En el primer día del festival de Cannes, la revista francesa Elle publicó una crónica en la que nueve mujeres acusan al productor francés Alain Sarde de violación, agresión sexual y acoso durante los años 80 y 90. De hecho, la revista le define como “uno de los reyes del festival de Cannes durante treinta años”, ya que medio centenar de sus películas fueron seleccionadas a lo largo de la historia de la prestigiosa cita cinematográfica.
Sarde, de 72 años, fue productor de directores como Jean-Luc Godard, Bertrand Tavernier, Roman Polanski, Mike Leigh, Emir Kusturica o David Lynch. Entre sus películas más reconocidas están El pianista, de Polanski, que ganó la Palma de Oro en Cannes o Mullholland Drive de Lynch.
La mayoría de las actrices que aparecen en el informe eran jóvenes aspirantes en ese momento, algunas de ellas menores de edad, una situación de la que el productor sacaba ventaja, invitándolas a cenas en su casa, como relata la intérprete de cine pero sobre todo conocida por sus trabajos en televisión, Annelise Hesme, que tenía 24 años en 2001 y quien afirma que el productor le proponía trabajo como escort.
El productor le contó en una reunión que organizaba cenas con gente de la industria para lo que le gustaba tener “mujeres bonitas e ingeniosas como ella en la mesa”. “Por supuesto, es de pago, y luego, si entre todos hay uno que te gusta, te toca ganar más dinero por la noche...”, recuerda que le dijo Sarde. Empezó a sentirse mal y salió como pudo de la sala mientras ella le gritaba: “¿Qué es lo que quieres?, ya no es suficiente para las putas”.
Otra actriz, que en el artículo aparece con nombre ficticio, asegura que fue violada por Sarde cuando ella tenía 15 años, en 1985, en la casa del productor. Otra actriz, también anónima, indica otra presunta violación teniendo ella la misma edad que la anterior y en el mismo año. Otra mujer, cuyo nombre aparece anonimizado, asegura que el productor le forzó a realizar sexo oral.
“Era un sistema en el que hombres poderosos observaban lo que pasaba en el mercado, actrices jóvenes, y se ayudaban con la complicidad de nuestros agentes”, asegura una de ellas en el artículo. La actriz Laurence Côte, que tenía un papel en una película producida por Alain Sarde y dirigida por André Téchiné, afirma que el productor le ofreció un papel y le sugirió “ir más allá” pero ella se “escapó” y nunca consiguió ese papel que le había ofrecido. En el reportaje la abogada del productor, Jacqueline Laffont, niega lo que considera “falsas acusaciones”.
En paralelo a estas acusaciones, 150 personalidades del mundo del cine piden en una carta conjunta y publicada en Le Monde una ley integral contra la violencia de género. Entre ellas algunas de las más importantes actrices y directoras del cine francés como Isabelle Adjani, Emmanuelle Béart, Juliette Binoche o Vanessa Springora. Una carta abierta donde dejan claro que “las violencias sexistas y sexuales son sistémicas, no excepcionales”.
“¿Nos escuchan de verdad?”, se preguntan las firmantes que, además de pedir “una ley integral” contra ese tipo de violencia y aborde el tema del consentimiento, exigen la salida del presidente del Centro Nacional del CIne (CNC), Dominique Boutonnat, acusado de agresiones sexuales.
Todo en el primer día de Cannes, cuando tiene lugar la tradicional conferencia de prensa del jurado que estuvo marcada por dichas publicaciones. “Creo que la gente de la comunidad cinematográfica nos cuenta historias y trata de cambiar las cosas para mejor , y eso siempre es bueno”, dijo Gerwig que aseguró que en los últimos años había “visto cambios sustanciales en la comunidad cinematográfica de EEUU” y pidió seguir “ampliando y manteniendo esta conversación”, porque cree que “se está moviendo todo en la dirección correcta”.
También Juan Antonio Bayona, miembro del jurado, abordó el tema subrayando que es algo que “no afecta al cine solo, sino a la sociedad en que vivimos, y el cine refleja esa sociedad”. “Aquí venimos a hablar de cine, pero es cierto que lo que ocurre en el mundo se nota en las películas”, zanjó.