Es el segundo más bajo de Latinoamérica

El Gobierno convocará en breve al Consejo del Salario Mínimo, que perdió 29% con Milei

El secretario de Trabajo, Julio Cordero, planea convocar “en breve” al Consejo del Salario Mínimo, según fuentes de su cartera. Se necesita un aumento urgente. En casi un año de gobierno de Javier Milei, los que cobran el básico perdieron el 28,9% de su poder de compra entre noviembre de 2023 y octubre de 2024, según calcula la economista Mariana González, del Centro de Formación e Investigación (Cifra) de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), a partir de datos oficiales.

Como el sueldo mínimo ya venía en descenso en los otros dos anteriores gobiernos, González sitúa el retroceso en el 40,1% respecto al final de la gestión de Mauricio Macri en 2019 y en el 54,1% en relación a la de Cristina Fernández de Kirchner en 2015. Veamos aquí la evolución:

Pese a que cada sindicato negocia un básico que suele estar por encima del salario mínimo, este supone una referencia clave. “El principal objetivo del SMVM (salario mínimo vital y móvil) es asegurar que los salarios no caigan por debajo de un determinado nivel, en particular para trabajadores de menor calificación, que suelen acceder a ocupaciones con remuneraciones más bajas. De este modo, contribuye además a disminuir la desigualdad en los ingresos laborales”, señala González.

“Numerosas investigaciones, incluyendo varios realizadas por organismos internacionales, encuentran que esta institución contribuye a reducir la desigualdad salarial al elevar los sueldos de quienes se encuentran en el extremo inferior de la distribución”, continúa la economista.

Tanto es así que hasta la exlíder de la democracia cristina alemana Angela Merkel impulsó en 2015 la creación de salario mínimo en su país cuando lo gobernaba. Pero además constituye una referencia para los empleados en negro o no registrados por sus patrones. “Más allá de que las y los trabajadores informales suelen quedar por fuera de la legislación laboral, se ha comprobado que la evolución de sus remuneraciones está ligada a la dinámica del salario mínimo, que funciona como una señal para su determinación”, observa González.

“En conclusión, el SMVM sirve para proteger los ingresos de las y los trabajadores tanto formales como informales, contribuye a mejorar la distribución de los ingresos y, en consecuencia, al bienestar general de la sociedad”, señala la experta de la CTA. “En cambio, no se ha demostrado que tenga efectos negativos sobre el nivel de ocupación.

El SMVM no se aplica a los trabajadores del sector rural y a los trabajadores domésticos, aunque el nuevo Régimen de Trabajo Agrario determina que la remuneración mínima de los trabajadores agrarios no puede ser inferior al salario mínimo vital y móvil. En el ámbito del sector público sólo se aplica a los trabajadores de la Administración Pública Nacional y de los organismos donde el Estado nacional actúe como empleador, es decir, no en el sector público provincial y municipal.“

La anterior negociación del Consejo del Salario Mínimo fue en julio y entonces el gobierno de Milei, a diferencia de los anteriores, hizo gala de su libertarianismo y no intervino en la negociación entre las cámaras empresariales y los gremios.

En ese momento, la patronal ofreció un aumento escalonado hasta octubre, cuando llegó al nivel que permaneció en noviembre, de $271.571. Seguramente el presidente calculará que su valor en dólares aumentó respecto de lo heredado del gobierno anterior: ahora son US$240 al tipo de cambio blue, frente a US$157 en noviembre de 2023. Es un alza del 52%. El problema es que la inflación en dólares subió el doble que eso: 112%. Por eso, quien cobran el mínimo ahora es más pobre que antes.

“No hay número que pidamos, lo que hicimos hasta ahora fue presionar para que convoquen”, cuenta el secretario general de la CTA Autónoma, Hugo “Cachorro” Godoy, a elDiarioAR. “En estos días tendremos el pedido”, agrega.

Los US$240 representan además uno de los salarios mínimos más bajos de Latinoamérica, según un estudio elaborado por la Universidad Austral con datos de mediados de 2024. A la cabeza están Costa Rica, con 675, Uruguay, con 555, y Chile, con 531. Entre los más bajos, Venezuela, con 3,56, la Argentina y República Dominicana, con 240, y Brasil, con 259. En el medio, Ecuador, con 460, Guatemala, con 420, México, con 416, Paraguay, con 371, El Salvador, con 365, Bolivia, con 362, Honduras, con 346, Panamá, con 341, Colombia, con 322, y Perú, con 270.

A no deprimirse, pero en la Unión Europea (UE) se cobra (y se gasta más) por el mínimo: en Países Bajos, 2.300 euros; en Alemania, 2.222; en Francia, 1.801; en España, 1.323; en Grecia, 968 y en Bulgaria, el peor de todos, 550.

DM/AR