Credit Suisse pidió respaldo al Banco Central Suizo ante la debacle bursátil que arrastra a todo el sector

Diego Larrouy

15 de marzo de 2023 12:30 h

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Tras el respiro del martes, llegó un nuevo susto para la banca europea. El banco suizo Credit Suisse se está desplomando este miércoles en Bolsa después de que su primer accionista, el Saudi National Bank, haya informado que no prevé inyectar más dinero para dar soporte financiero en la entidad helvética. Esta caída, que llegó a superar el 20%, es la causa, según la agencia Bloomberg, de que toda la banca europea esté cayendo en una nueva jornada de preocupación en los mercados. El terremoto llevó a Credit Suisse a solicitar al Banco Central Suizo apoyo con el que poder frenar la caída.

Según informó Financial Times, el banco se habría dirigido al supervisor bancario y al de los mercados para solicitar una muestra de respaldo en forma de declaración que aliviara a los mercados. Por el momento, ninguna de las dos instituciones dio respuesta a la solicitud de Credit Suisse. Su presidente, Axel Lehmann, argumentó este martes que la petición de un rescate no está sobre la mesa. Según el directivo, el banco ya ha “tomado la medicina” para solucionar sus problemas, que se han precipitado este miércoles.

Fue Bloomberg la que emitió en su televisión una entrevista con el director del Saudi National Bank, que tiene en torno a un 10% de las acciones de la entidad helvética desde su entrada a finales del año pasado. Sin embargo, el valor de esta inversión se desplomó y el SNB, participado por el fondo soberano saudí, descartó aumentar su participación en Credit Suisse. Esta turbulencia en la decimoséptima entidad del continente coincide en la semana en que EEUU tuvo que intervenir dos bancos, aunque la naturaleza de los problemas de estas entidades son diferentes.

Todo esto se refleja en el resto del continente. Grupos como BNP, Société Générale, o Commerzbank están dejando más de un 8% de su valor. ING, ABN Amro, Deutsche o Unicredit les siguen en cuanto a las mayores pérdidas de valor que se están observando en el viejo continente. Los bancos estadounidenses arrancaron la jornada en la Bolsa de Nueva York con caídas significativas, aunque más moderadas que en el caso europeo.

La coincidencia en el tiempo con la crisis del Silicon Valley Bank provocó unas mayores turbulencias en el mercado, pero son casos distintos. Los problemas de Credit Suisse vienen de lejos y afrontaron distintos escándalos sobre su gestión en el pasado reciente que llevaron a la entidad a tener que renovar hace unos meses a su cúpula y a declarar unas pérdidas históricas, pese a que la tónica general en Europa es el aumento de los beneficios.

La decisión del SNB de no ampliar su presencia en el accionariado del banco llega en la misma semana en la que la entidad publicó su informe anual. Un informe que llegó con retraso y que supuso un desencuentro entre el banco y la SEC, la autoridad del mercado de valores en EEUU. Finalmente, la entidad reconoció que tiene una “debilidad material” en el control de su información financiera, lo que fue igualmente criticado por su propio auditor, PwC.

“Los mercados están muy sensibles al flujo de noticias negativas tras la sorpresa de ver desaparecer un banco estadounidense de la noche a la mañana y el contagio que golpeó a otros bancos regionales estadounidenses”, señala un analista citado por Bloomberg sobre la jornada que está viviendo la banca europea. “En un contexto en el que el sentimiento del mercado ya está debilitado, no se necesita mucho para debilitarlo aún más”, añade.

“Estamos viviendo días de incertidumbre y alta volatilidad en el sector bancario mundial, después del revuelo que ha creado Silicon Valley Bank (SVB). Sin embargo, el miedo se traslada ahora a terreno europeo, ya que las acciones de Credit Suisse se hunde en bolsa, marcando mínimos históricos”, señalan analistas de IG este miércoles.

Hay indicadores del mercado, como el costo de asegurar los bonos de Credit Suisse frente al impago que están en niveles muy elevados. Esta subida genera preocupación entre los inversores sobre el futuro de la entidad. El tamaño de Credit Suisse supone cerca de tres veces el del SVB, en EEUU.

La confluencia del temor al contagio de los problemas de la banca en EEUU y el terremoto interno que vive Credit Suisse están generando este miércoles una nueva jornada de fuertes caídas en todo el sector bancario. Sin embargo, se trata de problemas diferentes, ya que la problemática con Credit Suisse se prolongó durante al menos los dos últimos años. Sufrió en 2022 unas pérdidas de 7.400 millones, siendo el peor desplome desde la crisis de 2008 para la entidad helvética, la segunda del país. En los últimos 12 meses el banco perdió el 75% de su valor en Bolsa y se encuentra actualmente en los niveles más bajos de cotización de su historia.

En su caso, la retirada del dinero de clientes y de depósitos se viene produciendo desde meses antes del estallido de la crisis del SVB. Ulrich Koerner, consejero delegado de la entidad, ya advirtió en diciembre del año pasado que el grupo se encontraba en una situación “crítica”. “Nadie está complacido con la evolución del precio de las acciones, pero gestionamos lo que podemos gestionar, y esta es la ejecución de nuestro plan”, ha asegurado Koerner en declaraciones a Bloomberg.

Koerner llegó al cargo el pasado verano con el complicado objetivo de lograr que el histórico grupo bancario pudiera reflotar su actividad. Así, emprendió un plan de reestructuración que, entre otras tareas, contemplaba la separación de su negocio de banca de inversión.

DL