Massa escenificó su reconciliación con Scioli después de que su tropa lo criticara por hacer campaña en lugar de trabajar

El equipo de prensa del Ministerio de Economía mandó este jueves un mensaje a los periodistas con la agenda del día de su jefe, Sergio Massa, nueva costumbre que adquirió a partir de que se lo inscribió como candidato presidencial. “10:30 hs ✅ MASSA SCIOLI  Ministerio de Economia. Entrada Yrigoyen”, decía el programa. Es decir, se citó a las cámaras en la puerta del Palacio de Hacienda para escenificar algo que no es habitual, que el ministro salga a la calle a recibir a cualquier invitado. Pero se trataba del embajador en Brasilia, Daniel Scioli, quien el viernes pasado dio de baja su postulación a la Casa Rosada para aceptar la candidatura única del peronismo y el kirchnerismo en Unión por la Patria, que igualmente enfrentará en las primarias a Juan Grabois, del Frente Patria Grande.

Massa y Scioli comenzaron sus enfrentamientos en 2013, cuando el entonces intendente de Tigre ahora candidato bendecido por Cristina Fernández de Kirchner -como plan B tras la frustrada postulación de Eduardo Wado de Pedro- se separó de ella y armó el Frente Renovador para ser diputado. En aquellos tiempos quien era gobernador bonaerense eligió mantener fiel a quien era presidenta. Diez años después, Massa había vuelto con Cristina Kirchner y Scioli se les plantaba como rival en la interna que al final se disolvió. Pero en el acuerdo al que arribaron peronistas y kirchneristas el pasado viernes Alberto Fernández no le guardó ningún lugar en la lista de candidatos al embajador, a diferencia de Victoria Tolosa Paz y Santiago Cafiero, que irán por la Cámara de Diputados. La hija del ex gobernador escribió en redes: “La traición”. Después la vicepresidenta lo recibió en su despacho a Scioli y difundió la foto.

Ahora fue el ministro candidato quien lo salió a abrazar en la puerta del ministerio ante las cámaras de foto y video. Los dos sonrieron mucho, se abrazaron fuerte. “¿Qué hacés, papá?”, lo saludó el embajador. Y no es que el ministro ahora lo tenga de hijo porque quedarse él con la candidatura presidencial. Los dos siempre siempre soñaron con sentarse en el sillón de Rivadavia, en 2015 lo intentaron sin suerte. Ahora sólo Massa tendrá su segunda oportunidad.

En las últimas semanas la tensión entre ambos se había incrementado. Ya el ministro había tenido un gesto desagradable hacia él en agosto pasado, cuando asumió en el cargo, y mandó a Scioli del disuelto Ministerio de Desarrollo Productivo otra vez a la embajada y en una conferencia de prensa se retiró cuando comenzó a hablar el ex motonauta. A principios de este mes, la presidenta de Diputados, la massista Cecilia Moreau, había arremetido contra la candidatura presidencial de Scioli con la previsible venia de su jefe político: “Él es embajador en Brasil y tiene que tomar una decisión: si va a ser candidato o sigue como funcionario en el exterior, pero esta situación no corresponde mientras hace campaña y no consigue créditos ni vías de desarrollo para Argentina”.

Ahora llegó el tiempo de que Massa consuele a Scioli. Temas de trabajo no faltan. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo este jueves que es importante financiar las exportaciones brasileñas a la Argentina porque si no, serán desplazadas de nuestro mercado por productos chinos beneficiados por el uso del yuan en el comercio bilateral ante la falta de dólares para abonarlos desde aquí. Con el socio mayor del Mercosur no se pudo poner en práctica el intercambio en reales, pero al menos este lunes Fernández y Lula, con la mediación de Scioli, acordaron que el brasileño Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes) dé crédito a los envíos de su origen a la Argentina.

AR/MG