Hay dos datos que entran en conflicto. Por un lado, la pandemia y el proceso de digitalización que trajo aparejado generaron un salto en la importancia de la economía del conocimiento en el comercio mundial. Por otro, y a contracorriente de este escenario, la Argentina redujo las exportaciones del sector entre 2019 y 2020. ¿Cómo se explica? Los empresarios del rubro tienen, más que una respuesta certera, un “feeling”: gran parte de las exportaciones se canalizó por el mercado informal. Un circuito paralelo que busca eludir los efectos de la brecha cambiaria y por el que salen servicios de la Argentina, pero no entran divisas.
Según datos presentados por la cámara Argencon y tomados de la Organización Mundial del Comercio (OMC), a fines de 2020 la economía de servicios basados en el conocimiento alcanzó un récord histórico de participación en las exportaciones globales. Creció casi un punto porcentual en un año y representó el 11,2% del total.
En la Argentina, de acuerdo con datos del Indec, las exportaciones del sector cayeron 7,5% entre 2019 y 2020, aún cuando “la respuesta de los centros operativos a las condiciones de la pandemia fue técnicamente muy buena”, según la cámara. Por otra parte, la participación de la economía del conocimiento en las exportaciones nacionales a junio de este año se redujo a 8,2%, lo que la ubica lejos del récord de participación del 9,6% que marcó en diciembre de 2017, cuando las exportaciones alcanzaron los U$S7.335 millones. Desde ese tope hubo diez trimestres consecutivos de caída, con una recuperación en el último trimestre, para llegar a un valor anual de U$S 5.776 millones en junio de 2021.
“Los datos oficiales muestran que buena parte de la economía del conocimiento dejó de exportar por el mercado formal y se volcó al mercado informal. Por eso hay una parte de la actividad del sector que no se ve en las estadísticas oficiales. El sector no cayó; lo que cayó es la formalización de las exportaciones del sector”, dijo Luis Galeazzi, director ejecutivo de Argencon, ante una pregunta de elDiarioAR en una ronda con periodistas.
Según los distintos empresarios del sector que participaron de la conversación virtual, esta situación se explica por la “fuga de talentos” que se acrecentó en los últimos años. “El recurso que se va de mi empresa, es contratado desde el exterior y no liquida la divisa cuando cobra representa una exportación que dejó de estar registrada”, precisó Santiago Mignone, socio de PWC Argentina. “Si el sector creció, pero las exportaciones cayeron ¿dónde está la diferencia? En esa translación de gente que antes estaba empleada y exportaba formalmente”, sumó.
Esta “fuga” se funda, según explicó Galeazzi, en lo que es hoy el obstáculo principal del sector: la amplia brecha entre el dólar oficial (este jueves cotiza $104,8) y el blue ($189). Mientras que las empresas liquidan sus exportaciones al cambio oficial, los profesionales que deciden trabajar de manera freelance para el exterior pueden acreditarlos directamente en una cuenta extranjera o ingresarlos por una vía alternativa como las criptomonedas y obtener con esa maniobra un ingreso real mucho más alto.
“Hay una gran batalla global por el talento y los muy buenos profesionales que tiene la Argentina son tentados a trabajar directamente para el exterior. En ese marco la Argentina da ventaja, porque no le puede pagar a sus profesionales al dólar real. Ese es el principal dolor que tiene hoy el sector y que está corroyendo la base del ecosistema”, sintetizó Galeazzi.
Esa fuga se extiende también a empresas que deciden ubican sus operaciones en países con contextos normativos, cambiarios y tributarios más beneficiosos, donde pueden percibir el valor “pleno” de sus exportaciones.
Si bien celebró “como mensaje” la eliminación de las retenciones al sector a partir de 2022, definida recientemente por el Gobierno, Galeazzi consideró que no altera la ecuación desde el punto de vista económico. Mientras que las retenciones eliminadas son del 5%, la brecha que problematiza al sector se ubica en el orden del 80%
“En el último semestre el valor percibido por las ventas al exterior ha sufrido una detracción que osciló entre 70 y 85 pesos por dólar, lo que representa aproximadamente 45% del monto total facturado”, precisó el informe presentado.
Para Mignone, de PwC, este desfasaje entre el crecimiento del sector y el saldo de exportaciones permite ver “la magnitud” el problema de la fuga de talentos. “No es una anécdota, una excepción. No se puede probar, porque no se puede probar la informalidad, pero es una presunción relevante a partir de que hay un desbalance en las estadísticas”, dijo.
Néstor Nocetti, uno de los fundadores del gigante Globant, consideró que en una economía que tiende a la uberización no está mal que los profesionales puedan decidir trabajar de manera independiente para otro país. “Ahora, tendría que ser igualada la cancha y que se pueda trabajar en la mismas condiciones en una empresa argentina que paga impuestos que se usan para educar y formar a esos profesionales”, señaló.
El mercado laboral de las industrias del conocimiento compensa la fuga de talento de sus profesionales senior con la incorporación de juniors, de manera que el empleo total registrado (436.000 trabajadores a marzo de 2021) mantiene en los niveles prepandémicos, y se recupera de una leve caída de ocupación que se registró a fines de 2020. Estos valores implicaron que el porcentaje de participación en el total de empleo privado registrado llegue a un máximo histórico de 7%, valor que se explica por la caída del nivel general de ocupación y no por un crecimiento propio.
Los ejecutivos destacaron el desempeño de Polonia, un país que consideraron “comparable” por sus indicadores a la Argentina, que exporta en servicios basados en conocimiento más de lo que exporta la Argentina en soja
De acuerdo con Galeazzi, la Argentina no está “capitalizando” la oportunidad planteada por la pandemia, sobre todo por la inestabilidad macroeconómica del país, que dificulta proyectar negocios incluso en el corto plazo, y porque las políticas públicas de promoción al sector no son tan favorables como en otros países.
“Los países que más crecen y han podido aprovechar este tsunami tienen una política pública dedicada a la economía del conocimiento en todos los planos: inversiones, normativa, programas educativos”; señaló.
El ejecutivo mostró datos que permiten advertir que se está produciendo un desplazamiento de la economía del conocimiento de Asia a otras regiones. Sobre todo, a Europa del Este, que “tiene muy buena conectividad”. Los ejecutivos destacaron el desempeño de Polonia, un país que consideraron “comparable” por sus indicadores a la Argentina, que exporta en servicios basados en conocimiento más de lo que exporta la Argentina en soja. En 2020 fueron US$30.000 millones.
Mignione señaló que la Argentina tiene una posición de privilegio en el mundo, que le permite compartir uso horario con el mayor consumidor de estos servicios, que es Estados Unidos. “Podemos ser la Polonia de América”, dijo.
DT