Un intendente del noreste de Brasil denunció que un pastor evangelista que actúa en el gabinete paralelo del Ministerio de Educación le pidió 1 kilogramo de oro de coima a cambio de destrabar el envío de recursos del Gobierno federal.
La denuncia escribe un nuevo capítulo en un escándalo de corrupción que involucra al ministro de Educación, el también pastor evangelista Milton Ribeiro, que fue grabado prometiendo ventajas ilegales en nombre del presidente Jair Bolsonaro.
El intendente Gilberto Braga, del municipio de Luis Domingues, estado de Maranhao, afirmó que uno de los dos pastores que negocian transferencias de recursos federales para municipio en nombre del presidente Bolsonaro y el ministro Ribeiro le pidió la coima en oro durante una cena en un restaurante de Brasilia.
La revelación de Braga, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), al diario O Estado de Sao Paulo, involucra al pastor Arilton Moura, quien junto con otro pastor, Gilmar Santos, ha negociado recursos federales con municipios sin tener cargo en el Ministerio de Educación.
En un audio revelado por el diario Folha de Sao Paulo, el ministro Ribeiro afirma que el Gobierno le da prioridad a los municipios que negociaron con los pastores Santos y Moura por orden del presidente Bolsonaro.
Ribeiro admitió el audio pero públicamente negó que actúe a pedido del presidente Bolsonaro.
Este martes, parte de la oposición parlamentaria pidió a la Fiscalía General y al Supremo Tribunal Federal que se investigue a Bolsonaro y al ministro Ribeiro por tráfico de influencias a favor de pastores evangélicos aliados del gobierno.
“Mi prioridad es atender, primero, a los municipios que más necesitan, y segundo, a todos los amigos del pastor Gilmar”, dice el ministro en referencia a un líder religioso cercano a Bolsonaro.
Ribeiro agregó que ese es “un pedido especial” que le hizo el propio “presidente de la república”.
Ribeiro ya tiene un proceso ante la Corte Suprema bajo la acusación de homofobia por haber declarado públicamente que los homosexuales son “producto de familias desajustadas” y promover ideas de ultraderecha en la educación.
El bloque evangélico en Diputados, un poderoso grupo de influencia en la agenda gubernamental, reaccionó a favor de una investigación para que el escándalo no manche a las iglesias pentecostales, que son parte del sostén popular, en las clases más bajas, del presidente Bolsonaro y su proyecto reeleccionista para los comicios de octubre.
El diputado Sóstenes Cavalcante, del Partido Liberal (PL), al que pertenece Bolsonaro, dijo hoy que el ministro “está debiendo una explicación”, pues el asunto puede salpicar a todas las iglesias pentecostales.
El escándalo en el Ministerio de Educación ocurre luego de que la fiscalía federal de Brasilia pidiera ayer la condena de Bolsonaro por haber desviado dinero público y haberse enriquecido ilícitamente entre 2003 y 2008 por la contratación de empleados fantasmas en su oficina parlamentaria cuando era diputado federal.
Con información de agencias.
IG