Análisis

Alberto Fernández enfrenta en su segundo año los retos del empleo y los precios

Buenos Aires —

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La mayoría de los analistas preveía que el primer año del Gobierno de Alberto Fernández iba a contraerse la economía, dada la herencia recibida del de Mauricio Macri, pero nadie podía imaginar que 2020 terminaría resultando tan malo. Ahora, el consenso de bancos, consultoras, think tanks y universidades que releva mes a mes el Banco Central prevé que en 2021 el PBI recuperará algo de lo perdido en la pandemia, con un alza del 4,8%, pero con una inflación en fuerte ascenso hasta el 50%. Claro que son predicciones para el caso en que no se produzca una segunda ola del virus en el país. Para indagar mejor sobre cómo puede resultar la economía en el segundo año de Fernández, el de las elecciones de medio término, consultamos aquí a los tres economistas que más acertaron en sus pronósticos en 2020, según el ranking que elabora la entidad que preside Miguel Pesce.

El Banco Credicoop, que encabeza el diputado oficialista Carlos Heller, lideró esta clasificación. Pero su economista jefe, Alfredo García, advirtió lo difícil que resulta proyectar cómo le irá a la economía en 2021: “Proyectar en estos tiempos de pandemia es más que difícil, pues si bien las distintas vacunas se están desarrollando a pasos agigantados, éstas no resolverán todos los problemas sanitarios y los derivados de éstos”. García señaló que el presupuesto 2021 prevé que “la pandemia se irá resolviendo en el año” y por eso se eliminarán el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y la Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP, subsidio al salario privado), pero si rebrota el virus y vuelve el aislamiento, “se tomarán las medidas que se requieran, como se ha hecho en 2020”.

“Ya hay varias definiciones sobre las políticas de 2021 incluidas en el presupuesto y explicitadas por los principales funcionarios del Gobierno: el tipo de cambio acompañará a la inflación, la cual irá en descenso, ya que si bien algunos factores podrían ejercer presión sobre los precios, las políticas del Gobierno están enfocadas en continuar reduciendo la inflación”, observó García, que concuerda con las proyecciones oficiales de crecimiento del 5,5% e inflación del 29%, con bandas que van del 25% al 33%. “Desde lo productivo, ya se están teniendo resultados de varios sectores cuya producción es mayor, no solo a la prepandemia, sino al mismo mes del año anterior, cuando se expresaban con toda su fuerza las políticas recesivas aplicadas entre 2016 y 2019”, destacó el economista jefe del Credicoop. También admitió el nuevo viento de cola internacional: “El fuerte aumento de los precios de las materias primas agrícolas resulta una buena noticia para proyectar 2021”. 

A diferencia de García, el consultor Gabriel Rubinstein, segundo en el ranking de pronosticadores, es muy crítico del Gobierno de Fernández. Pero consideró que “si hay acuerdo con el FMI, dará tranquilidad financiera, más apertura económica y además hay viento de cola, con lo que 2021 será bueno o muy bueno, siempre y cuando no haya segunda ola de contagios”. En el escenario optimista, prevé un crecimiento del 6%, “que sería un rebote que ni siquiera te devuelve al punto de partida de antes de la pandemia, porque este año caés 11%”. “No es difícil que la economía rebote con gente que vuelve a trabajar porque en la cuarentena no podía”, agregó. Claro que si falla la negociación con el Fondo Monetario Internacional, “puede haber un desastre, con salida de capitales”, predijo. “Todos esperamos un acuerdo, pero esperamos que haya acuerdo si hay sustentabilidad. Puede que el Fondo apruebe algo insustentable, aunque es poco probable”, matizó el ex representante del Ministerio de Economía en el Banco Central en tiempos de Roberto Lavagna.

Rubinstein opinó que la inflación dependerá de si el Gobierno devalúa o no, un tema que él considera que se debatirá con el FMI. “Si devalúa 30% para bajar la brecha, quizá la inflación llega al 50%”, evaluó. 

La otra variable clave será el trabajo. Rubinstein alertó que el desempleo estructural ya no será del 10% sino del 15%: “Con el tendal que dejó la pandemia, mucha gente no va a encontrar empleo, hay empresas cerradas para siempre y otras que esperarán antes de tomar gente. Esto se resuelve solo con inversión privada de calidad, con un ámbito de negocios muy diferente al actual”.

María Castiglioni, socia de C&T Asesores Económicos, tercera en el ranking, coincidió en que el desempleo “seguirá siento alto”, pero lo ubicó en el 11%. “Hay que ver cómo termina el mapa laboral, con sectores aún cerrados, aunque reabrirán, pero hay empresas que no pueden reabrir porque quebraron o que abrirán con menos gente. Es mucha gente sin empleo, a los que no van a dejar sin asistencia, y menos en año electoral”, analizó la economista.

La pandemia y su cura influirán no solo en la economía sino también en las expectativas, según Castiglioni. “Además, tenés elecciones y eso altera las políticas económicas en la Argentina. Eso hace difícil un ajuste, más después de lo que pasó el país. Y tenés una discusión con el FMI porque necesitás postergar vencimientos de deuda. Esa discusión va a determinar decisiones de política económica. Creemos que el acuerdo no va a ser rápido porque no es fácil ajustar. Por ejemplo, se saca el IFE pero hay bono de fin de año”, apuntó la socia de C&T.

Castiglioni vaticinó que la economía crecerá 4,5%, “no mucho, por las limitaciones, se reactivan las obras, pero no las grandes, no hay expectativas de inversión y estás con problemas de abastecimiento de insumos”. La inflación superará el 29% previsto por el Gobierno, según Castiglioni. Pero no la calcula en el 50% sino en el 42% por el descongelamieno de tarifas y precios de alimentos y el eventual impacto del turismo, que este verano tendrá casi cautivo al público local. “La mayor inflación te hará recaudar más, pero no sé si el déficit fiscal será menor al 4,5% del PBI presupuestado. Hay que ver cuánto vas a aumentar las tarifas a los clientes de ingresos medios y altos para que zafen los pobres y bajen los subsidios. Te condiciona la situación social y el gasto y las expectativas de la gente. Tenés una sábana corta”, recurrió Castiglioni a la remanida metáfora. 

El tiempo dirá cómo termina siendo el segundo año económico de Fernández. Por lo pronto, los pronosticadores en general le pifiaron cuando predecían mayor inflación a la resultante en 2020, incluso algunos ultraliberales vaticinaban hiperinflación. La estabilidad política y la vida cotidiana de los argentinos están en juego.