La justicia rusa resolvió este jueves condenar a Brittney Griner a 9 años de prisión en una colonia penal. Su delito: llevar un vaporizador con menos un gramo de cannabis en la valija. De nada le valió ser una de las mejores basquetbolistas del mundo, porque antes que eso Griner es mujer, negra y lesbiana, tres cosas que en Rusia pueden ser vistas como peligrosas. Y peor aún, además es estadounidense en medio de un conflicto bélico.
Es que a Griner fue detenida el pasado 17 de febrero, seis días antes de que Rusia invadiera Ucrania. Por eso, para su familia y distintas organizaciones de derechos humanos se trata de una detención política para forzar a Estados Unidos a un intercambio de prisioneros.
Lo cierto es que Griner, de 31 años, fue sentenciada por contrabando de drogas a “nueve años de prisión a cumplir en colonia penal de régimen general”, es decir una prisión en la que conviven delincuentes comunes con presos políticos. Además la jueza Ana Sótnikova, del Tribunal de la ciudad de Jimki, ordenó que también debía pagar una multa de un millón de rublos que equivalen a unos 16.589 dólares, según informó la agencia rusa Sputnik.
“La sentencia de hoy de Brittney Griner fue severa según los estándares legales rusos y demuestra lo que hemos sabido todo el tiempo, que Brittney está siendo utilizada como un peón político”, dijo en un comunicado su representante, Lindsay Colas.
Durante el juicio, Griner, quien es activista LGBTIQ+, reconoció que efectivamente el vaporizador era de ella, y que había sido recetado por su médico para aliviar los dolores en una rodilla. Según señaló Sputnik, durante los debates un médico de Arizona aseguró haberle recetado cannabis en lugar de los analgésicos tradicionales ya que tienen menos efectos secundarios.
Su abogada, Maria Blagovolina, aseguró que la deportista “explicó a la corte que conoce y respeta las leyes de Rusia y nunca tuvo la intención de violarlas”.
En una carta enviada al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, Griner dijo: “Estoy aterrada de que pueda estar aquí para siempre. Soy consciente de que está lidiando con muchas cosas pero, por favor, no se olvide de mí y de los otros detenidos (...). Por favor, haga todo lo que pueda para llevarnos a casa”.
Según reveló la CNN, la intención de los Estados Unidos es pactar con Rusia un intercambio de prisioneros. Además de la jugadora, el objetivo es liberar a Paul Whelan, acusado de espionaje y encarcelado desde 2018. A cambio, ofrecen a Víctor Bout, uno de los mayores traficantes de armas. De acuerdo a Sputnik, también podría sumarse un segundo prisionero ruso, Vadim Krásikov, condenado por asesinato .
La Casa Blanca difundió hoy un comunicado en el que Biden aseguró que “Rusia está deteniendo a Brittney por error. Es inaceptable y le pido a Rusia que la libere de inmediato para que pueda estar con su esposa, seres queridos, amigos y compañeros de equipo”.
Como la mayor parte de las basquetbolistas, quienes ganan una ínfima parte de lo que reciben sus compañeros varones, Griner solía aprovechar sus vacaciones en el Phoenix Mercury de los Estados Unidos para jugar en las temporadas de otros países. Es que aún siendo una de las mejores deportistas su salario ronda los 228 mil dólares anuales. Poco si se lo compara con los más de 900 mil que cobra un jugador que recién empieza y un vuelto al lado los 41 millones de la estrella de los Angeles Lakers, LeBron James, sin contar los “extras” de publicidad.
Así fue que Griner, quien a lo largo de su carrera ganó dos medallas olímpicas y es una de las estrellas de la WNBA, la versión femenina de la NBA, llegó al UMMC Ekaterinburg, de Rusia.
“Apreciamos y continuamos apoyando los esfuerzos de @POTUS y @SecBlinken para cerrar un trato rápidamente para traer a Brittney, Paul y todos los estadounidenses a casa. Llevar a Brittney y Paul a casa es el único objetivo y, como tal, debemos usar todas las herramientas disponibles. Debemos permanecer enfocados y unidos. Este es un momento para la compasión y el entendimiento compartido de que lograr un acuerdo para traer a los estadounidenses a casa será difícil, pero es urgente y es lo correcto”, señaló la representante de la basquetbolista en representación de su esposa Cherelle Griner.