COLOQUIO DE IDEA

Sin ovaciones, Milei logró el aplauso de empresarios al celebrar su ajuste y al criticar el “choreo” en las universidades

Javier Milei se considera una de las dos personas más importantes de la humanidad actual y ha aplicado un ajuste fiscal, una desregulación económica –excepto del cepo cambio–, un Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones (RIGI) y una reforma laboral a pedir de los empresarios. Sin embargo, el auditorio del hotel Sheraton de Mar del Plata donde este viernes terminó el 60° coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) no lo ovacionó.

Hace dos años este auditorio lo ninguneó cuando era un precandidato presidencial. Hace 12 meses él les respondió boicoteándolo. Esta vez vino, fue recibido con aplausos de pie, fue despedido de la misma manera, pero sólo una minoría intensa del establishment fue la que interrumpió 11 veces su discurso para celebrar su motosierra fiscal inédita en la historia argentina y quizás de la humanidad, incluido la paralización de la obra pública y su ajuste a la universidad estatal, sobre la que volvió a sembrar sospechas de corrupción. También le festejaron sus alusiones al fin de los piquetes y a la desregulación de los alquileres. Es lógico: su auditorio estaba lleno de propietarios, que están cobrando a los inquilinos 183% más que antes de la liberalización de diciembre, casi el doble que la inflación del 104%.

“No dijo nada nuevo”, comentó un empresario.

“Gracias por este error de haberme invitado a mí”, comenzó con humor el discurso del Presidente. Después recordó que el lema del coloquio 2024 llevaba una frase de los libros sagrados judíos: “Si no es ahora, cuándo”. Los empresarios se referían a invertir con un gobierno que aplica la receta que ellos soñaban, más allá de que el estilo confrontativo del jefe de Estado preocupe a más de uno. “Mi predecesor en el cargo... -sonrieron en el público– decía que la inflación la generaban los diablos. Las fuerzas del cielo los mato a todos”, lo aplaudieron por primera vez.

“Logramos lo que en la Argentina no se había logrado nunca en 123 años”, volvieron a batir palmas cuando se referió al déficit fiscal cero. “Lo hicimos en el primer mes, dicho sea de paso, nosotros también nos sorprendimos, yo creo en la motosierra, pero Toto (por el ministro de Economía, Luis Caputo) lo hace mejor”, recordó y atacó otra vez a los “econochantas y mandriles”. “Se eliminó de cuajo la obra pública, decían que no se podía hacer, pero como somos un gobierno de gente honesta, lo primero que cortamos fue la obra publica, el curro de los políticos”, lo volvieron a aplaudir. Se nota que no había constructores en el auditorio. Predominaban empresas del campo, desde proveedores hasta grandes productoras, industriales, compañías de servicios, desde el consumo hasta la economía del conocimiento, energéticas y mineras.

Milei recordó que echó a 50.000 empleados públicos y se deshizo de los piqueteros, “gerentes de la pobreza”, como él los llama, que recibían alimentos para sus comedores y controlaban el presentismo en las cooperativas del desaparecido plan Potenciar Trabajo. Los beneficiarios de este programa siguen cobrando $78.000, como desde noviembre., pero ya no cumplen contraprestación alguna. Sólo algunos son invitados a talleres voluntarios de capacitación laboral, en los que muchas veces faltan cupos para los interesados. El Presidente acusó sin pruebas de que los piqueteros se quedaban con “la mitad” de los $78.000. Es cierto que había organizaciones como el Polo Obrero que obligaban a hacer aportes, pero de proporción menor al 50%, mientras que otros movimientos no pedían nada a cambio.

Entonces fue cuando arremetió por primera vez contra las protestas crecientes de profesores y estudiantes universitarios. “¿Ustedes están a favor de los chorros y de que afanen las universidades, que no vamos a cerrar ni arancelar, sólo vamos a auditarlas?”, preguntó a los empresarios y sólo consiguió que los más fanáticos lo aplaudan. “El problema es que no quieren ser auditados, corruptos. Esta gente no esta defendiendo la universidad, sino los choreos, dejen de chorear con la política”, otra vez sonaron las manos de los hombres de negocios más enfervorizados.

“Naturalmente hubo licuación de salarios de empleados públicos y de jubilaciones, pero hoy las jubilaciones están 10% arriban de noviembre y se triplicaron en dólares”, argumentó, pero ese 10% se refiere a los haberes medios y altos, que cobra una minoría, mientras que las mínimas siguen por abajo de hace un año porque se redujeron en términos reales (ajustados por inflación) los bonos complementarios. “Nosotros vamos al deficit cero en un año electoral, ¿qué politizó lo hizo en la historia de la humanidad?”, lo celebraron otra vez.

Sin nombrarlo atacó al consultor Carlos Melconian: “El déficit cero implica un incremento de deuda nulo. Por eso estamos por perforar los 1.000 puntos de riesgo país. Lo digo por aquellos a los que la tintura les quemó el cerebro”. Nadie lo aplaudió en ese momento. “Al séptimo mes (de gobierno) terminamos con el deficit causi fiscal, algo que parecía imposible”, se refirió al rojo del Banco Central y ahí sí batieron palmas. Tampoco le festejaron que con la emisión monetaria cero haya bajado el dólar paralelo de $1.500 a 1.100. Claro, no les conviene a los productores de bienes, desde el campo hasta la industria, y de servicios, desde el turismo como la economía del conocimiento. “Para aquellos que tienen un gran temor al atraso cambiario, no tengan miedo porque ahora pueden hacer translaciones y en cualquier otra moneda”, intentó tranquilizar Milei. Pero no es cierto. Por ejemplo, los free lancers que ahora pueden cobrar sus exportaciones en dólares por hasta US$24.000 no pueden operar en el mercado de bonos en dólares. Insólitas regulaciones que continúan vigentes en un gobierno libertario. Mientras, el jefe de Estado anticipa más apreciación del peso: “Con todo lo que esta pasando con el 'oil and gas' (petróleo y gas), la Argentina sin ninguna duda irá a una moneda mucho más apreciada”. Es lo que en economía se llama enfermedad holandesa, se debe a la bonanza de las materias primas y perdjudica a los sectores que agregan valor.

“Bajamos la inflacion y no tengan dudas de que la vamos a seguir bajando”, lo vivaron. Repitió que cuando descienda del 3,5% de septiembre al 2%, liberará el cepo cambiario. Vaya a saber cómo pero dijo que la economía cae sólo 0,6%. Los economistas relevados por el Banco Central calculan que se contraerá 3,8% en 2024, y la merma hubiese sido mucho peor de no mediar una cosecha normal en la comparación a la sequía histórica de 2023.

Milei mencionó que entre el decreto de necesidad urgencia (DNU) de fin de año y la ley Bases aplicó una reforma ocho veces mayor a la del gobierno de Carlos Menem (1989-1999). “Puede ser que sea ocho veces mayor, pero cuando arranque”, dijo un abogado corporativo defensor del expresidente. El presidente contó que él mismo metió mano en la redacción del RIGi y propuso que cualquier demanda termine en un tribunal internacional: “Se va a terminar la joda de los políticos expropiando la riqueza”. Pero aclaró que antes habrá que apelar a un tribunal local que a su vez deberá atenerse al fallo de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, de modo de que siga criterios económicos. Anticipó que tomarán examen de ingreso para integrar esta comisión y que la prueba será redactada por “algunos notables y yo” y citó a Caputo, al ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, y al presidente del Banco Central, Santiago Bausili.

“El que gana dinero no es un malvado, es un benefactor social, un héroe, los vamos a festejar, a aplaudir”, repitió otra vez su letanía, para agrado de los hombres de negocios que lo escuchaban y reaccionaron otra vez. “Hay anuncios de inversión de US$50.000 millones, muchas de las empresas ya están invirtiendo, colocando deuda a menos del 8%, como Pampa Energía, al 5,5%”, ejemplificó. Es cierto que hay un boom de grandes firmas emitiendo obligaciones negociables a tasas razonables para sus proyectos de inversión. También lo es que falta tiempo para que se materialicen esos anuncios multimillonarios. “Cobre y litio también van a estar haciendo un gran aporte”, prometió Milei, aunque las mineras están presionando para que antes se modifique la ley de protección de glaciares y a que repunte el alicaído precio del 'oro blanco' básico para los autos eléctricos. “El campo, en la medida en que podamos crecer y bajar impuestos, vamos a ir contra las retenciones, el agro y la ganadería tienen mucho por aportar”, buscó tranquilizar al sector. “En una economia así hay muchas oportunidades en servicios. Si bajamos el costo del capital, las inversiones deberían fluir. Con el doctor Demian Reidel (presidente del consejo de asesores del presidente), estamos viendo que la inteligencia artificial es una suerte de revolución industrial pero reloaded. Ellos necesitan energía barata y grandes extensiones de tierra... ¡Argentina!”, se propuso para instalar centros de datos, pero sin mencionar nada de desarrollo de tecnología.

“Se está dando un fuerte aumento del ahorro, ahora ese dinero está disponible en el sector privado, pasamos de discutir una hiperinflación a que haya hipotecarios a 30 años”, festejó MIlei. Después recordó su promesa de campaña de que al final del camino busca “cerrar el Banco Central y que los políticos no están en condiciones de volver a estafarlos con impuesto inflacionario”. Sólo unos pocos lo aplaudieron ante una idea que la mayoría de los empresarios rechaza. Reiteró que su modelo económico es Irlanda, que hace 40 años era de los países más pobres de Europa y ahora, según él, triplica el PBI per cápita de EE UU. En realidad, lo supera en un 25%, pero porque se convirtió en un paraíso fiscal de las grandes tecnológicas que buscan eludir impuestos en los países donde generar sus ganancias. “Nosotros les damos el terreno liso, pero la creación de riqueza depende de ustedes. Si no es ahora, ¿cuándo? Es ahora porque nunca pasó en la historia argentina, pero para que pueda continuar, requiere que ustedes se pongan al hombro rol de emprendedor y salgan al mercado”, los invitó. Habrá que ver si confían.

AR/MG