En la retransmisión del jueves por redes sociales del Live del día, pudo verse y oírse al jefe de Estado de Brasil asegurar, en su encuentro comunicativo cotidiano con la ciudadanía, que la liberación de las drogas “nunca lleva a ningún lugar”. Y después corregirse, para asegurar que siempre llega a destino y desemboca en “violencia y otros males” que hacen que un país “caiga en desgracia”.
“Tenemos el caso de Uruguay, que hace poco reguló, legalizó, la marihuana y estamos viendo ahora una explosión en el número de homicidios en función, en grande parte, por la marihuana”, señaló el presidente derechista, sin ofrecer pruebas o detalles al respecto.
Según datos oficiales, recogidos por la prensa local, Uruguay registró 188 homicidios en el primer semestre del año, lo que supone un crecimiento del 39 % con respecto al mismo periodo de 2021.
Según números oficiales, la República Oriental del Uruguay registró 188 homicidios en el primer semestre: 39 % más que en el mismo periodo de 2021. Bolsonaro vinculó el alza criminal a la legalización de la marihuana por el gobierno de Pepe Mujica.
La mitad de los asesinatos están, sin embargo, vinculados a conflictos entre grupos criminales, tráfico (no uso ni consumo) de drogas y ajustes de cuentas. Así lo explicó el ministro del Interior uruguayo, Luis Alberto Heber, quién negó de plano que en la República Oriental se viva una “situación de violencia descontrolada”.
Pese a ello, Bolsonaro vinculó ese alza de los homicidios en Uruguay a la legalización controlada y regulada de la marihuana que rige en ese país. La ley entró en vigencia en julio de 2017, y había sido sancionada y promulgada durante la presidencia del ex líder tupamaro José Mujica (2010-2015). La iniciativa legislativa del oficiliasta y progresista Frente Amplio se dirigía a luchar contra el narcotráfico.
“Nosotros sabemos que esa gente de izquierdas, casi todos son favorables a la liberación de las drogas”, indicó con desdén Bolsonaro, que buscará renovar su mandato en las elecciones de octubre, para las que el máximo favorito es el exgobernante progresista Luiz Inácio Lula da Silva.
Bolsonaro, un capitán retirado del Ejército, está en contra de cualquier tipo de flexibilización en el uso de drogas. En cambio, el mismo jueves, en el mismo prounciamiento, pidió que se revisen los prejuicios y estereotipos sobre la autodefensa, e invitó a flexibilizar normas anticuadas que traban adquisición y tenencia unviersales, y demoran el incremento del número de armas de fuego entre la población civil.
AGB con información de agencias y medios