Con la idea de brindar a los importadores certezas sobre el momento en que podrán acceder a dólares para pagar a sus proveedores en el exterior, arrancó el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) que reemplaza al Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI).
Junto con ello, entró en vigencia la nueva circular del Banco Central A7622, que establece nuevas condiciones de acceso a dólares oficiales para las empresas, en reemplazo de la norma que hasta ahora establecía plazos de 180 días para unas 4.600 posiciones arancelarias que se cursan con Licencias no automáticas (LNA).
La entidad que dirige Miguel Pesce autorizó ahora a hacer pagos anticipados solo con dólares propios y eso hace prever a analistas que puede inducir a los importadores a conseguir dólares en la Bolsa de Comercio (MEP) o en el Contado con Liquidación (CCL).
El SIRA también desactiva el cupo de 105% respecto de los dólares que la empresa compró en 2021 y del 170% sobre 2020, que se podían cursar por SIMI A y pagar al momento.
La declaración SIRA tendrá una validez de 90 días desde su aprobación y tendrá una prórroga automática de acuerdo a los plazos que establezca la Secretaría de Comercio.
Dentro de los controles para la aprobación de las SIRA se evaluará el perfil de riesgo, la Capacidad Económica Financiera, si se hizo abuso de medidas cautelares para acceder a SIMI y si hubo operaciones sospechosas de sub o sobre facturación.
Se crea la Cuenta Corriente Única de Comercio Exterior donde los bancos consultarán y registrarán las solicitudes de pagos.
Esta consulta se podrá hacer en forma previa a la realización de la operación cambiaria.
Martín Kalos director de EPyCA señaló a Noticias Argentinas que “esto es mejor que lo que había hace una semana si se logra la claridad” que prometió el gobierno al anunciar el sistema, “pero es peor que hace cuatro meses cuando había acceso inmediato al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC)”.
“La cuestión está en el cumplimiento. Si se cumplen los plazos que el gobierno promete a alguna empresa le dará alguna tranquilidad” explicó Kalos, quien indicó que “esa tranquilidad va en función de poder calcular costo y riesgo financiero”.
El consultor precisó: “Si antes podías acceder al MULC de manera relativamente inmediata no había riesgo, ni costo financiero extra pero ahora sí, porque hay que estimar y esperar prever el tipo de cambio al que vas a poder acceder en equis tiempo que le va a decir el sistema a cada empresa, suponiendo que eso se cumple”.
“Además hay que incluir el costo de acceder a dólares financieros o de poner dólares propios, independientemente de los tenga o los tenga que adquirir”, agregó,.
También indicó que “esto incrementa los costos porque en vez de asociarlos solo al MULC, es decir, al dólar oficial, se asocia a los dólares paralelos” y dijo que “hay que vincular además los riesgos de incumplimiento de los plazos”.
Empresarios vinculados a la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA) plantearon que el nuevo esquema elimina el acceso inmediato al MULC, al desaparecer lo que eran las SIMI tipo A que brindaban la posibilidad de adquirir dólares oficiales al momento.
Indicaron que el nuevo esquema pretende llevar a que todo el comercio exterior se lleva a cabo mediante el esquema de “pagos diferidos”.
El pasado 14 de octubre, junto con la publicación de la resolución conjunta 5271 de Secretaría de Comercio y AFIP, el Banco Central emitió la Comunicación A7622, en la cual se fijan las condiciones de acceso al MULC de las empresas que logran la aprobación del SIRA.
Podrán hacer pagos anticipados con dólares propios, desde una cuenta corriente en la que la empresa tenga depositados dólares o tiene como opción el acceso en el plazo que le fije el SIRA a partir del momento en que la mercadería llegue al puerto de Buenos Aires.
En el caso de los dólares propios, los importadores consideran que las empresas se van a ver compelidas a ir al dólar financiero si no cuentan con divisa.
En el segundo, se establece una duda. Los importadores plantean que cuando se compra un insumo, el pedido el proveedor del exterior demora un mes para elaborarlo. Luego se puede demorar dos meses más para que el barco llegue a puerto. Normalmente, se termina de pagar el pedido al momento en que el proveedor envía la mercadería desde el puerto de origen, donde se emite un documento que le permite al comprador nacionalizar los bienes en la Aduana.
Con el SIRA, el BCRA establece que ese pago se debería hacer en el plazo que le indicará el Gobierno, luego de desembarcado el pedido en el puerto en Argentina.
Con ello entre los importadores estiman que en promedio se busca diferir los pagos en unos 120 días.
Por otro lado, en noviembre y diciembre comenzarán a vencer operaciones de 180 días de crédito comercial que tuvieron que tomar las empresas en el marco del SIMI.
El stock de deuda llega a unos US$9.400 millones, si se compara la cantidad de importaciones autorizadas por la aduana entre enero y agosto contra los dólares que vendió el BCRA para importar.
Con información de NA.
IG