La cadena francesa de supermercados Carrefour ha colocado esta semana en sus estanterías etiquetas que advierten a los compradores del fenómeno del “achicamiento inflacionario [shrinkflation]”, por el que los fabricantes reducen el tamaño de los envases en lugar de aumentar los precios.
Carrefour ha puesto advertencias de precios en productos que van desde los bombones Lindt hasta el té helado Lipton, para presionar a los principales proveedores de bienes de consumo, Nestlé, PepsiCo y Unilever, a fin de que aborden el problema antes de las tan esperadas negociaciones contractuales.
Desde el lunes, Carrefour ha estado colocando stickers en productos que han disminuido de tamaño pero que cuestan más, incluso después de que los precios de las materias primas hayan bajado. El objetivo es ganar el apoyo de los consumidores, mientras los comercios minoristas se preparan para enfrentarse a las mayores marcas del mundo en unas negociaciones que empezarán pronto y terminarán el 15 de octubre.
Carrefour ha marcado 26 productos en sus tiendas de Francia con las etiquetas, que dicen: “Este producto ha sido reducido en su volumen o su peso y el precio efectivo del proveedor ha aumentado”.
Por ejemplo, según Carrefour, una botella de té helado Lipton con sabor a durazno y sin azúcar, producido por PepsiCo, pasó de 1,5 litros a 1,25 litros, lo que se tradujo en un aumento efectivo del 40% del precio por litro.
La leche de fórmula infantil Guigoz, de Nestlé, pasó de 900 a 830 gramos, mientras que la tarta helada Viennetta, de Unilever, se redujo de 350 a 320 gramos.
“Obviamente, el objetivo de estigmatizar estos productos es poder decir a los fabricantes que reconsideren su política de precios”, declaró en una entrevista Stefen Bompais, director de comunicación con los clientes de Carrefour.
Alexandre Bompard, director general de Carrefour y presidente del grupo de presión de la industria minorista FDC, ha afirmado en repetidas ocasiones que las empresas de bienes de consumo no están cooperando en los esfuerzos por reducir el precio de miles de productos básicos a pesar de la caída del coste de las materias primas.
El Ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, lo respaldó en esta afirmación. En junio convocó a 75 grandes minoristas y grupos de consumidores a su Ministerio para instarlos a bajar los precios. Tras una nueva ronda de reuniones el mes pasado, Le Maire declaró que Unilever, Nestlé y PepsiCo eran algunas de las empresas que no estaban respetando los acuerdos de precios
El chocolat au lait extra fin de Lindt fue uno de los tres productos de la chocolatería suiza que Carrefour incluyó en su lista de reducción de precios.
“Lindt & Sprüngli ha aumentado sus precios en todo el grupo una media del 9,3%, en línea con las estructuras de costos locales”, declaró a Reuters un portavoz de la empresa. “Hemos hecho un esfuerzo concertado para compensar el aumento de los costos incrementando la eficiencia en la medida de lo posible. Por lo tanto, sólo hemos trasladado a nuestros clientes los costos que no podíamos absorber nosotros mismos.”
PepsiCo no respondió a una solicitud de comentarios. Nestlé y Unilever se negaron a hacer comentarios.
Las asociaciones de consumidores afirman que el achicamiento de los productos por inflación es una práctica muy extendida, de la que también son culpables supermercados como Carrefour en sus productos de marca propia.
Según Bompais, las advertencias sobre la reducción de los precios están presentes en todos los establecimientos franceses de Carrefour y durarán hasta que los proveedores afectados acepten recortar los precios. La cadena podría ampliar las advertencias a otros productos, pero no tiene previsto extender la iniciativa a otros países.
Traducción de Santiago Armando