El dilema de “derecha o derechos” posiblemente no significa nada para el 30% de los argentinos que votó a Javier Milei en las primarias ni para los muchos otros que posiblemente se sumarán a él en las elecciones de octubre. “La derecha: nadie le estaría teniendo mucho miedo”, comentó la consultora de consumo masivo y peronista Mayra Arena después de que el movimiento fundado por Juan Domingo Perón en 1945 hiciera su peor elección presidencial de la historia.
Además, muchos votantes padecen un fuerte déficit en la calidad de los servicios básicos a los que tiene derecho, como la salud, la educación o la seguridad. Están más enojados con la “casta política” y con una inflación que galopa al 113% anual pero en franco ascenso. Pero tal vez ni ellos ni la sociedad en general, incluidos los medios de comunicación, han puesto suficiente foco en las polémicas propuestas que ha formulado el candidato presidencial de La Libertad Avanza para solucionar los problemas que ni el peronismo ni Juntos por el Cambio han podido solucionar, dado que antes de las primarias aparecía tercero en las encuestas. Ahora que marcha primero este economista admirador del gobierno de Carlos Menem (1989-1999) y su ministro de Economía, Domingo Cavallo, que también lo fue de Fernando de la Rúa (1999-2001), es hora de repasar otra vez sus proyectos, presentes en su plataforma electoral presentada en mayo pasado y sus declaraciones de campaña, sin esconder nada, a diferencia de lo que antes hacían los políticos de diverso color:
- Arancelar todas las prestaciones de salud: es decir, pagar por ir al hospital y por los estudios médicos, entre otros servicios que hoy son gratuitos.
- Entregar vouchers o cheques educativos para que cada familia elija a qué escuela pública o privada pueda mandar a sus hijos, como estableció el Chile de Augusto Pinochet en 1981, pero también Suecia, Países Bajos o Nueva Zelanda. En Chile creció la segregación social, retrocedieron los colegios públicos y en 2008 debieron crear un subsidio adicional para los más pobres.
- Que el plazo, el ajuste y la moneda de los alquileres se negocien directamente entre propietarios e inquilinos. O sea, ya no más la ley que estipula una duración de tres años y actualización anual en pesos de acuerdo con un índice que tiene en cuenta la inflación y la evolución salarial del año finalizado.
- Que los empleados puedan ser despedidos sin causa y sin pagarles indemnización. Los cesanteados cobrarían un seguro de desempleo.
- Que el acceso al agua potable, las cloacas o el gas natural depende de quien pueda pagarlos. Por lo menos, así lo establece la plataforma: “Proponer a las empresas privadas la extensión de los servicios de cloacas, luz, agua potable y gas a los puntos críticos de la Nación”. De hecho, Milei habló de terminar con la obra pública y reemplazarla por “un régimen de iniciativa privada a la chilena, donde el riesgo es asumido por los empresarios y la obra es pagada por los usuarios”.
- Volver al sistema privado de jubilaciones, es decir, que cada uno ahorre en una administradora de fondos de pensión y jubilación (AFJP) para su futuro retiro, como sucedió entre 1994 y 2008, en lugar del régimen de reparto, por el que con aportes de empleadores y empleados e impuestos se financian las prestaciones actuales.
- Tarifazos de luz, gas, agua y transporte público para recortar el gasto en subsidios que aún mantienen las clases media y baja. Se prevé compensar en parte estos aumentos con disminución de la carga impositiva.
- “Desregular el mercado legal de armas y proteger su uso legítimo y responsable por parte de la ciudadanía”, reza la propuesta de La Libertad Avanza. En 2022, Milei proponía la “libre portación”, pero ahora matizó sus palabras. “Lo único que queremos es que cualquier ciudadano que esté en condiciones de solicitar la tenencia legítima de armas pueda hacerlo sin ser desalentado por el mismo Estado”, dijo la candidata a vicepresidenta, Victoria Villarruel.
- Reformar los planes sociales. En el programa de gobierno se habla de “redefinir las políticas sociales, destinando los recursos y estrategias en pos de consolidar la familia, niñez, adolescencia y ancianidad en programas de oficios, nuevas tecnologías y proyectos comunitarios sustentables”. También de elaborar protocolo para otorgar y hacer un seguimiento en el tiempo de los planes para asesorar y encaminar a las personas en “la obtención exitosa de empleos privados de acuerdo a sus capacidades y formación”.
- Autopistas, rutas y caminos con inversiones privadas, es decir, con peaje.
- Privatizar empresas públicas deficitarias, es decir, casi todas, como Enarsa, AySA, los trenes de pasajeros, el ferrocarril Belgrano Cargas, Aerolíneas Argentinas, el Correo, Corredores Viales (concesionario de diversas rutas con peaje), la mina de carbón de Río Turbio (Santa Cruz), Radio Nacional, TV Pública, la agencia Télam, entre otras.
- Mejorar los trenes pero con fondos privados. “Promover desde el Estado la reparación y ampliación de las redes ferroviarias con recursos privados”, sostiene la plataforma.
- “Liberar inmediatamente todos los cepos cambiarios” y “unificar el tipo de cambio, decía la propuesta en mayo. Sin embargo, al mes siguiente, Milei dijo que no podía quitar los controles el primer día de gobierno porque sobrevendría una hiperinflación y propuso como alternativa la dolarización.
- Permitir que la gente pueda usar libremente el peso o el dólar como primer paso para terminar en una dolarización en un periodo de 16 meses, es decir, mediados de 2025. Pocos países, ninguno desarrollado, y todos con economías más pequeñas que la Argentina han dolarizado: Ecuador, El Salvador, Timor Oriental, Micronesia, Palau, Islas Marshall y Panamá.
- Eliminación del Banco Central, aunque no en lo inmediato sino al finalizar el proceso de dolarización.
- “Eliminar retenciones a las exportaciones y derechos de importación”, reza la plataforma. Pero no aclara que todas las exportaciones queden libres de impuestos ni cuáles productos extranjeros entraría libremente a competir en el mercado interno.
- “Reducir las cargas patronales que cargan al trabajo”, dice la propuesta. Se trata de una idea que puede alentar la contratación, pero también recorta el financiamiento de las obras sociales y las cajas jubilatorias.
- Reemplazar la actual ley de riesgos de trabajo.
- Ajuste de personal estatal con retiros voluntarios, jubilaciones anticipadas y revisión de contratos “que no puedan explicar su razón de ser”, expone la plataforma.
- “Eliminar los impuestos inmobiliarios rurales de todo el país”, propone La Libertad Avanza, aunque no habla de reducir otros impuestos que dañan la justicia tributaria como el IVA.
- Derogar la ley que limita la compra de tierras por parte de extranjeros.
- Eliminar la obligatoriedad de la educación sexual integral (ESI) en todos los niveles de enseñanza.
- Analizar la baja de la edad de imputabilidad penal, que en la actualidad se sitúa en los 16 años.
- Cerrar el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y que cada investigador de carrera busque financiamiento privado para sus indagaciones.
- Sin pactos con China. “Serán socios comerciales del sector privado. No hacemos pactos con comunistas”, dijo Milei sobre relaciones económicas con la segunda potencia económica mundial. Es decir, seguirán las exportaciones a ese país, pero se terminarían los swap (canjes de monedas) para reforzar las reservas del Banco Central o los contratos para financiar y construir infraestructuras.
- Romper el Mercosur. “Creo que hay que eliminar el Mercosur, una unión aduanera defectuosa, que perjudica a los argentinos de bien, es un comercio administrado por Estados para favorecer estados prebendarios”, sostuvo el candidato presidencial. Una decisión así podría terminar con las ventajas que los productos argentinos tienen para entrar a Brasil, Paraguay y Uruguay y llevaría a que el país negocie solo, sin el bloque, acuerdos de libre comercio con otras naciones, con las “democracias del mundo”, según sus palabras.
- Eliminar giros discrecionales a las provincias, es decir, aquellos que van por fuera de la coparticipación federal de impuestos.
AR/DTC