China, Israel, Estados Unidos, Rusia, Alemania, Bahrein, Curazao. La carne argentina está en la mesa de cientos de países y en torno a ella se ha construido no solo un negocio que en 2020 generó US$2.977 millones, sino un mito. Sin embargo, las firmas que se encargan de repartir el producto local por todo el mundo —y que, desde este jueves, no podrán hacerlo por 30 días— son unas pocas.
Según un informe de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), que depende del Ministerio de Desarrollo Productivo, los 10 principales exportadores concentran más del 75% de las ventas al exterior y exhiben algunas curiosidades. Por ejemplo, las dos principales firmas detrás del producto emblema de la Argentina no son argentinas, sino brasileñas.
El Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas, o “Consorcio ABC”, es el principal interlocutor del Gobierno en lo que se refiere a carne. Con ellos selló y prorrogó el acuerdo de cortes económicos hasta el 31 de diciembre la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, y a ellos les comunicó el lunes pasado el presidente Alberto Fernández la decisión de cerrar las ventas al exterior por 30 días, en un intento por estabilizar los precios internos. La explicación: entre abril de 2020 y el mismo mes de este año la carne aumentó 66% según datos del Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), 20 puntos por encima de la inflación general.
Las firmas que integran el consorcio representan más del 90% de las exportaciones de carne. Su nómina de autoridades conduce directamente a ese puñado de empresas señaladas en el informe de la Comisión de Defensa de la Competencia, que fue encomendado en 2016 al economista Guillermo Sabbioni y actualizado por este medio con las últimas operaciones de compra y venta.
De acuerdo con el informe oficial, el proceso productivo de la carne vacuna consta de cinco etapas, pero es frecuente que un mismo actor realice más de una de estas actividades: cría, engorde, faena, depostado y venta minorista. En las etapas iniciales de cría y engorde los datos muestran que predominan los establecimientos de baja escala. Hay alrededor de 205.000 establecimientos, sin embargo el 5% (unos 10.000 establecimientos con más de 1.000 cabezas) concentra el 40% de la producción total.
En las etapas de faena y depostado intervienen los frigoríficos. Según el informe, que toma los registros de Senasa, hay alrededor de 450 en todo el país, con distintas habilitaciones. Solo el 30% está autorizado para exportar y concentra alrededor del 80% de la producción. Por último, en la etapa de venta minorista están las carnicerías y los supermercados.
El informe encuentra que tanto en la etapa de venta minorista como en las etapas de cría y engorde los actores se encuentran atomizados y no se vislumbra que ninguno de ellos pueda tener “poder de mercado”. Detalla que en la venta minorista el 25% del total es comercializado por supermercados y el 75% por carnicerías. El jugador más importante es, de acuerdo con el documento, Carrefour, con una participación de mercado menor al 6%.
La situación es distinta en el mercado de exportación, donde las 10 firmas más grandes comercializan alrededor del 75% del volumen total. En el primer lugar aparecen dos empresas brasileñas, que lideran el mercado de carnes a nivel mundial: JBS (que toma su nombre de las siglas de su fundador, Jose Batista Sobrinho) y Marfrig, la mayor proveedora de hamburguesas del globo. Representan el 18% y el 13%, respectivamente, de las exportaciones anuales de carne argentina.
Dado que es de 2016, el registro no contempla que JBS vendió luego sus operaciones en la Argentina, Uruguay y Paraguay a la también brasileña Minerva, en una operación de US$300, según la Bolsa de San Pablo.
Según detalla el portal especializado Bichos de Campos, JBS había consolidado su posición en el país comprando seis frigoríficos exportadores durante el gobierno de Néstor Kirchner. Entre ellos, la emblemática planta de Swift, en Gobernador Gálvez. Más tarde, durante el mandato de Cristina Kirchner, vendió una y cerró el resto, excepto la de Swift, que ahora está en manos de Minerva.
Marfrig, por su parte, compró en 2020 por US$ 4,6 millones el 100% de las acciones de Campo del Tesoro, un frigorífico bonaerense que, según el registro de la Comisión de Competencia, tenía alrededor del 4% de las exportaciones y estaba dentro de los 10 principales exportadores. Marfrig es dueña en la Argentina también de Quickfood y produce las marcas Paty y Good Mark.
En tercer lugar aparece el frigorífico Gorina, con alrededor del 9% de las ventas totales. Conocida la noticia del cierre de las exportaciones de carne por 30 días, el intendente de La Plata, Julio Garro, manifestó su preocupación por ese frigorífico, que tiene 800 empleados y amenazó con suspender a un tercio de su personal. Los accionistas de la empresa son Carlos y Roberto Riusech, tercera generación de la familia fundadora. Carlos es, además, vicepresidente del Consorcio ABC.
Con un porcentaje de venta parecido, en torno al 7%, sigue en la lista Arre Beef S.A, de Hugo Borrell —vocal del consorcio ABC— y Ecocarnes S.A, del tesorero de ABC, Omar Solassi, quien también tuvo su paso por el fútbol como vicepresidente segundo de River Plate.
Si bien Borrell, Riusech y Solassi son titulares de tres firmas independientes en la Argentina, que entre todas representan alrededor del 20% de las exportaciones de carne, son socios en el extranjero. Comparten una firma offshore con radicación en Panamá denominada Mainland Properties Management SA, según se supo a partir de los documentos filtrados conocidos como Panama Papers. Esta firma fue creada en el año 2010 y tiene domicilio de operaciones en un estudio jurídico contable de la ciudad de Montevideo: J.P. Damiani & Asociados.
Otro de los actores dentro de la grilla de principales exportadores es Friar S.A, que hasta el año pasado pertenecía al grupo Vicentín, de la familia Nardelli, pero fue vendido en septiembre a BAF Capital, uno de los principales acreedores de SanCor.
La Anónima, empresa supermercadista de la familia Braun de gran expansión en la Patagonia, concentra alrededor del 5% del mercado. Según explicó Federico Braun en una entrevista con Infobae, la empresa empezó a vender su propia carne en los '90 y a exportar los cortes que no se vendían en las góndolas, lo que hoy representa el 20% de su facturación.
El mapa trazado por la Comisión de Defensa de la Competencia se completa con el frigorífico cordobés Logros, de la familia Grimaldi, y con Frigorífico Rioplatense, de Rodolfo Costantini (hermano de Eduardo Costantini, creador de Nordelta y presidente de Consultatio). La planta de Tigre de este último frigorífico recibió en diciembre pasado al gobernador boanerense Axel Kicillof y al ministro de Desarrollo Productivo, a los que se sumó vía zoom el presidente Alberto Fernández. En esa oportunidad el Consorcio ABC anunció un plan de inversiones por US$187 millones para multiplicar las exportaciones en los próximos años algo que, por estos días, en pleno paro agropecuario, podrían revisar.
DT