El secretario de Planeamiento y Gestión para el Desarrollo Productivo, Juan Alberto Pazo, avanza en la primera privatización del gobierno de Javier Milei: la de Industrias Metalúrgicas Pescarmona (Impsa), que fabrica desde turbinas hidroeléctricas hasta molinos eólicos. La empresa que era de Enrique Pescarmona había caído en una crisis tras varios malos negocios en Venezuela y Brasil y había quedado en manos del Estado, cuando le inyectó capital en 2021. Ahora el Ejecutivo quiere privatizarla sin licitación, pero por otro mecanismo legal después de que un grupo norteamericano cuyo nombre se mantiene en secreto se haya mostrado interesado en comprarla.
“Un interesado presenta una carta de intención y en los próximos 30 días se hará un due diligence (contrato previo), no exclusivo para este interesado, y cuando se presente la oferta, se abre un periodo de 60 días de mejoramiento de la oferta”, explican en el entorno de Pazo. Es decir, otras empresas podrán competir con la que primero manifestó su deseo de quedarse con la firma mendocina.
En la secretaría de Pazo, viceministro de Economía a las órdenes de Luis Caputo, aducen que Impsa es una sociedad anónima y por tanto no se requiere ni una ley ni una licitación para venderla. “No es una empresa del Estado sino una empresa en la que el Estado había comprado acciones. Además, se abre a otras ofertas. Es como una licitación”, adujeron en el entorno de Pazo, que fue CEO del grupo dueño de las marcas de indumentaria Rapsodia, Caro Coure y Baby Cottons y tiene inversiones en Invernea, un fondo de inversión en ganado vacuno y agro, y otras dos firmas del sector, Caracú y Juan y Juan SRL.
AR/MG