Desde hace cuatro meses Brittney Griner ya no deslumbra en los partidos de la WNBA, la mayor liga de básquet feminino de Estados Unidos. La pivote del club Mercury ya no pisa las canchas de Phoenix, tampoco las de UMMC Ekaterinburg de Rusia. La mujer de 31 años, ganadora de dos medallas de oro olímpicas, hace más de 130 días que está detenida en Rusia por “transporte de drogas a gran escala”, un delito que prevé hasta diez años de prisión. ¿El cargamento? Cuatro cartuchos de aceite de cannabis para un vaporizador. Resulta que Brittney Griner no solo es mujer, de las mejores jugadoras en la historia de su país, sino que también es negra y lesbiana en un país en el que la comunidad LGTBQ es perseguida. Y entre las posibles soluciones para su caso, Rusia pide el intercambio por un hombre conocido como “el mercader de la muerte”. Se trata de Víktor But, detenido en Norteamérica con el cargo de tráfico de armas. Todo con una guerra de por medio.
Hoy, la jugadora se declaró culpable de los cargos aunque señaló que no tenía la intención de cometer ningún delito. En los últimos días, la Casa Blanca se involucró en el tema y el presidente Joe Biden dijo que trabaja para que la liberación sea “lo más pronto posible”.
Mediante su representante, Lindsay Colas, sus abogados expresaron a elDiarioAr que “hoy BG se declaró culpable. Fue su decisión tras discutirlo con su equipo de defensa legal en Rusia. Brittney da un ejemplo de valentía. Decidió asumir toda la responsabilidad de sus acciones porque sabe que es un modelo a seguir para muchas personas. Teniendo en cuenta la naturaleza de su caso, la cantidad insignificante de la sustancia y la personalidad de BG y su historial de contribuciones positivas al deporte mundial y ruso, la defensa espera que el tribunal considere la declaración de culpabilidad como un factor atenuante y que no haya una sentencia severa”.
Brittney Griner fue detenida el 17 de febrero pasado por el Servicio Federal de Aduanas de Rusia cuando aterrizó en el aeropuerto de Sheremetyevo. Al igual que otras jugadoras destacadas, aprovechaba la temporada baja en su país para jugar en otras ligas con mejores sueldos. En ese viaje llegaba para sumarse al UMMC Ekaterinburg, como lo hacía desde el 2015. Cuatro meses y medio después sigue detenida y hoy, en la segunda audiencia del juicio, se declaró culpable. “Tenía prisa por empacar. Y los cartuchos accidentalmente terminaron en mi bolso”, afirmó Griner, que utilizó a un traductor durante la segunda audiencia del Tribunal de Jimki. Además, también declararon dos testigos de la acusación que registraron las pertenencias de la atleta en la aduana. Durante la audiencia, la encargada de negocios de la Embajada de Estados Unidos en Rusia, Elizabeth Rood, le dió una carta enviada por Biden.
El texto es en respuesta a una misiva enviada por Brittney el 4 de julio para que interceda en su caso. Aprovechó el Día de la Independencia para hacerle llegar el texto manuscrito. “Mientras estoy aquí, en una prisión rusa, sola con mis pensamientos y sin la protección de mi esposa, familia, amigos, mi camiseta olímpica o cualquiera de mis logros, me aterra que pueda quedarme aquí para siempre”, le escribió. También mencionó a su padre, veterano de guerra en Vietnam: “Duele pensar en cómo suelo celebrar este día porque la libertad significa algo completamente distinto para mí este año”.
“Por favor haga todo lo que pueda para traernos de vuelta a casa. Voté por primera vez en 2020 y voté por usted. Creo en usted. Aún hay mucho que puedo hacer con mi libertad que usted puede ayudar a restaurar”, agregó la jugadora.
Este miércoles, desde la Casa Blanca informaron que Biden y la vicepresidenta Kamala Harris hablaron por teléfono con Cherelle Griner, la esposa de Griner y le dijeron que se están ocupando del caso. “El presidente llamó a Cherelle para asegurarle que está trabajando para garantizar la liberación de Brittney lo antes posible, así como la liberación de Paul Whelan y otros ciudadanos estadounidenses que están injustamente detenidos o retenidos como rehenes en Rusia y en todo el mundo”, indicaron en un comunicado. También confirmaron que el mandatario le mandó una carta a la basquetbolista.
Desde el gobierno ruso también hablaron sobre el tema. A fines de junio, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, negó las acusaciones. “No lo podemos llamar rehén. ¿Por qué lo debemos llamar rehén? Violó la ley rusa. Ahora la están persiguiendo penalmente”, dijo el funcionario en el canal MSNBC. “Está siendo procesada en virtud de la legislación rusa. No sólo en Rusia existen unas leyes tan severas en ese terreno. Hay muchos países a los que no se pueden traer drogas. Eso es perseguido por la ley. Y nosotros no podemos hacer nada”, agregó.
Brittney no es LeBron
“Si fuera LeBron, estaría en casa, ¿verdad?”, se preguntó ayer la entrenadora de las Mercury, Vanessa Nygaard. La DT hizo una comparación con LeBron James, estrella de Los Angeles Lakers, para demostrar la demora en encontrar una solución política. “Es una declaración sobre el valor de las mujeres. Es una declaración sobre el valor de una persona negra. Es una declaración sobre el valor de una persona gay. Todas esas cosas. Lo sabemos, y eso es lo que duele un poco más”, afirmó en referencia al tratamiento desigual que tiene una de las referentas máximas del básquet estadounidense por ser mujer, negra y lesbiana.
Este viernes se realizará una acción en Chicago antes del Juegos de las Estrellas de la WNBA con el lema “Somos BG”. Paticiparán el presidente de la National Action Network (NAN), el reverendo Al Sharpton, la esposa de Griner junto a jugadoras y ejecutivos de la liga de básquet.
“Brittney admitió haber cometido un error, y espero que las autoridades rusas reconozcan ese acto de humildad y respondan con compasión”, dijo el reverendo Al Sharpton
CDB/MG