El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aprobó este domingo la utilización de misiles de largo alcance por parte de Ucrania para atacar territorio ruso. El permiso para utilizar estas armas estadounidenses en el conflicto desatado por la invasión rusa de Ucrania supone un cambio drástico en la política exterior de Biden cuando quedan apenas dos meses para que deje el cargo.
De momento, ni la Casa Blanca ni el Pentágono lo confirmaron, como tampoco el gobierno ucraniano de Volodímir Zelenski. La decisión fue adelantada este domingo por el diario The New York Times, así como la agencia Reuters, que citan fuentes anónimas del gobierno estadounidense.
Según los miembros de la Administración Biden consultados, los misiles están destinados a los ataques contra tropas de Rusia y Corea del Norte para defender a los militares ucranianos en la región de Kursk. El presidente demócrata ya se había comprometido con Zelenski a acelerar las ayudas a su gobierno antes de terminar su mandato, independientemente de si había una nueva presidencia demócrata.
Tanto el Times como Reuters aseguran también que la decisión de Biden se vio precipitada por la incorporación de militares norcoreanos en apoyo a Rusia en este conflicto y trataría de disuadir a Pionyang de enviar más soldados. Sin embargo, añaden que el presidente demócrata también levantó las restricciones al uso de armas del Pentágono por parte de Ucrania desde que Rusia atacó el pasado mes de mayo la región de Járkov.
En términos prácticos, el ejército ucraniano podía emplear hasta ahora misiles estadounidenses con un rango de unos 80 kilómetros, mientras que a partir de ahora podrá alcanzar los 300 kilómetros de distancia. Ucrania recibe además esta ayuda poco después de conocer el resultado de las elecciones estadounidenses, con un Trump vencedor y poco dispuesto a ampliar la ayuda al gobierno de Zelenski en su defensa ante rusia.
Trump reiteró, tanto en campaña electoral como después de ganar los comicios, que su intención es acabar con la guerra en Ucrania, aunque no especificó cómo. Una de sus primeras llamadas tras su victoria del 5 de noviembre tuvo precisamente como interlocutor a Zelenski. El líder republicano no aclaró si es partidario de que Kiev haga cesiones a Moscú para garantizar un acuerdo de paz y hasta ahora criticó toda la ayuda proporcionada por EEUU a Ucrania.