanzaron por amplios márgenes debido a los graves reveses políticos del gobierno anterior”.
El FMI detalla que el gobierno del presidente Javier Milei está “implementando un ambicioso plan de estabilización, basado en una gran consolidación fiscal inicial, junto con acciones para reconstruir las reservas, corregir desajustes de precios relativos, fortalecer el balance del banco central y crear un sistema más simple, basado en reglas y orientado al mercado. economía orientada. También prevé la ampliación de la asistencia social para proteger a los más vulnerables”.
En el comunicado, el FMI realizó un duro diagnóstico sobre la situación económica recibida por el actual Gobierno: “La nueva administración heredó una situación económica y social excepcionalmente desafiante, con desequilibrios macroeconómicos crecientes que reflejan principalmente políticas inconsistentes y expansivas, especialmente durante los últimos trimestres del año pasado”.
En otro tramo destaca: “La continua dependencia del financiamiento del Banco Central y de medidas intervencionistas llevaron a un mayor deterioro del balance del la entidad bancaria y a un sobreendeudamiento de la deuda comercial de los importadores. Mientras tanto, los salarios reales cayeron aún más hasta alcanzar mínimos de varios años y se estima que los niveles de pobreza superaron el 45 por ciento”. Y concluye que “el programa se desvió gravemente”.
De acuerdo a lo informado por el organismo, el objetivo de este desembolso es “ apoyar los fuertes esfuerzos políticos de las nuevas autoridades para restaurar la estabilidad macroeconómica y ayudar a Argentina a satisfacer sus necesidades de balanza de pagos”.
El equipo del FMI estuvo liderado por Luis Cubeddu, Director Adjunto del Departamento del Hemisferio Occidental y Ashvin Ahuja, Jefe de Misión para Argentina, quienes en el comunicado elogiaron al presidente Milei y su equipo económico por haber actuado “rápida y decisivamente para desarrollar y comenzar a implementar un sólido paquete de políticas para restaurar la estabilidad macroeconómica y están totalmente decididos a volver a encarrilar el programa actual”.
El organismo también advierte que “el camino hacia la estabilidad será desafiante y las condiciones empeorarán antes de mejorar”, pero que de todos modos “las acciones iniciales lograron evitar una intensificación de la crisis”.
Los detalles del acuerdo
La política fiscal. Las autoridades se proponen lograr un superávit primario del 2 por ciento del PIB este año (consistente con el equilibrio general), mediante una combinación de medidas de ingresos y gastos. Se espera que los ingresos se vean respaldados temporalmente por mayores impuestos relacionados con el comercio, así como por ganancias derivadas de la normalización de la producción agrícola.
Mientras tanto, la racionalización del gasto se sustentará en reducciones de los costos administrativos, los subsidios a la energía y el transporte, transferencias discrecionales a provincias y empresas estatales y gastos en infraestructura de menor prioridad. Las medidas iniciales se complementarán con esfuerzos a lo largo del tiempo para salvaguardar un equilibrio fiscal general, a través de mejoras de alta calidad en la eficiencia de los sistemas tributario y de gasto.
Protección social. Las autoridades han reforzado significativamente la asistencia social a través de programas de subsidios por hijos y cupones de alimentos, al tiempo que se alejan de los programas sociales distribuidos a través de costosos intermediarios. Planean preservar el valor real de las pensiones y aumentar la asistencia social según lo justifiquen las condiciones.
Política cambiaria y reservas. Tras la gran devaluación de mediados de diciembre, la política cambiaria de las autoridades seguirá apoyando los objetivos de acumulación de reservas. Es importante destacar que han abandonado el opaco sistema de controles administrativos de importación (SIRA) y están en el proceso de abordar el gran sobreendeudamiento de los importadores, ofreciendo instrumentos cambiarios a los importadores que registren adecuadamente sus deudas comerciales.
Han pasado a un régimen más basado en el mercado y han abandonado el enfoque anterior de intervenir en los mercados de divisas de futuros paralelos y no entregables, al tiempo que levantan las restricciones comerciales. Están firmemente comprometidos a seguir eliminando prácticas monetarias múltiples y restricciones cambiarias en el corto plazo, al tiempo que buscan desmantelar las medidas de gestión de flujos de capital (CFM) a medida que se abordan los desequilibrios y las condiciones lo permiten. Se espera que estas políticas conduzcan a una acumulación de reservas netas de 10.000 millones de dólares para finales de 2024, incluidos 2.700 millones de dólares acumulados durante las últimas semanas de 2023.
Política monetaria. La postura de la política monetaria evolucionará para respaldar la demanda de dinero y la desinflación, mientras que el marco y las operaciones de la política monetaria se ajustarán para fortalecer su papel de anclaje. Las autoridades se han comprometido a poner fin al crédito del banco central al gobierno y seguirán reduciendo el gran excedente de pesos, al tiempo que fortalecerán gradualmente el balance del banco central.
Planes de financiación. De acuerdo con el programa fiscal, el gobierno no buscará ninguna forma de financiamiento neto de mercado, sino que se concentrará en mejorar el perfil de vencimiento de la deuda interna. Reconstruir las relaciones con los mercados de capital internacionales también es una máxima prioridad.
Políticas estructurales. Las autoridades están decididas a abordar los impedimentos de larga data al crecimiento y las exportaciones, e impulsar el vasto potencial energético y minero de Argentina, incluso aumentando la competencia y simplificando la burocracia. Las recientes iniciativas legislativas representan un paso importante en esta dirección, para el cual se está buscando apoyo político.
Modalidades del programa. Las autoridades actualizaron los objetivos del programa, en consonancia con sus planes para una consolidación fiscal y externa más ambiciosa.
Con información de NA