Se habla mucho del compromiso político de los artistas. Que si deben pronunciarse o no. Que si antes lo hacían más que ahora. La Ferni directamente nació a la vida artística comprometida. Su desembarco en la música de raíz fue revolucionario desde el principio. Pero no solo por la conocida historia de su participación en el Pre Cosquín, donde no la dejaron presentarse en la categoría de solista vocal femenina por ser una cantante trans no binaria, pero luego -intervención del extinto INADI de por medio- cambiaron el reglamento para que solo exista la categoría de solista vocal, sin distinción de género. La Ferni revolucionó y revoluciona el folklore también porque resignifica clásicos para hacerlos inclusivos y porque su repertorio incluye un cancionero nuevo de autores diversos que se abren paso en el panorama actual.
Desde la última vez que charló con este medio, muchas cosas pasaron en la vida de esta artista. Su proyecto trascendió, creció como intérprete y se convirtió en referente para muchos otros artistas a los que aún les cuesta lograr visibilidad. Pero no solo a nivel artístico. La Ferni es de las primeras en levantarse ante las injusticia, como hizo el año pasado cuando organizó junto a otres un festival en apoyo a la lucha del pueblo jujeño en el Parque Lezama. Fue de las primeras también en denunciar el aumento de los discursos de odio en las redes cuando se confirmaba el triunfo del libertario Javier Milei en las elecciones.
De vivir, trabajar y crear en la era Milei y de sus proyectos charlamos en esta entrevista.
—¿Cómo estás llevando todos estos cambios que han ocurrido y que afectan tanto al quehacer cultural?
—Difícil, con autogestión. Desde acá en casa armar mi estudio para dar clases de canto. Me estoy desempeñando como profe particular de canto en este momento, por suerte con muchos horarios, con muchos, muchas, muches alumnes. También tengo la posibilidad de seguir cantando, inventar cosas, seguir imaginando encuentros, siempre con ese motivo urgente que es el abrazo, la canción, el encuentro que estamos necesitando. Es todo muy laborioso, muy cuesta arriba. Pero a la vez cuando ocurren las cosas es muy satisfactorio. Porque es un momento muy oscuro, muy terrible a nivel país, a nivel cultura, a nivel políticas de Estado, a nivel de vaciamiento, despidos, represión. Entonces estamos ahí, llevándola, abrazadita a la música, a mi familia, mi red en este momento tan complejo. Por suerte tenemos el arte, ¿no? Decimos y es verdad, no es solamente una frase, que por suerte están esos momentos donde podemos ser en comunidad, bailar, cantar, ser felices, intentar conectarnos con otra cosa, algo que nos haga emocionar, que nos conmueva, que nos haga pensar. Esa es un poco nuestra tarea.
—A la vez, en este tiempo se fue consolidando tu proyecto, viajaste por el país. ¿Sentís que ya el mundo del folklore, de la música de raíz, te abrió las puertas y está todo bien o todavía hay por ahí alguna nariz fruncida cada tanto?
—Siento que se van abriendo muchas puertas. Por la voluntad, el tesón, el empecinamiento de una de seguir habitando esos espacios, de seguir llevando de esta forma sincera una propuesta, un folklore respetuoso, arcoíris, que hable de la poesía, del respeto, desde la multiplicidad de identidades que conforman esta sociedad desde un lugar amoroso. Mucha gente va acercándose, va escuchando este mensaje y eso es algo hermoso. Yo creo que la gente va abriendo esas puertas, el pueblo, el público que se acerca y va pidiendo que una esté, va llenando las salas, ocupando las butacas. Hay una respuesta in crescendo aún en este momento. Sí observo que algo de eso está pasando. Me miro, me fijo dónde estaba el año anterior y digo ¡wow!. Ahora estamos haciendo en breves días El patio disidente de la Ferni en Santiago del Estero, algo que ya veníamos haciendo en Cosquín. Vamos a repetir el Patio Arcoíris en medio del cumple de la abuela Carabajal en Santiago del Estero. Tenemos ahora la fecha en el CAFF, el 9 de agosto, que es un lugar en el cual, parece pavada, pero no es menor para una, desde el arte autogestivo, entra más del doble de la gente que metíamos el año pasado. Entonces una observa que de repente puede animarse de a poco a cantar en otros escenarios. Puede llevar esta propuesta como la estamos llevando de vuelta en marzo de este año a Córdoba y Rosario y que pueda acercarse mucha gente, viajar como estuve en Tanti, en Icho Cruz, empezar a recorrer el Gran Buenos Aires, haber estado en Berazategui, en Vicente López, en Munro, haber ido varias veces este año a La Plata. Estas son las puertas que se van abriendo. Pero los trolls de las redes no han muerto, están presentes. Y hay muchos comentarios de odio. Y también me parece que a veces esos comentarios, saber que esa gente existe, condicionan un poco a algunos programadores, que no se animan todavía a convocar a alguna artista, algún artista trans no binarie en algún festival. Esas cosas todavía ocurren, pero me parece que muy prontito se van a dar vuelta. Porque este mensaje, estas propuestas son de mucha calidad, también de mucha humanidad.
—Contame de la fecha en el CAFF.
—Va a ser un show largo, importante, como fue el de abril, con full banda. En esta oportunidad Pacho Barroso en guitarra, Nicolás Rey en percusión, Marce Vicente en violonchelo, va a estar bailando LeGon Queen, mi amiga drag, va a estar performateando y después tres invitades sorpresa increíbles. Te puedo decir que una es una persona muy cercana a mí, con la cual también hago un espectáculo llamado Ópera Queer (NdR: Luchi de Gyldenfeldt, su hermana gemela). Y la otra es una gran, enorme cantora que admiro muchísimo. Y el otro invitado, un enorme pianista. Estamos muy, muy felices de que la fecha pueda ser también no solamente un recital, sino una peña, que fue lo que nos propusimos en abril y que salió hermosamente. Estoy muy feliz de estar repitiendo un evento así, que fusiona recital con fiesta con peña, en donde hacemos un repertorio nuevo, también hay un equipo de vestuario, de maquillaje, está toda la puesta de luces del CAFF. Son fechas muy producidas. Esta es la segunda de tres este año. La última será en diciembre. Estamos con toda esta ansia de encontrarnos, juntarnos, poder abrazarnos, bailar, cantar juntes, hacer esa catarsis tan importante, tan necesaria con la música. Teresa (Parodi) dice “la canción es urgente”. El encuentro es urgente, digo yo también. El encuentro, la canción, el abrazo es urgente. Y a eso les invitamos.
—¿Cómo elegís el repertorio?
—Investigo. Ahora estoy justamente investigando. Va a haber un reversión de clásicos en la fecha del 9. Seguramente cante por primera vez algo del repertorio de Raly Barrionuevo. Obviamente cantaremos a Susy Shock, a Atahualpa Yupanqui. Cantaremos a Teresa Parodi. Y ahí el repertorio aparece también por lo que una quiere decir, la necesidad de contar y de transmitir, hacer un comentario, alguna crítica, un tipo de aporte a lo que estamos viviendo como sociedad. Y luego también hay todo el tiempo un necesitar sacar para afuera y compartir con otros, con otras, con otres, convertir en canción algo del mundo interno, de la emoción de lo que una está viviendo en carne propia, desde lo emocional, desde las distintas patas que tiene nuestra existencia. También algo de eso siempre va condicionando qué se decide cantar, qué hace falta canalizar también desde la voz, qué nos es urgente y también transformar en canción para que no quede adentro. “Hay que sacarlo todo afuera, como la primavera”, dice Piero. “Nadie quiere que adentro algo se muera”. Bueno, la necesidad de que no quede con una la pena y sacarla afuera.
—Hace un año estabas trabajando en un disco. Salió un EP. ¿Cómo sigue ese proyecto?
—Ese EP salió, ese disco en vivo con Nahuel Quipildor. Son ocho canciones que se grabaron en vivo con público el año pasado en el estudio de Palta. Pero también siempre seguimos pensando qué más hacer. Ahí estamos con Nahuel. En este momento está paternando muy recientemente. Por eso no va a estar el viernes. Estamos pensando de a poquito en qué repertorio, de qué manera, con qué formato grabar algo de lo que venimos cantando en el último tiempo, que también empieza a fusionar y empieza a tener obras no solamente del repertorio del cancionero folklórico, sino de rock nacional, canciones propias. Ahí estamos con estas ganas y con los malabares de todos los días como todo el mundo en este presente tan complicado, donde de repente también grabar tiene su posibilidad concreta de realizarse si hay un amigo que nos presta un estudio. Porque si no es todo muy cuesta arriba y no alcanza el dinero.
—El año pasado te pusiste al frente del Festival para Jujuy. ¿Sentís que ahora los artistas están desmovilizados y demasiado golpeados para armar ese tipo de cosas?
—Siento que estamos todos muy desmotivados, desmotivadas, desmotivades. Hay un adormecimiento social que se observa, que está muy presente, muy latente. Y que no se va. Pasan los meses y no se va. Sigue ahí. Entonces me gustaría pensarnos y pensar la actividad musical como pensar a toda la sociedad en general en un movimiento activo del cual también puedan surgir respuestas concretas, candidatos concretos, proyectos concretos superadores. Mas pasa el tiempo y este letargo se vuelve agonía. Entonces sí siento que en el movimiento de artistas estamos todes también intentando atender nuestra economía, nuestro bolsillo. Entiendo mucho que desde lo que hacemos, de lo que cantamos, también contribuimos a que podamos pensar otro país, otra sociedad. Porque es realmente revolucionaria esta tarea, como es revolucionaria la tarea docente, como es revolucionaria toda actividad que involucre a otra persona y cuidar esa otredad, contemplarla y buscar aportarle una mejoría en su vida. Ojalá pronto sea inminente e imperiosa la necesidad de empezar a construir otro relato de esto que está pasando. Porque todavía hay muchas personas que le apuestan a esto y esto es lo difícil en la batalla cultural. Porque si tenés gran parte de la población que todavía confía y ciegamente, totalmente ciegamente, porque no están viendo, no están pudiendo comprender o no están pudiendo observar con claridad que todo lo que está pasando va en deterioro de la soberanía de nuestro país, de nuestra economía particular y social, de los recursos naturales de nuestra tierra, de nuestra cultura, de nuestra identidad nacional, es muy difícil dar esa batalla cultural. Incluso ponerte a discutir o a charlar, reflexionar, debatir con alguien que no tiene idea de lo que está pasando, porque mucha gente no tuvo idea que se aprobó la ley de Bases, no tiene idea lo que está pasando en las instituciones públicas, no tiene idea la implicancia que tiene que se despida gente todo el tiempo. Porque estuvo muy instalado el tema de que los que trabajaban en el Estado eran ñoquis, eran sanguijuelas, que vivían con la plata de uno. Entonces eso que instalaron, ese odio, que en realidad es el odio de pobres contra pobres, es el odio de trabajador contra trabajador, trabajadora, eso es difícil de desmantelar y es lo que tenemos que empezar a hacer ahora.
—Pero tengo entendido que en ese sentido con Ópera Queer, la obra que presentás con tu hermana, las cosas van muy bien.
—Con Ópera Queer está pasando algo muy interesante. Decidimos por primera vez este año hacer temporada mensual en Dumont 4040, que es una sala que si bien no está en calle Corrientes, no es una sala under. Es una sala de un teatro oficial. Y está pasando que se está llenando. Y es un público que no sabemos a ciencia cierta si votó, a quién votó. Y aparte una tiene ya hoy en día esa inquietud de, bueno, entrás a un lugar, hay 100 personas, sabés que 60 votaron a Milei. O sea, no es tan así, pero un poco es así. En el espectáculo de Ópera Queer nosotras somos muy políticas, pero no partidarias. Bajamos línea, pero siempre de forma amorosa y cuidada. Y nos ocurre que la gente se pone de pie siempre y nos espera a la salida para saludarnos. Y gente que está pensando qué comer, no si come o no come. Y nos abrazan. No nos dicen nada de algunas cosas políticas, pero nos esperan al final y nos saludan, nos dan un beso, nos abrazan fuerte. “Gracias por su mensaje”. Entonces esta es la batalla cultural que hay que dar. Yo creo que muchas personas que votaron a Milei, a este gobierno actual, no odian en realidad, solamente que están muy enojadas. Pero no odian a la otra persona. Odiaron situaciones que pasaron y también les lavaron mucho el cerebro. Hubo algo de estas redes sociales, de la manipulación de la data, que generó ciertamente una distorsión y se perdió ese sentido de humanidad, ese sentido de empatía, ese sentido de ser parte todos, todas, todes de una misma sociedad. Entonces ahí es cuando digo: qué importante que es para mí en este momento poder conmover y desde la conmoción, poder transmitir un mensaje. Esto creo que es lo importante y le gana por lejos a Milei. Estoy segura.
—De acá al año que viene, ¿qué soñás? ¿Qué proyectos tenés?
—Me gustaría poder sentir que esta propuesta de esta peña de La Ferni, esta Peña Arcoíris, pueda seguir creciendo. Y así como este año fue en un lugar grande tres fechas, capaz, quién te dice, soñar el año que viene con hacer una peña bimensual, con bandas invitadas, con artistas invitades en un espacio incluso un poco más grande. Hacer la peña de La Ferni y que se instale un poco también una Peña Arcoíris en Capital Federal, en principio. Seguir viajando. Hay muchas ganas, mucha intención de seguir recorriendo tanto con Ópera Queer como con esta propuesta de folklore, algún país de Latinoamérica y, por qué no, también de recorrer algo de Europa, sobre todo España. Estamos proyectando cositas ahí. Hay mucha gente que ya nos está esperando. Y, quién te dice, poder tener la posibilidad de materializar otro trabajo discográfico más armadito, de estudio. Y me encantaría poder cantar en algún festival también, en enero, en febrero, los festivales del país. Siempre va a ser un pendiente para mí cantar en Cosquín. Y siempre llega enero y yo voy a decir: ¿por qué no estoy ahí? Ojalá. Quién te dice en el 2025. Ojalá yo, algune, otre podamos ocupar y seguir visibilizando en esos lugares de tanta importancia algo de nuestra propuesta.
“Raíces” fue un programa radial dedicado a la música de raíz de Argentina y Latinoamérica que la periodista entrerriana Blanca Rébori condujo durante más de 30 años en diferentes emisoras. Titulamos esta columna con ese nombre en homenaje a su labor.
CRM