El FMI se fue del país con un balance “altamente constructivo y positivo” pero sin definiciones sobre un acuerdo
La misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) se retiró este martes de la Argentina después de permanecer desde la semana pasada en Buenos Aires con el fin de acelarar las negociaciones con funcionarios del gobierno de Javier Milei por un nuevo préstamo. No hubo definiciones al respecto aunque fuentes oficiales del organismo señalaron el diálogo por un nuevo programa “fue altamente constructivo y positivo”. “Los equipos técnicos continuarán conversando en las próximas semanas”, dijeron voceros de la institución, según pudo saber elDiarioAR.
En su viaje a Washington para la asunción de Donald Trump, Milei aprovechó para verse personalmente con la directora gerenta del Fondo, Kristalina Georgieva, y acordaron apurar las conversaciones por un nuevo acuerdo, que implicará más deuda para la Argentina.
Como contó este medio, la discusión que persiste al nivel técnico anida en la liberación del cepo y por eso se evalúa que el crédito llegue en cuotas y no de una vez para financiar una salida gradual del control cambiario. Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, temen que levantar el cepo de inmediato implique un salto inflacionario del que buscan escapar hasta las elecciones legislativas de octubre próximo.
Así como en 2018 Trump impulsó que el Fondo diera a la Argentina un préstamo récord de US$44.000 millones basado más en cuestiones políticas que económicas con tal de ayudar al gobierno de Mauricio Macri, ahora sucede lo mismo con el magnate a cargo de la Casa Blanca otra vez y su mayor aliado en una Latinoamérica corrida a la izquierda.
Georgieva presiona al staff de su organismo por un acuerdo pero los técnicos tampoco están dispuestos a firmar tan rápido sin antes cuajar las pretensiones argentinas con las de los demás socios del FMI. China, Japón, Alemania, Francia y Reino Unido también pesan y existen preceptos que seguir cumpliendo como el de no entregar dinero para sostener un peso atado al dólar, como hasta ahora con una depreciación del 1% mensual en el caso del tipo de cambio oficial.
Georgieva, que antes cuestionaba el impacto social del ajuste y la política de tipo de cambio casi fijo, dejó atrás sus objeciones técnicas a partir de la victoria electoral de Trump de noviembre pasado y se alineó con el nuevo presidente de Estados Unidos, socio principal del FMI.
Caputo y su equipo junto con la misión, que encabezó el subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, el venezolano Luis Cubbedu, discuten por un lado el monto del nuevo préstamo por un piso de US$11.000 millones y la secuencia de cuotas en que se desembolsará. La idea es que la Argentina reciba más recursos del Fondo de los que deberá pagarle en 2025 y 2026. Claro, porque a partir de septiembre del año próximo el país debe comenzar a devolver el crédito que tomó el gobierno de Alberto Fernández en 2022 para saldar a su vez el que había conseguido Macri.
Por otro lado, el organismo exige que a cambio se flexibilice el tipo de cambio porque sólo con un peso menos apreciado y un dólar no tan barato la Argentina podrá acumular reservas y al final del día pagar así su deuda. Si no deprecia un poco la moneda, es difícil que pueda conseguir divisas en 2025 sin recurrir a un mayor endeudamiento público y privado.
JJD
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